Ofertón por Villa y Mata
Mientras David Villa vivía ayer un día feliz en la boda de su cuñado, un momento ideal para desconectar, a su alrededor se agitó el mundo futbolístico con una serie de acontecimientos que no cambian lo esencial –el 'Guaje' quiere ir al Barça y el club azulgrana va a esperarle lo que haga falta– pero que sí pueden alterar el ritmo de esta historia.
En Valencia se dio por segura durante el día de ayer una oferta conjunta de lujo, casi irrechazable, que habría llegado desde el Camp Nou en las últimas horas:
55 millones por Villa y Mata más las cesiones de Cáceres y Keirrison. 'laSexta' la hizo pública, aunque en el Barça no la confirmaron. Y menos todavía tras lo sucedido por la tarde en el club levantino, con un cambio de cúpula repentino provocado por la entrada de capital americano que ha devuelto a un segundo plano al inflexible Manuel Llorente, presidente saliente para alegría del entorno de Villa, y la llegada otra vez de Vicente Soriano, presidente entrante para incertidumbre de todos. El nuevo escenario obliga, como mínimo, a hablar. No se trata de comenzar de cero, pero sí de que todas las partes se escuchen con respeto.
En principio, la noticia puede ser positiva. En el Barça valoran que fue Soriano quien puso a Villa en el mercado para obtener liquidez en un momento económico muy delicado para las arcas de Mestalla. También son mejores las relaciones del 'Guaje' con Soriano, con un pasado de favores mutuos. El problema es que ahora mismo sería muy impopular para el regreso del presidente vender a Villa, y a Mata si la oferta conjunta se materializa, aunque Soriano siente debilidad por el brasileño Keirrison, uno de los jugadores que pueden entrar en la operación, a quien ya intentó fichar la pasada temporada. Tampoco están claras las soluciones económicas que pueda aportar el nuevo Consejo de Administración.
El cambio en el club 'che' no varía la decisión irrevocable de Villa, que a principios de semana se reunirá con quien quiera recibirle para pedir que no pongan trabas en su decidido camino hacia el Barça. Quizás la cumbre no se celebre finalmente en Valencia, podría tener un escenario intermedio y secreto, pero una cosa es segura: el asturiano dará la cara en persona, tiene ganas de dejar claras algunas cuestiones.
En el Barça están expectantes ante lo que pueda ocurrir en esa cita entre el jugador y el club del Turia, que ahora está más cerca de producirse el martes o el miércoles que el lunes, para dar tiempo a los nuevos responsables valencianistas a analizar una situación que conocen de sobras.
