Que la saga comenzada en Rapture sentó un precedente en cómo no todos los FPS tenían que ser clónicos, huecos, con personajes sin carisma, repetitivos y centrados en el online es un hecho. Incluso la segunda entrega, duramente criticada por prácticaente convertirse en ello, cosechó críticas bastante decentes tanto entre los profesionales como los jugadores.
Sin embargo, desde Take-Two creen que la serie no ha tocado techo, ni muchísimo menos. La opinión de Strauss Zelnick, máximo responsable del grupo, es que el juego aún tiene que alcanzar su máximo potencial comercial.
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2K Marin será el equipo responsable del futuro de Bioshock, pero aún no está claro en qué dirección avanzará el proyecto. «La pregunta, teniendo en cuenta que queramos hallar la respuesta, sería cómo mantenerse fiel a esa creatividad, cómo crear algo emocionante, como hacer crecer esta idea de mercado…»
Por el momento todo en torno al futuro de la saga es borroso e incierto, pero desde luego no parece que en Take-Two quieran que desaparezca sin más.