Puyol, ante la decisión de su carrera
El azulgrana ha recibido una propuesta mareante del Manchester City, que le ofrece tres temporadas de contrato y una ficha de 8 millones de euros netos
Pero la razón de fondo de sus dudas podría no ser económica sino deportiva: no quiere pasar de ser central fijo a defensa apaga-fuegos
Carles Puyol está a punto de tomar probablemente la decisión más importante de su carrera. El capitán del triplete, de 31 años, acaba contrato con el FC Barcelona en verano de 2010 y todavía no ha dado una respuesta ante la propuesta de renovación presentada por el club azulgrana: dos años más y una cantidad fija a percibir que no difiere en exceso de la que tiene ahora. Aunque todo el barcelonismo daba por hecho que Puyol firmaría, lo cierto es que van pasando los días sin que eso se produzca.
Ayer el jugador regresó de Ibiza después de permanecer una semana en la isla y, tras pasar unos días en la Ciudad Condal, se desplazará a La Pobla de Segur, visita obligada siempre que llegan las vacaciones. Puyol, como siempre ha hecho a lo largo de su carrera, dará prioridad al Barca, pero quiere analizar todas las opciones antes de decidirse. El jugador es consciente de que la espera no supone un inconveniente para el club azulgrana, enfrascado ahora en reuniones y negociaciones para reforzar la plantilla de cara al año que viene. Agosto podría ser el mes para acometer su caso.
Sería lógico pensar que el motivo de la postura de Puyol reside en la multimillonaria oferta que acaba de recibir del Manchester City. El club propiedad de Sulaiman Al-Fahim le ha presentado una propuesta que doblaría su sueldo actual y alcanzaría los ocho millones de euros netos, con una duración de tres temporadas, es decir, una tentación a la que muy pocos futbolistas podrían decir que no. Sin embargo, podría no ser esa mareante oferta lo que inquietaría en estos momentos a Puyol, sino su futuro deportivo en el equipo que dirige Pep Guardiola. Aunque la temporada del triplete ha supuesto para el futbolista la más gratificante en cuanto a títulos de sus casi 10 años en el primer equipo, también es cierto que su condición de central número uno e incuestionable se ha visto rebajada en algunas fases.
Puyol fue una pieza fundamental del triplete pero, objetivamente hablando, ha pasado a ser por momentos para el equipo un comodín capaz de ocupar cualquiera de los cuatro puestos de la zaga, incluida la del lateral zurdo, perdiendo su bien ganada jerarquía como central insustituible. Los movimientos de mercado de este verano, en los que el Barça parece haber renunciado a fichar un segundo lateral derecho para cubrir las ausencias de Alves, así como la búsqueda de centrales (Chygrynskyi, Bruno Alves, etc.) parecen reforzar esa eventual pérdida de protagonismo. No hay que olvidar que Puyol jugó la final de Roma (un partidazo el suyo, por cierto), como lateral derecho.
Pese a todas estas dudas razonables, sigue siendo lógico pensar que 'Puyi' acabe decantándose por aceptar la oferta azulgrana. Optar por lo contrario significaría poner fin a su sueño desde que ingresó en la entidad azulgrana: empezar y acabar su carrera en el club de su vida, emulando a su gran referencia Paolo Maldini, que defendió los colores del Milan de principio a fin en una historia muy poco habitual en el fútbol actual.
Una tercera vía tampoco descartable sería no renovar su contrato, agotar el presente, y decidir en verano de 2010 qué hacer con su futuro. Pep Guardiola, su técnico, es un perfecto precedente. Se marchó libre siendo el capitán.