Lo que me encontre en una web dedicada al futbol:
¡Aviso! FIFA y France Football aún están a tiempo de prevenir cuando menos unas cinco injusticias. Si bien el hecho de que tres futbolistas de un mismo equipo compartan podio ya es un guiño al juego de conjunto, tres balones no son suficientes para el Barcelona 2010. ¿Qué hay con el de Pedro? ¿Dónde está el de Alves? ¿Y el de Busquets? En suma, bien harían en desmembrar el Balón de Oro y entregarle un gajo dorado a cada futbolista de Guardiola. Háganlo ahora, o arrepiéntanse de por vida.
Advertido lo anterior, y sabiendo de antemano que se empecinarán en coronar a uno solo, entonces que sea a Messi por el amor de dios.
¿Qué se desapareció en el Mundial? Puede ser. Por eso los galardones individuales de Sudáfrica 2010 se repartieron la semana pasada entre Casillas, Mueller y Forlán en una gala en la que nadie echó en falta a Leo porque, si bien le alcanzó para sumar 4 pases a gol en la Copa del Mundo, podemos afirmar que junio no fue su mejor mes.
Pero sí que lo fueron los transcurridos de enero a mayo; y desde septiembre hasta diciembre. Hasta donde sé, el año tiene 12 meses y el argentino fue el mejor durante once de ellos: así lo avalan los 60 goles que anotó y los 20 pases a gol que sirvió entre el primer día de enero y el último de diciembre.
¿Que la Champions la ganó el Inter? Es cierto. Por eso la UEFA reconoció en sus premios a Milito y a Sneijder tras su magistral temporada 2009-10. Lo que mucha gente no logra razonar es que esa historia concluyó cuando apenas íbamos a la mitad del año.
Es una castrante moda esa de matizar el sobrenatural talento del crack rosarino. Que si con Xavi e Iniesta todo es más fácil (¡con Messi las cosas también son más sencillas para ellos!), que si juega basura con la Selección Argentina (como si algo se pudiera hacer cuando tu “técnico” es Maradona), o si se esconde en los momentos importantes (como si la Final de la Champions 2009, o cualquier partido contra el Madrid fueran caca de perro).
Ningún jugador fue más determinante en mayor número de partidos, nadie igualó su promedio de genialidades por hora… en 2010 tampoco existió mejor futbolista que él.