Dragon Ball FighterZ funciona con un esquema de combate de tres contra tres, es decir, donde cada contendiente escoge a un trío de personajes para lanzarse a la pelea, sin posibilidad de jugar en un personaje contra otro personaje únicamente. Arc System Works tomó esta complicada decisión de diseño base por un motivo esencial, para permitir al juego contener un roster de luchadores desiguales, pues recordemos que junto a Goku Supersaiyán azul o Freezer, también hay personajes menores y directamente menos poderosos si hacemos caso al manga/anime dibujado por Akira Toriyama.
Lo ha explicado Tomoko Hiroki, productor del juego en Bandai Namco, en una entrevista con el portal VG247: «Una de las razones más importantes por las que decidimos funcionar con el 3v3 era, simplemente, porque en el anime Dragon Ball hay personajes que son mucho más fuertes que otros, ¿verdad? Así que si Krillin se enfrenta a Goku, sencillamente no puede ganarle solo. Y si lo hubiéramos equilibrado de tal forma que pudiera ganarle, entonces no estaríamos siendo tan fieles al anime. Pero a su vez, si no pudiera ganarle tampoco estaríamos creando un juego de lucha divertido y equilibrado. Era complicado».
«Todo eso es lo que queríamos lograr al convertirlo en un juego de lucha por equipos, en vez de en un uno contra uno, así que ese ejemplo de Krillin vale también para comprobar otra cosa: sus movimientos de ataque y habilidades específicas no son tan altas como las de Goku, pero sí que tiene una serie de comandos que pueden permitir dar mejor soporte a sus compañeros de trío. Creemos que apostando por este formato de equipos podemos equilibrar bien el juego y, al mismo tiempo, ser fieles al anime y el manga».
Dragon Ball FighterZ, sin duda, busca esa fidelidad al anime en casi todo. El juego no para de demostrar que está clavando las imágenes de la serie de televisión que todos conocemos, los planos, los gestos de los personajes, su ritmo y estilo de combate… Saldrá en febrero de 2018 y es, a día de hoy, el juego de lucha 2D más esperado.