El pasado mes de mayo recibíamos Doom, uno de los mejores shooters del año. Pero ése no es el Doom 4 que anteriormente estuvo en desarrollo y se anunció en 2008. Aquel juego se canceló por completo en 2011 e id Software empezó con este nuevo proyecto al principio llamado Doom 2014, optando mejor por el reinicio total, replanteamiento de las bases, dejar atrás todo lo que hizo Doom 3 hace hoy 12 años y hacer un reboot de la marca que recordara a los clásicos. Ahora sabemos más cosas de a qué se debió esa costosa y arriesgada decisión.
En el último episodio del documental sobre el juego del programa NoClip, varios empleados de id Software señalan que el proyecto de 2008 se sentía demasiado como otros shooters y muy poco como un Doom. El productor del juego, Marty Stratton, incluso llama a esta versión temprana de aquel juego «Call of DOOM», en clara mención al parentesco con el shooter bélico y anual de Activision. «Estaba mucho más cerca de algo como ese tipo de juego. Era mucho más cinematográfico, mucho más de historia», explica.
«Había muchos más personajes a tu alrededor con los que ibas estando a lo largo del juego. Definitivamente, era un entorno diferente, que tenía lugar en La Tierra. Se podría decir que era un tipo de experiencia mucho más guionizada, donde los jugadores iban limpiando zonas y luchando contra zombis… No se sentía tan Doom como creo que muchos esperábamos que se sintiera…»
También el director creativo, Hugo Martin, habla de aquel primer desarrollo para continuar sobre Doom 3: «Era más realista. Se trataba más del impacto global que supondría una invasión infernal. Era un concepto, y se podría ver por qué fuimos hacia allí, porque probablemente querríamos explorar eso también, pero mejor si no fuera un juego Doom. Aquel Doom 4 era un juego sobre grandes cosas realistas y más humanas».
Ambos trabajadores terminan diciendo que la cancelación de Doom 4 fue perfecta, sin problemas. Sin embargo, sí que señalan que contaron con espectaculares valores de producción, y que es una lástima que nunca llegaremos a verlo, o eso se cree.