Cualquiera que sepa un poco de la carrera de Yoko Taro sabe que no es una persona precisamente normal. El director de NieR: Automata es la peor pesadilla de cualquier relaciones públicas, porque en términos generales no tiene mucho filtro. Hace poco él mismo reconocía que ahora mismo se ve como uno de aquellos grandes directores de videojuegos que cuando él era niño, parecían monstruos. Ahora, ha dado pistas sobre su próximo proyecto: podría dedicarse a la hostelería.
En una entrevista concedida a la prestigiosa revista Forbes, Taro explica cómo fue Gradius lo que le animó a convertirse en director de videojuegos, convencido de que este sería el futuro del entretenimiento digital, aunque ahora mismo cree que eso no ha llegado y la televisión y el cine siguen dominando ese mercado. Pero la parte más llamativa y fuera de lugar, son sus próximos planes: «En lo que respecta al futuro, esto pensando en volver a estar desempleado. Me aburro demasiado rápido, así que me gustaría probar algo nuevo. Algo del estilo de un restaurante me parece atractivo. Aunque parece un trabajo bastante duro«.
El problema está en que no hay manera de saber si lo decía en serio o no. Teniendo en cuenta el interesante aunque oscuro y deprimente tono que tienen sus juegos, seguramente saldríamos encantados con el servicio pero llorando.
En la misma entrevista, Yoko Taro también ha hablado de cómo fue su relación con los miembros de Platinum para llevar a buen puerto el desarrollo de Automata y cómo tuvo que mudarse a Osaka, cerca de las oficinas del estudio. «Yo estaba como director pero en realidad, lo que hacía era tomarme una cerveza y holgazanear. Los jóvenes miembros del equipo han creado el juego por entero». Como decía antes, la pesadilla de cualquier relaciones públicas.
«Como Platinum Games es el desarrollador de este último juego, las secuencias de acción son muy sofisticadas. Sin embargo, mantiene elementos del juego anterior, como esos cambios en la jugabilidad únicos. Esto sólo ha sido posible porque al personal de Platinum le gusta y respeta la primera entrega», sentencia.