La llegada de Donald Trump a la presidencia estadounidense está siendo muy movidita, y ahora a los jugadores que vivan allí tampoco les va a gustar esta noticia. En una de las ponencias de ayer lunes, el político habló de un nuevo impuesto subido para las empresas extranjeras que no fabrican en el país, de manera que se encareciera la importación. El medio Polygon no ha tardado en revisar con lupa esta propuesta de ley y corroborar que eso afectaría de lleno al precio de las consolas y videojuegos, pues empresas como Sony, Nintendo, Square Enix o Konami son, como sabéis, de origen y manufactura japonesa. Al final, producto no fabricado en Estados Unidos.
La Entertainment Software Association (ESA), el mismo organismo norteamericano que organiza el E3 de Los Ángeles cada año, ya ha lanzado un comunicado oficial diciendo que van a movilizarse en contra de este aumento de coste para las empresas internacionales que no fabrican en Estados Unidos. Ven el nuevo impuesto como un obstáculo para la importación de cultura internacional y un verdadero peligro para el sector del videojuego.
De momento, Trump solo ha presentado la propuesta y todavía no se ha firmado ni puesto en marcha. Polygon indica que este nuevo impuesto de importación se podría ir en torno al 5% o el 10% de los precios de los productos importados, lo que haría, al final, que fuese el consumidor el que pagase esa subida de tasas para las distribuidoras y fabricantes extranjeras.
No hay demasiada información detallada al respecto aún pero estaremos muy encima de este asunto, que puede acabar afectando a la industria del videojuego a nivel internacional.