Tras revisionar la trilogía de El Señor de los Anillos, me entraron unas descomunales ganas de jugar a este título, alabado y criticado por partes iguales, de Monolith Productions, un experimentado estudio que ha tenido sus más y sus menos, pero que tiene en su historial sagas conocidas como F.E.A.R. o Condemned.
El subidón que me otorgaron las películas de Peter Jackson se vio lastrado por los primeros minutos de Shadow of Mordor. Unos primeros minutos que hicieron plantearme, incluso, el seguir jugando. El juego no se puede presentar peor, lleno de errores técnicos y un aspecto gráfico desalentador, propio de la primera hornada de PS3, por decirlo de alguna manera.
La historia nos pone en el papel de Talion, un montaraz de Gondor que, debido a ciertos hechos que no revelaré, es elegido para luchar contra las fuerzas oscuras de Mordor y acabar de una vez por todas con Sauron. El juego mantiene una trama de venganza más o menos sólida, aunque con altibajos, sobre todo en algunos momentos hacia la mitad del juego, donde hay unas misiones, que son consideradas principales, que aportan poco o nada a la trama y que hubieran estado mejor colocadas como secundarias. El final del juego es correcto, aunque demasiado previsible a mi parecer.
La jugabilidad es su punto más fuerte, y aunque en ocasiones el personaje se mueve de forma tosca o no hace caso, el sistema de combate es satisfactorio, simple pero directo, ofreciendo tres tipos de arma (espada, arco y daga) para cada situación (acción, larga distancia o sigilo). Lo más reprochable en este aspecto es el poco riesgo que toman, haciendo que muchas mecánicas recuerden a otros títulos, sobre todo si atacamos en sigilo… como hace un conocido asesino…ejem…ejem…Cambiando de tema, el sistema Némesis es novedoso, pero esperaba algo más de profundidad en él.
Visual y técnicamente es, por desgracia, un descalabro de juego. Visualmente es feo, con mucho diente de sierra y con texturas muy poco trabajadas. Vale que la consola tiene carencias notables pero la máquina daba para más, estoy seguro. Para colmo, la ambientación grisácea de Mordor no ayuda a que se vea algo mejor. A esto le sumamos errores técnicos imperdonables como fallos de sonido, paredes invisibles o caídas de frames… La verdad es que no hacen que el jugador disfrute demasiado.
Un punto a favor de esta obra es su banda sonora, con temas de carácter épico -no podía ser de otra manera en este juego- que adornan muy bien algunos momentos. No obstante, algunos errores técnicos de sonido lastran algunas veces la experiencia.
En conclusión, estamos ante una buena historia de La Tierra Media, a pesar de que no le llega a los talones de lo que se puede esperar de este universo, si lo comparamos con lo que se ha contado en el cine o la literatura. Esta saga se merece algo más de lo que se ha visto hasta ahora dentro de los videojuegos, incluyendo esta última obra. Se agradece el trabajo hecho, pero no es suficiente para lo que se merece el inmenso y espectacular universo de La Tierra Media, creada por uno de los genios de la literatura contemporánea.
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