No es secreto que el subgénero de disparos en primera persona, Batalla Campal, ha ganado una popularidad incomparable estos últimos años con su competidor en la cima siendo PlayerUnknown’s Battlegrounds, también conocido por sus siglas PUBG. Este, sin embargo, se ha visto eclipsado por la aparición de su último contendiente, Fortnite.
PUBG es un juego que se paga una vez por $30 y todo su contenido es accesible con la posibilidad de pagar un poco más por accesorios de tipo cosmético. Fortnite, en cambio, comenzó como beta paga para luego convertirse en un juego gratuito con microtransacciones.
Con este modelo, Fortnite se convirtió en uno de los vídeo juegos más populares de este año y el anterior, alcanzando para febrero una cifra en ganancias de 126 millones de dólares en comparación con PUBG que solo alcanzó 103 millones.
Otro factor que pudo haber influenciado estas cifras es la diferencia de optimización entre ambos juegos: Muchas de las quejas recibidas por jugadores de PUBG es la cantidad de lag que tiene aún después de haber salido de Beta; Fortnite, en cambio, aún cuando es un juego donde puedes destruir y edificar a tu alrededor, no tiene estos problemas ni de parte del ordenador ni de la conexión al servidor.
Esto combinado con su accesibilidad para múltiples consolas, gráficos más caricaturescos para adaptarse a una edad más infantil, una curva de aprendizaje más favorable y su única y sencilla mecánica de construir donde sea para sacar mejor provecho de la arena de combate, le permitió superar en ventas a su competidor en el que se inspiró, no solo en ventas sino en su popularidad en Twitch.
Para los que todavía no han probado este juego, Fortnite está disponible para PlayStation 4, XBox One, Mac y PC. Si quieres saber más sobre este juego, puedes hacerlo accediendo a su página web oficial.