A nadie le ha pasado desapercibido el enorme crecimiento que han experimentado los eSports en unos pocos años. Varias ligas profesionales, grandes audiencias y unos premios que se cuentan en millones de dólares. Su fama se extiende a nivel mundial y el impacto económico que generan es notable.
Como centro financiero mundial, Wall Street no ha permanecido impasible ante el auge de los eSports y firmas de la talla de Goldman Sachs ya han realizado análisis sobre su impacto futuro.
En un artículo publicado en la web económica The Street, recoge que en Goldman Sachs ven una imposición de los eSports sobre la Major League Baseball y la National Hockey League en materia de espectadores. Según la tendencia actual, se estima que los eSports tendrán una media de unos 167 millones de espectadores al mes este 2018.
En la firma de inversión afirman que para 2022 alcanzarán los 300 millones de espectadores a nivel mundial, colocándose a la par de la NFL. Fundamentan su análisis en la inmensa popularidad de juegos como Fortnite, el incremento en los premios de los torneos, el auge de sus retransmisiones en streaming y la mejora en las estructuras de sus ligas profesionales.
Los acuerdos y premios millonarios aumentan año tras año. Epic Games ha anunciado 100 millones de dólares en premios para el primer torneo eSport de Fortnite, Activision Blizzard ha firmado un acuerdo de 90 millones de dólares con Twitch por los derechos de retransmisión en streaming, y las finales de la Liga Overwatch, celebrada en el Barclays Center de Nueva York, vendió sus 20.000 asientos.
Con números así, Goldman Sachs espera que los eSports alcancen los 3.000 millones de dólares en 2022.
Actualmente, de los 2.200 millones de gamers activos en el mundo, solo el 5% forman parte de la audiencia de los eSports. Porcentaje que no deja de crecer mes a mes.