Después de que Nintendo Switch haya sido el lanzamiento de hardware de consolas del año, Microsoft tiene el campo vacío. El lanzamiento de Xbox One X se hace en un buen momento, pero el problema está lógicamente en la confianza del consumidor. La empresa no tiene miedo: cuando empiecen a compararla con otras máquinas del mercado, saben que ganarán.
No es de extrañar que hablemos de este obstáculo que van a tener en su camino. Después de la revisión de PS4 Pro, el jugador está algo «quemado». Sin embargo, Aaron Greenberg, ejecutivo de Microsoft, explica que no tienen miedo de lo que ha pasado en otros casos, precisamente porque en la comparación saben que estará el éxito.
Así lo ha afirmado en una entrevista concedida a DualShockers. La potencia de la máquina es indiscutible, pero el problema está precisamente en que aún no han empezado las comparaciones. Hasta que eso suceda, por ahora no es más que un montón de hardware. Pero, por supuesto, las ventas parece que acompañarán a la consola.