En una entrevista concedida al portal Siliconera, que se centra principalmente en títulos del mercado asiático, Taro Yoko, creador de la saga Drakengard y responsable directo de la primera y tercera entrega, así como de Nier, ha explicado el por qué de una constante en sus juegos: los finales múltiples.
Estos múltiples finales se basan en el «Y si…», es decir lo que habría sucedido de cambiar alguna de las circunstancias del argumento: que nuestro protagonista se encuentre con un personaje que supuestamente no debería conocer hasta más tarde, que acabe con un enemigo clave para el desarrollo posterior de la historia…
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«Cuando creé Drakengard nos dijeron que no habría secuela, así que no me lo pensé. Pusimos varios finales para el juego. Con el catastrófico resultado que todos conocéis», en referencia a que cada final es realmente… peor que el anterior, más trágico y que complicaba una historia ya retorcida de por sí.
Esta constante pasó de la generación de PS2 a PS3, en la que tanto Nier como Drakengard 3 nos ofrecen múltiples finales que dependen de que cumplamos una serie de condiciones y nos presenta historias y tramas realmente complejas, oscuras y trascendentales.