Hoy en día, nada se valora más que la seguridad. Asustados por las noticias sobre hackers y virus, ya no movemos el ratón sin antes habernos atrincherado tras múltiples escudos y análisis constantes. La vida sin un antivirus parece impensable.
Sin embargo, sí es posible vivir sin antivirus. A cambio de adquirir unos cuantos hábitos saludables, la necesidad de tener un vigilante gastando los recursos de nuestro ordenador desaparece. Y entonces el ordenador gana en velocidad y se evitan molestias mayores, como las falsas alarmas...
¿Por qué vivir sin antivirus? Más rendimiento y estabilidad.
Con la cantidad de antivirus gratuitos que hay, el dinero ya no es un argumento de peso para renunciar a los antivirus. En su lugar, quienes optan por usar Windows sin antivirus esgrimen otras razones: velocidad y estabilidad.
La primera tiene que ver con el rendimiento. La mayoría de antivirus necesitan abundante memoria y potencia de cálculo para llevar a cabo su labor de vigilancia. En algunos casos, los consumos de memoria que pueden llegar a los 100 megabytes en reposo.
Comparativa de velocidad de arranque
En esta gráfica, adaptada de un interesante artículo de Raymond.CC, se puede apreciar el aumento del tiempo de arranque de Windows. Aunque algunos estén muy optimizados, como el de Microsoft Security Essentials, la mayoría añade entre 30 y 40 segundos al tiempo de arranque. Un tiempo que muchos consideran inaceptable.
En cuanto a la estabilidad, la presencia de un antivirus que controla archivos constantemente puede interferir con el funcionamiento de programas y videojuegos. Las falsas alarmas, que derivan del uso de heurísticas agresivas, confunden al usuario y pueden llevar a eventos tan desastrosos como el borrado de archivos de sistema.
Kit de supervivencia para el PC sin antivirus
Antes de quitar el antivirus, será mejor que dotes a tu ordenador de todo lo necesario para evitar infecciones fáciles. Nosotros te sugerimos el siguiente menú, compuesto por estos ingredientes:
¿Cómo deshacerte del antivirus?
Si has decidido renunciar al antivirus, un tipo de programa particularmente duro de quitar, desinstálalo con AV Uninstall Tools Pack o AppRemover. Si el Centro de actividades de Windows te diese la tabarra con que no hay antivirus instalados, siléncialo haciendo clic en "Desactivar mensajes sobre protección antivirus":
¿Aconsejas antivirus o no?
Fuente con mas informacion
Sin embargo, sí es posible vivir sin antivirus. A cambio de adquirir unos cuantos hábitos saludables, la necesidad de tener un vigilante gastando los recursos de nuestro ordenador desaparece. Y entonces el ordenador gana en velocidad y se evitan molestias mayores, como las falsas alarmas...
¿Por qué vivir sin antivirus? Más rendimiento y estabilidad.
Con la cantidad de antivirus gratuitos que hay, el dinero ya no es un argumento de peso para renunciar a los antivirus. En su lugar, quienes optan por usar Windows sin antivirus esgrimen otras razones: velocidad y estabilidad.
La primera tiene que ver con el rendimiento. La mayoría de antivirus necesitan abundante memoria y potencia de cálculo para llevar a cabo su labor de vigilancia. En algunos casos, los consumos de memoria que pueden llegar a los 100 megabytes en reposo.
Comparativa de velocidad de arranque
En esta gráfica, adaptada de un interesante artículo de Raymond.CC, se puede apreciar el aumento del tiempo de arranque de Windows. Aunque algunos estén muy optimizados, como el de Microsoft Security Essentials, la mayoría añade entre 30 y 40 segundos al tiempo de arranque. Un tiempo que muchos consideran inaceptable.
En cuanto a la estabilidad, la presencia de un antivirus que controla archivos constantemente puede interferir con el funcionamiento de programas y videojuegos. Las falsas alarmas, que derivan del uso de heurísticas agresivas, confunden al usuario y pueden llevar a eventos tan desastrosos como el borrado de archivos de sistema.
Kit de supervivencia para el PC sin antivirus
Antes de quitar el antivirus, será mejor que dotes a tu ordenador de todo lo necesario para evitar infecciones fáciles. Nosotros te sugerimos el siguiente menú, compuesto por estos ingredientes:
-Un navegador seguro. Google Chrome, por ejemplo, abre las páginas en un área aislada llamada sandbox, evitando así que sus contenidos puedan franquear la frontera de Internet y atacar Windows.
-Un sandbox. Sandboxie y BufferZone permiten ejecutar programas en un espacio de memoria separado del normal. Así, si no estás seguro acerca de la peligrosidad de un archivo, puedes meterlo en una jaula.
-Una máquina virtual. La alternativa a usar un sandbox es ejecutar los programas sospechosos en una máquina virtual, esto es, un PC dentro de tu PC. También puedes usarla para navegar o bajar archivos.
-Un antivirus bajo demanda. Para no sobrecargar al sistema, puedes analizar los archivos con un antivirus, como ClamWin, que solo escanea cuando tú se lo pidas. ¿Otra opción? Analizarlo en Internet.
-El cortafuegos de Windows. Más que suficiente para rechazar la mayoría de intentos de agresión desde el exterior. Para tener un mayor control sobre el mismo, instala Windows Firewall Notifier.
-Las utilidades Sysinternals. Programas como Process Explorer, RootkitRevealer o TCPView te ayudarán a descubrir si está pasando algo raro en el sistema. Como alternativa, tienes las de Nirsoft.
-Un antivirus en CD. Para esos escaneos mensuales o que puedes hacer sin instalar nada en el disco duro.
-Un gestor de contraseñas. Indispensable para tener a buen recaudo los datos más sensibles de tu ordenador, que pueden ser presa fácil de ladrones de datos e intentos de phishing.
-Un sandbox. Sandboxie y BufferZone permiten ejecutar programas en un espacio de memoria separado del normal. Así, si no estás seguro acerca de la peligrosidad de un archivo, puedes meterlo en una jaula.
-Una máquina virtual. La alternativa a usar un sandbox es ejecutar los programas sospechosos en una máquina virtual, esto es, un PC dentro de tu PC. También puedes usarla para navegar o bajar archivos.
-Un antivirus bajo demanda. Para no sobrecargar al sistema, puedes analizar los archivos con un antivirus, como ClamWin, que solo escanea cuando tú se lo pidas. ¿Otra opción? Analizarlo en Internet.
-El cortafuegos de Windows. Más que suficiente para rechazar la mayoría de intentos de agresión desde el exterior. Para tener un mayor control sobre el mismo, instala Windows Firewall Notifier.
-Las utilidades Sysinternals. Programas como Process Explorer, RootkitRevealer o TCPView te ayudarán a descubrir si está pasando algo raro en el sistema. Como alternativa, tienes las de Nirsoft.
-Un antivirus en CD. Para esos escaneos mensuales o que puedes hacer sin instalar nada en el disco duro.
-Un gestor de contraseñas. Indispensable para tener a buen recaudo los datos más sensibles de tu ordenador, que pueden ser presa fácil de ladrones de datos e intentos de phishing.
¿Cómo deshacerte del antivirus?
Si has decidido renunciar al antivirus, un tipo de programa particularmente duro de quitar, desinstálalo con AV Uninstall Tools Pack o AppRemover. Si el Centro de actividades de Windows te diese la tabarra con que no hay antivirus instalados, siléncialo haciendo clic en "Desactivar mensajes sobre protección antivirus":
¿Aconsejas antivirus o no?
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