Cada uno, cuando juega, se autoimpone los desafíos que le den la gana. Hemos visto de todo y, desde luego, este es como poco curioso. En The Witcher 3: Wild Hunt, un jugador se ha obligado a derrotar a absolutamente todos los jefes del juego en ropa interior y sin usar las Señales más que cuando el juego te obliga a ello expresamente.
Estamos hablando de todos los jefes, no sólo los de la historia principal, todo ello en la dificultad Marcha de la Muerte. Es decir, los objetivos de los Contratos de Brujo también. Sólo hay tres momentos en los que Aeraloth usa Señales: contra tres espíritus contra los que, como sabréis, sin usar Yrden se hace brutal e innecesariamente largo, contra dos gólems contra los que es obligatorio para poder avanzar, y contra otro jefe, en las mismas circunstancias de obligatoriedad.
Por lo demás, bravo. Es una situación ridícula para matar monstruos pero, desde luego, es llamativo.