Tratamiento
En muchos casos, las verrugas desaparecen sin ningún tratamiento: hasta un 30% en los primeros seis meses y un 65% en los dos primeros años. Muy pocas verrugas permanecen más de cinco años.
El tratamiento depende de la localización de la lesión, del tipo, del tamaño y la duración, así como de la edad del paciente, su estado inmunológico y su deseo de tratamiento.
Aquellas verrugas que no desaparecen de forma espontánea pueden ser sometidas a tratamientos tópicos mediante una solución de colodión flexible que contenga un 17% de ácido salicílico y un 17% de ácido láctico aplicada tras un raspado cuidadoso. También se utiliza el nitrato de plata con buenos resultados, si bien tiñe la piel del área afectada de color negro y puede tardar eb ejercer su efecto varias semanas.
Las verrugas planas se pueden tratar con tretinoína, al que se puede añadir un irritante como el peróxido de benzoilo al 5% o el ácido salicílico al 5%. Se puede emplear fluoruoracilo tópicamente al 1 ó 5% en casos resistentes.
Las verrugas plantares exigen un tratamiento más energético, que incluye un vendaje con ácido salicílico al 40% mantenido durante varios días. Posteriormente, la verruga se desbrida cuando todavía está húmeda y blanda, y se destruye mediante congelación o con agentes cáusticos (ácido tricloracético al 30-70% o nitrato de plata).
Las verrugas extensas mejoran o desaparecen con isotretionína oral o etretinato. El Interferón alfa, administrado en la lesión o intramuscular también cura las verrugas intratables de la piel o genitales.
En casos resistentes puede recurrirse a la crioterapia, consiste en congelar la verruga durante 15 a 30 segundos con nitrógeno líquido, con buenos resultados, aunque suele requerirse una segunda intervención. La electrocoagulación con legrado puede resultar satisfactoria cuando hay una lesión o unas cuantas, pero puede producir cicatrices. La laserterapia puede resultar útil, pero también se asocia con cicatrices.
En un 35% de los pacientes se producen recidivas o aparición de nuevas verrugas en el primer año después del tratamiento, por lo que se recomienda evitar en lo posible los métodos que produzcan cicatrices.
Recientemente está disponible el imiquimod que no es más que un agente inmunomodulador, que ha demostrado una buena eficacia en el tratamiento del condiloma acuminado (verrugas genitales).