Microsoft anuncia lo que parecía la crónica de una muerte anunciada: cesa la producción de Kinect. El dispositivo que se estrenó en Xbox 360 y que fue obligatorio en las primeras versiones de Xbox One, deja de fabricarse. No obstante, desde la compañía norteamericana aseguran que seguirán dando soporte al periférico a través de su servicio de atención al cliente.
Kinect comenzó su andadura comercial en el año 2010. Este dispositivo de detección de movimiento prometía grandes avances para los usuarios de Xbox 360, en el mismo momento en el que Wii y su control por movimientos arrasaban en el mercado. En 2013, la versión 2.0 de Kinect se integró de forma obligada con los primeros modelos de Xbox One.
Hasta el momento se han vendido unos 35 millones de unidades en todo el mundo. Desde hace algún tiempo es imposible comprarlo a través de la tienda oficial de Microsoft y su uso en Xbox One y PC había pasado a un segundo plano, por lo que el anuncio del cese de su producción no ha pillado desprevenido a nadie.