Un mes nos separa de la salida de lo nuevo de Quantic Dream, y muchas son las preguntas. Actualmente, el videojuego ya ha entrado en su fase Gold y la gira promocional está en marcha.
Además de las cuestiones relativas a los problemas internos del estudio y la polémica por su escena de violencia doméstica, la mayor parte de las preguntas a las que se enfrentan los guionistas y creativos del título hacen referencia a las ramificaciones de la trama y la muerte de los personajes. Ya sabemos que en el distópico futuro (bastante creíble, por otro lado) de Detroit: Become Human, tanto el trío protagonista como el resto de los personajes pueden morir, y la historia continuará.
Cada decisión lleva a una consecuencia, muchas veces imprevisible, que dota a la trama de constante tensión. Pero en el estudio saben que no todos los jugadores están dispuestos a pasar por las mismas exigencias. Por ello, el título consta de dos niveles de dificultad: Casual y Experimentado.
Si elegimos Casual, los controles para las acciones son más simples y la posibilidad de morir por determinadas decisiones se reduce. Reduce, no desaparece. La muerte sigue al acecho.
El modo Experimentado es más inmersivo con controles más complejos y donde los errores conducen fácilmente a la muerte de algún personaje. Es el modo para quienes estén acostumbrados a los juegos de Quantic Dream o ya hayan realizado una toma de contacto con el modo Casual.
Hay que decir que en Detroit: Become Human tenemos una libertad de acción y decisión que no había en Heavy Rain, Beyond: Dos Almas o Fahrenheit. Toda situación tiene muchas formas de resolverse, incluso puede que haya situaciones que un jugador experimente y otro no, porque las zonas de este juego son más amplias.
Detroit: Become Human sale a la venta el 25 de mayo, y la demo con la negociación de Connor ya está disponible para su descarga en Playstation Store. ¿Salvarás a la niña? ¿Convencerás al secuestrador? ¿Lo matarás? ¿Morirá el propio Connor? Todo depende de ti.
