El lanzamiento de PS5 ha sido todo un acontecimiento mundial por la gran popularidad de la consola y los problemas de stock de los que ha sufrido Sony para satisfacer la alta demanda. Sin embargo, la noticia de hoy es mucho más alucinante e inesperada, y una muestra de lo que puede causar el ferviente deseo por hacerse con una de estas consolas, sin pensar en las consecuencias.
Concretamente, un hombre fue obligado por su esposa a vender su PS5 después de que ella descubrió que la consola no se trataba de un purificador de aire, tal y como le quiso hacer creer su esposo para poder conservarla.
Para colmo de males, el hombre tuvo que vender la consola muy por debajo del precio oficial de venta de la misma, así que ni siquiera pudo recuperar la totalidad del dinero invertido, más allá del desahucio que le generó tener que desprenderse de ella tras su vil intento de engaño.
Todo este inusual suceso ocurrió en Taiwán y se ha dado a conocer gracias a Jin Wu, nada más y nada menos que la persona que compró la PS5 en cuestión, y se encargó de desvelar los detalles de esta historia, que para él ha sido una increíble ganga y para su contraparte una historia de terror.
Para empezar, Wu comenta que encontró una PS5 con un precio absurdamente bajo en una página de internet. La consola había sido publicada por una mujer y no parecía tener algún tipo de desperfecto a simple vista.
Ambas partes acordaron el lugar de entrega, pero para sorpresa del comprador, el vendedor al final del día era un hombre y no una mujer, contrario a lo que se describía en la página.
Lógicamente, esto le pareció extraño al comprador y procedió a preguntarle acerca del estado de la consola para descartar alguna estafa. Asimismo, al ver que todo estaba en orden, Wu no pudo evitar preguntarle al hombre la razón por la que estaba vendiendo su PS5 a un precio tan bajo.
El hombre respondió: «Quien quiere vender la consola es mi esposa, parece que las mujeres aún notan la diferencia entre una PS5 y un purificador de aire«.
Al escuchar la respuesta, Wu entendió la compleja situación en la que estaba inmerso el vendedor y admitió «sentir el dolor en los ojos del vendedor«, aunque eso no lo detuvo de aprovechar la oferta y llevarse a casa su PS5 a un precio inmejorable.
¿Tienes alguna moraleja para esta historia?