A través de un comunicado en su página web, Sony ha anunciado el cierre de hasta 20 tiendas en Estados Unidos, manteniendo abiertas únicamente 11 tiendas en todo el territorio. Esta medida viene en consonancia con el despido de alrededor de 1.000 empleados que se producirá durante el presente año.
Estas medidas van enfocadas a reducir los costes de la compañía de origen nipón, que desde el día 6 de febrero está llevando a cabo un plan de reestructuración de toda la empresa. “Si bien estos movimientos eran extremadamente difíciles, eran absolutamente necesarios para posicionarnos en el mejor lugar posible en el mercado para el futuro crecimiento”, afirma Mike Fasulo, director general de Sony Electronics, en el comunicado.
El objetivo final, por el cual se piensa reducir la plantilla durante el proceso en 5.000 empleados, es la de “mantener la competitividad en la evolución del mercado de la electrónica de consumo”.