Siguiendo con la dinámica de nuestro concurso de relatos de Dead Island: RIptide, os dejamos con el tercero de los textos seleccionados que optará a ganar la espectacular Zombie Bait Edition que regalamos gracias a Koch Media España.
Os recordamos que durante esta semana (desde el lunes hasta el próximo viernes 3 de mayo) estamos publicando los textos de los cinco usuarios seleccionados para conseguir el premio estrella del concurso. El viernes, junto con el último relato, abriremos una encuesta especial para que podáis votar por vuestro favorito.
¡¡Mucha suerte a todos!!
por @ivalice27
Jamás pensé que podría vivir algo así, pero me vi envuelta en una serie de acontecimientos muy extraños y desde el primer momento supe que no saldría viva de aquí, por eso te escribo esto, si lo leyeras, voy a compartir contigo lo poco que sé y quizás así puedas entender lo ocurrido y poder buscar ayuda para ti y los demás si es que aún hay más gente con vida.
Lo que se supone que sería unas vacaciones maravillosas en una isla de ensueño se ha convertido en el más oscuro infierno que jamás pensaste ver, no queda nadie con vida, el ambiente está cargado y ya no huele a mar ni a piscinas, no quedan risas ni fiestas, solo queda este aire empobrecido, un basto olor y manto de sangre allá a dónde vayas.
Todos están muertos, lo que ves, es solo sombra de lo que fue, unos pocos intentamos sobrevivir un tiempo, el máximo que pudimos, éramos unas diez personas, desconozco si hubieran más de los nuestros en la isla, pero fue en vano, fuimos atacados hace exactamente dos días y murieron muchos, aún teníamos la vaga esperanza de poder ser rescatados pero la ayuda nunca llegó.
Hace dos días y medio, cuando desayunaba en el hotel dónde me hospedaba, en cuestión de segundos viví el episodio más escalofriante de toda mi vida: entraron en el comedor unas siete personas con la miraba perdida, llevaban la ropa desgarrada, algunos descalzos y caminaban de un modo extraño, entonces el camarero, se acercó a ellos y amablemente les invitó a marcharse del local tomándolos por solo unos borrachos a los cuales se les había ido la mano en alguna fiesta noctámbula de estas típicas del lugar que a tantos jóvenes atraía.
Cuando se les acercó, uno de estos seres, atacó sin medida el brazo del camarero provocando un gran charco de sangre y vísceras en el comedor, ese fue el comienzo del caos: cundió el pánico, todo el mundo corría, tiraban las mesas y eran atacados por más de estos seres, todo se cubrió de sangre.
No recuerdo bien como lo hice pero conseguí salir de allí, y corrí como jamás había corrido en toda mi vida, hasta llegar a la playa, no sabía que hacer y me escondí detrás de una barca en la arena, solo se oían gritos y desesperación.
Me dejé llevar por el pánico y me acurruqué tapándome los oídos, mi vida pasaba rápidamente, y deseaba que todo fuera un mal sueño.
No sé cuando tiempo estuve así, hasta que noté que alguien me apartaba las manos de la cabeza e intentaba hablarme… En un principio pensé que era uno de esos seres y el miedo se apoderó de mi, pero al mirar vi a un chico de mediana edad, corpulento y con una pala en la mano, me levantó y acompañó a una choza la cual estaba totalmente rodeada de muebles y otros enseres, supuse para atrincherar la zona. Cuando entré vi que había más gente, unos con las miradas perdidas y en silencio, otros lloraban y maldecían constantemente haber ido a aquel lugar,
Pasamos allí casi dos días, rodeados de estas hordas de personas sin vida, sedientas de carne, hasta que fuimos abordados y no pudimos aguantar más, nuestras fuerzas desfallecían a ritmo acelerado, y así entraron en la choza.
Ahora, me queda poco, conseguí escapar pero esta vez no tuve tanta suerte y he sido mordida. He visto a otras personas así, sé que vuelven, pero ya no son personas, están infectados y por lo tanto yo también lo estoy, y si te soy sincera hasta pienso que es lo mejor que me ha podido pasar, ahora solo tengo que esperar y dejarme llevar.
Puedo ser una de esas criaturas que verás a tu alrededor, que quizás acabe con un tiro o palazo en el cerebro, no lo sabremos nunca.
Pero si eres tú el que me ve, no dudes en hacerlo, mátame, salva tu vida o puedo ser yo la que acabe con ella.
No te acerques a ellos, no dejes que te vean, y sobre todo no tengas contacto físico.
Suelen ir en manadas, evita por todos medios enfrentarte a un grupo, recuerda que no somos héroes y las hordas son extremadamente peligrosas.
Para mi fue tarde, pero para ti puede que aún haya esperanza.
Podéis consultar las bases completas del concurso aquí: Participa en el terrorífico concurso de Dead Island: Riptide