THQ cerró para siempre en 2013, la que fuera editora de juegos como Darksiders, Homefront o Saints Row. Ahora, uno de los estudios que poseían, Nordic Games, la ha devuelto un poco a la vida, aunque solo sea metafóricamente y con un movimiento interesante, incorporar en su nuevo nombre el logotipo de THQ en su última etapa, pues tenían los derechos desde 2014.
Esta nueva posición, curiosa por el cambio de tornas diametral, no es únicamente algo simbólico, sino que viene a representar la nueva filosofía de trabajo a gran escala que tendrá THQ Nordic, ques es como se llaman ahora, siendo también distribuidora de otros estudios «de calidad». Han explicado:
«Este movimiento representa el acercamiento necesario al núcleo de lo que estamos haciendo, más allá de obtener una cartera de videojuegos muy competitiva. Era nuestro siguiente paso en la evolución como compañía, una forma fácil de decir que aquí estamos y a un tamaño mucho mayor para ofrecer al consumidor las mejores experiencias».