Jaja, igual me he pasado con el comentario, pero es que esa gentuza me cae muy mal.
En donde vivo, hace unos años cuando salíamos de fiesta por las noches, para volver al pueblo de al lado (donde vivo), hubo un día en el que los malditos canis dijeron que si no les dabas dinero no te dejaban subir al bus, se meten contigo dentro, y un largo etc...
Vergüenza ajena.