El nuevo presidente del Barça espera poder aplicar su programa de manera inmediata y sin contratiempos
A partir de hoy, el Barça vive una situación excepcional en su historia pues se abre un periodo de diecisiete días durante los cuales el presidente electo, Sandro Rosell, deberá tomar sus primeras decisiones estratégicas y al mismo tiempo cohabitar con el presidente saliente, Joan Laporta. Josep Guardiola, Joan Oliver y Txiki Begiristain serán otros tres nombres propios del primer día de una transición que el trigésimo noveno presidente del Barça pidió que sea pacífica.
La intención de Rosell es ponerse manos a la obra inmediatamente aunque ciñéndose en todo momento a lo que marquen los estatutos del club. Si la normativa marca que deben esperar al 1 de julio, sólo le pedirá a Joan Laporta que no se tomen decisiones importantes antes del 30 de junio. Su intención es ponerse en contacto con él esta mañana para encontrar un punto de entendimiento que favorezca la estabilidad institucional.
Sin embargo, la primera llamada de Rosell, o al menos así lo anunció durante la campaña, será para Josep Guardiola. Es consciente de que el técnico del primer equipo es la piedra angular del proyecto futbolístico y le planteará varios asuntos. El primero, el de su continuidad más allá del 2011.
También, el de la planificación de la plantilla. Fichado David Villa y en negociaciones por Cesc Fàbregas, Sandro le pondrá sobre la mesa los nombres de Robinho para la banda izquierda, Robin Van Persie para la delantera y Sergio Ramos para el lateral y el eje central de la defensa. Si Pep da el visto bueno a alguno de estos fichajes, se pondrán manos a la obra para intentar cerrarlos. A nadie se le escapa que el tercer ‘cromo’ viste la camiseta del Real Madrid...
Igualmente abordará con Guardiola la situación del secretario técnico, Txiki Begiristain, que en principio no continuará en el cargo aunque se entrevistará con él. Las opciones que se manejaban son las de Andoni Zubizarreta en primer lugar y la de Ronald Koeman como alternativa y Rosell quiere estar seguro que la persona que asuma este cargo esté en perfecta sintonía con el técnico de Santpedor para garantizar el buen funcionamiento del área deportiva, de cuya estructura directiva ya se conocen varios nombres como el de Josep Maria Bartomeu, vicepresidente deportivo y el de Jordi Mestre como responsable del fútbol base.
El último nombre propio es el del director general corporativo del club, Joan Oliver. Desde el primer momento Rosell dejó muy claro que llevará a cabo tres auditorías, económica, legal y laboral para conocer la situación real de la entidad. También, que él y su equipo se entrevistarán con todos los empleados del club. Y que el único que es seguro que no continuará en su cargo a partir del 1 de julio es Oliver tras su actuación en el asunto del espionaje a varios directivos.
La persona que apunta como nuevo máximo ejecutivo blaugrana es Antoni Rossich, actualmente directivo del grupo Planeta. Rossich coincidió con el nuevo presidente barcelonista durante su etapa en el COOB’92 y atesora una gran experiencia internacional.
Es evidente que la agenda de Rosell está repleta de tareas pero otra de sus prioridades es mantener las formas y pondrá todo de su parte para evitar que la transición se enturbie, pero entiende que el club no puede quedar paralizado estas dos semanas ni tampoco la junta saliente puede hipotecar a la entrante con decisiones estratégicas. Hoy, a partir de las 12.00 horas, a los medios de comunicación sus planes a corto plazo. Al margen, sólo ofrecerá sendas entrevistas en ‘Barça TV’, ‘La2’ y ‘TV3’.