Gran adaptación, mejor serie
Así es, en mi opinión, “Daredevil” cumple con creces ambos aspectos. Es una adaptación del personaje sublime, con guiños al Universo Cinematográfico incluidos, a la vez que es una pedazo de serie que se sostiene por sí sola, sin necesidad de nadie más. Esto demuestra que es posible adaptar bien a los personajes y hacer una buena historia.
Aunque tampoco es de extrañar la calidad mostrada en la misma. Es lo que pasa cuando juntas a Marvel Studios que, generalmente, es muy fiel a la hora de adaptar personajes e historias, con un canal como Netflix, que escoge calidad antes que audiencia. La mezcla de ambas es esta explosiva serie que se ha convertido, posiblemente, en la mejor adaptación no solo en cuanto a series se refiere, sino también incluyendo al cine, del género. Aunque es cuestión de gustos, en mi opinión creo que, quitando “El Caballero Oscuro”, es el producto con más calidad del género. Y es que muchas críticas de la web la han descrito como lo que el batman de Nolan pudo haber sido, y lo que querría ser Arrow.
¿Por qué digo esto? Hay muchos elementos que contribuyen a ello. Así que analicémoslos uno a uno.
Personajes bien construidos
Sobresaliente en este aspecto. La serie no se anda por las ramas. Trece episodios son más que suficiente para contar una historia que enganche, a la vez de construir correctamente a los personajes y darle un buen cierre a la temporada. A destacar los dos protagonistas, tanto Charlie Coxx interpretando a Matt Murdock como Vincent D´onofrio interpretando a Wilson Fisk. Empecemos por Charlie.
Coxx sin duda hace un papelón. Sinceramente, aún no entiendo las críticas que surgieron hace un tiempo con su interpretación, pues lo hace realmente bien. Cuando lo vemos como Murdock nos creemos que es ciego. Lo borda. Y muestra su personalidad de la mejor manera. Su forma de gesticular, su rostro… Nos transmite justo lo que pretende transmitir. Por otro lado, cuando se pone la máscara, es una máquina de apalizar impecable, la cual también nos creemos perfectamente. A diferencia que su expresión como Matt, cuando es Daredevil Coxx no realiza ningún tipo de mueca, tratando de transmitir miedo a sus enemigos y seguridad en sí mismo, aunque se salga de sus casillas en algunos momentos. Muy bien llevado.
Por el otro lado está Vincent. Interpreta a un muy humanizado Wilson Fisk. Y es que es muy raro ver cómo un villano es tan mimado o incluso más que el protagonista. Un Kingpin construido desde la base de que es un ser humano más, con sus preocupaciones, su pasado, sus motivaciones, etc, hacen de este personaje uno de los villanos mejor construidos de todo el género. Sin embargo, su brutalidad hace que ese villano del que te compadeces y con el que, incluso, te sientes identificado por momentos, te haga despertar de golpe para ver que está dispuesto a realizar cualquier medio para justificar su fin.
Como secundarios, Foggy, Ben Urich y Karen Page son, en principio, los que más destacan en una serie donde no existen malas interpretaciones.
Guión férreo y sin fisuras
Sí, porque además la historia es impresionante. Un guión bien escrito, una serie muy bien dirigida, que deja el listón muy alto. Un ritmo constante, que va elevándose o disminuyendo en determinados momentos hacen que esta serie tenga un nivel altísimo. Coge tres tramas principales a lo largo de los trece episodios para no soltarlos hasta el último de ellos.
La historia comienza contando los orígenes del diablo de Hell’s Kitchen, de cómo lucha contra la mafia en su ciudad. A lo largo de los episodios vemos cómo se va construyendo la ya conocida rivalidad existente en los cómics entre Kingpin y Daredevil.
Por si esto no fuera suficiente, las coreografías de la serie son top. Sí, top. Rara vez podemos deleitarnos con coreografías de combate tan curradas y tan bien grabadas. No hay ángulo ni perspectiva en el combate cuerpo a cuerpo que “Daredevil” no haya grabado.
Si podemos echarle algo en cara al guión, es el final. Si bien es un final digno y apoteósico, no deja de ser un final muy previsible para la gran historia que nos habían venido contando, con giros de guión impresionantes.
Marvel solo hace productos infantiles con humor absurdo
Sí, seguramente los que hayan visto ya la serie no entenderán el título de este párrafo. Y a eso iba. A impactar. Porque “Daredevil” no es precisamente una serie para niños, ni mucho menos. Es una serie hecha para adultos. La brutalidad de algunas escenas le vienen al personaje como anillo al dedo.
Si bien no es una serie que se pueda destacar, digamos, por su brutalidad, ni por ser cruenta, sí que tiene escenas que chocan al espectador, como el final del cuarto episodio, con un brutal Kingpin decapitando a un lacayo con la puerta de un coche, con un Stick (por cierto, brutalmente interpretado por Scott Glenn) haciendo su primera aparición mutilando miembros del cuerpo, o con un Willy Fisk asesinando a su padre a martillazo limpio.
Sin duda, podemos afirmar que si bien no es una serie que busque ser explícita y violenta de manera directa, no se corta en mostrarnos escenas que son crudas por un buen desarrollo tanto de la historia como de los personajes.
Segunda temporada, ¿cuándo llegas?
Porque sí, creo que lo podemos dar por hecho. El transcurso de la serie y el final de la misma creo que dejan muy claro que la segunda temporada llegará. ¿Cuándo? Quizás el próximo año, quizás después de “Los Defensores”... Quien sabe. Y podemos afirmar que habrá esta segunda temporada por dos razones:
En primer lugar, el final da pie a ello. Un Kingpin encarcelado con una bata blanca (claro guiño a su vestimenta en los cómics, ya que incluso cuando ha estado encarcelado ha vestido así mismo) con ojos sedientos de venganza, un Daredevil público, establecido como héroe, y una Vanessa Fisk libre por el mundo, pensando el modo de liberar a su prometido Wilson de la prisión. Aunque quizás todo esto se pudiera resolver en cualquier otra serie de Netflix de no ser por la segunda razón.
Dicha razón es la que se plantea en el séptimo episodio. Dicho episodio corresponde a la aparición de Stick, el maestro de Matt. Stick aparece en Hell´s Kitchen para pedirle ayuda a Matt. Necesita matar un nuevo arma que va a llegar a Nueva York. Dicho arma resulta ser un niño. Aunque Daredevil trata de impedirlo, Stick finalmente lo acaba matando. Al final del episodio vemos a Stick hablando sobre Matt con un hombre sentado en postura de meditación y con numerosas cicatrices en su espalda. Así, se habría una trama que no ha sido sellada. Y sería una buena manera de introducir a Elektra.
Conclusión
Como conclusión, decir lo ya mencionado. “Daredevil” es una adaptación de exquisita calidad que muestra al hombre de miedo tal cual es, sin miedo a nada. Un opening descomunal completa esta serie resultando una muy buena opción, y un mapa a seguir para el resto de series del género.
El traje rojo, algo que ha creado algo de controversia, creo que es el apropiado para la serie, que no luce tan mal, y que no está terminado. Pero, sin duda, es un traje muy apropiado.