Hemos llegado a un punto en el que la inclusión de una entrada de disco para una consola debería considerarse un absurdo. Muchas compañías anuncian las versiones físicas de sus juegos para incluir en esta material de colección, pero por lo demás parece un ítem innecesario considerando la cantidad de juegos disponible en servicios en línea como PlayStation Store.
Durante el episodio 106 de Pachter Factor, el analista de Wedbush Securities Michael Patcher abordó su opinión respecto al tema aplicándolo a las consolas de próxima generación.
Si vas a comprar una consola a un minorista, no puedes decirle «Oye, por favor promueve y vende mi equipo pero no tendremos juegos disponibles, así que cuando vendas la consola a tus clientes nos quedaremos con ellos y sus relaciones contigo, les haremos descargar todo y ¡Púdrete!, nunca venderás un juego de nuevo».
Debes dar una concesión a los minoristas para que al menos conserven la esperanza de que al menos regresen a comprar discos. La otra razón para la existencia de una unidad de disco es que hay una porcentaje considerable de consumidores -diría que un cincuenta por ciento- que encuentra valor en el concepto de los juegos usados, ya sea como vendedores, como intercambio de forma que tengan su dinero de vuelta, o como comprador porque son baratos y quieren comprar juegos viejos.
Si bien Michael hablaba específicamente de las funciones Xbox Play Anywhere, es fácil entender la inclusión de unidades de disco en consolas que a estas alturas ya no las necesitan. También existe cierto orgullo en poseer una copia física de un juego ahora que se ha difundido tanto la distribución digital, por lo que es una estrategia posible para aquellos que deseen sacar buen provecho de propiedades intelectuales bien establecidas.
¿Crees que en el futuro todavía habrá lugar para versiones en físico de los videojuegos? ¿Cuantas generaciones crees que pasen antes de que consigan una alternativa a las funcionalidad de los discos?