Desde que BioShock Infinite saliera a la venta en el año 2013 e Irrational Games echara el cierre, Ken Levine ha abandonado la primera plana de la prensa del videojuego para centrarse en un proyecto algo más pequeño, pero del que empieza a dar ya detalles, como la influencia que sobre el mismo han provocado juegos de la talla de Dying Light, Dark Souls y System Shock.
Estas declaraciones, recogidas por Gamespot, se produjeron en el marco de un evento “Take This Charity Livestream”, donde remarcó la “amplia gama de influencias” de este nuevo trabajo, tanto de juegos en primera persona (sistema en el que se construye el próximo juego) como de otros géneros.
Entre otros juegos, Ken Levine nombró títulos como Dark Souls, System Shock, La Tierra Media Sombras de Mordor, Civilization y Dying Light, aunque dejaba claro que no necesariamente el nuevo juego parecerá a ninguno de ellos. En todo momento se refirió al mismo como un proyecto “más pequeño, de emprendedor”, alejado las producciones triple A que había desarrollado últimamente.
Durante la semana pasada, Ken Levine explicó que el juego iba a tener un desarrollo en “un mundo abierto a pequeña escala”, y que su diseño estaba enfocado a ofrecer una gran rejugabilidad. Además, confesó que se tratará de un título de ciencia-ficción.