Aquí os traigo las impresiones de la Dengeki PlayStation
Estamos ante un juego de dimensiones épicas.
Inicialmente, el desarrollo argumental está pensado para confundir a la gente. Nos veremos envueltos en la acción nada más empezar, pero, a medida que avancemos, iremos atando cabos. Como en una novela misteriosa, tanto el jugador como los personajes van aprendiendo más sobre su mundo. Más de una vez nos daremos cuenta repentinamente de algo que no entendíamos al principio.
La sensación de estar jugando a un auténtico Final Fantasy
La sensación que sientes al jugar te hace sentir seguro.
Definitivamente, sentirás que estás jugando a un verdadero FF.
Los tiempos de cargas son casi nulos.
Las batallas no son realmente difíciles, pero, a medida que progresa el juego, es importante pensar antes de actuar. Es casi imposible ganar limitándose a pulsar botones, sobre todo en las batallas contra jefes. Necesitaremos una estrategia si queremos salir victoriosos. Un jefe que parece ser imposible de derrotar al principio, se puede volver una tontería si averiguamos su punto débil. Todo esto le da al juego un aire de estrategia que se echaba de menos y que, sin duda, gustará.
Nostalgia en el sistema de desarrollo
El Crystalium me recuerda mucho al tablero de esferas de FFX. La falta de niveles para los personajes, la forma en la que aumentas las estadísticas y aprendes habilidades... es casi exactamente igual a FFX. Quienes hayan jugado a esta entrega lo encontrarán familiar.
El proceso de ganar Crystalium Points y aprender habilidades es algo divertido.
Además, para hacerlo todo más sustancial, está el sistema de misiones, la reforma de armas y accesorios y otros secretos.
Creo que este juego nos puede durar hasta finales de año y principios del siguiente.
Un detalle interesante sobre Sazh es que siempre parece que está haciendo el tonto, pero, en realidad, es su forma de expresar la preocupación que siente por su hijo. Tiene algunas de las líneas de diálogo más interesantes durante las batallas y hace sentirse a otros personajes más vivos.
Impresionado y sorprendido por la espectacular belleza
Lo primero que me llamó la atención fue la belleza gráfica. Cosas como el detalle de los personajes y edificios, de cualquier cosa a la vista, realmente me impresionaron. Las secuencias de vídeo son del más alto calibre. La forma en la que están representadas y la música crean un impacto capaz de sacudirme de pies a cabeza. Hasta volver a pensar en todas esas escenas me hace emocionarme.
Aunque no sean reales, uno se pregunta si lo que vemos está en el juego o en la vida real. La música que acompaña a la exploración concuerda con la grandeza del mundo, cautivándonos hasta el final.
Así como las consolas evolucionan, de PS1 a PS2 y de ahí a PS3, la saga Final Fantasy también, y es algo que verdaderamente se puede sentir en FFXIII.
Ojalá pudiera olvidarme del trabajo y seguir jugando...