Parece que Bandai Namco ha prestado atención a lo que sucedió con Street Fighter V. El ragequit, término que define la desconexión de la red de forma voluntaria por parte de un jugador para evitar la derrota, es una de las mayores lacras del juego, de la que hoy día se sigue hablando. Tekken 7 ya tiene prevista esta situación y hay preparadas medidas para evitarlo.
«No puedes evitar que alguien, físicamente, tire del cable LAN, así que lo único que puedes hacer es que no quieran hacerlo a base de imponer una serie de penalizaciones. Aunque ahora mismo no podemos dar muchas más explicaciones, tenemos planeadas varias penalizaciones para esa situación. No queremos entrar en muchos detalles ahora mismo porque hackers y demás gente empezaría a pensar en cómo sortearlo. Pero tenemos planes al respecto», ha explicado el propio Katsuhiro Harada.
En lo que se refiere al juego cruzado, es una idea que le interesa. Harada explica que, a nivel tecnológico no tiene grandes complicaciones, pero que el problema está en que los juegos de lucha son peer-to-peer, es decir, conectan directamente a los jugadores. Esto implicaría tener en cuenta que los protocolos de seguridad, datos sobre IDs y demás asuntos deberían poder hacerse compatibles para dar esta opción.