Así es Edward Kenway
Ubisoft nos describe al protagonista de Assassin's Creed IV Black Flag
Pocos meses quedan ya para que la cuarta entrega numérica de la saga Assassin’s Creed salga al mercado y entre tanto la compañía francesa sigue difundiendo más información acerca del juego. En esta ocasión trata de desentrañar la figura del protagonista, Edward Kenway, comparando su personalidad y su forma de actuar con la de los diferentes asesinos que hemos podido ver en cada una de las aventuras de la saga.
Para ello, uno de los guionistas de Ubisoft Monteral se ha encargado de dar algunas pinceladas sobre lo que supondrá el carácter de Edward Kenway. “La forma en la que Edward se introduce en el conflicto de Asesinos y Templarios es sorprendente y supone un nuevo enfoque en la historia”, decía Darby McDevitt. “Altaïr nació en ella. Ezio y Connor lo hicieron a través de la tragedia personal, conocieron a los Assassins y sintieron que no sólo se trataba de una buena filosofía, sino que ayudaría a lograr sus metas”.
Sin querer descubrir demasiados datos sobre la historia, Darby McDevitt hablaba seguidamente de que Edward Kenway se ve envuelto en el conflicto cuando descubre la existencia de un objeto capaz de hacerlo rico y poderoso. Desde ese punto en adelante, intentará convertirse en un hombre mejor de lo que es, pero sin abandonar su propósito de ser un infame y respetado pirata.
También lo compara con su nieto, el protagonista de Assassin’s Creed III. “Edward es casi un contrapunto a Connor de alguna manera”, aseguró McDevitt. “Connor empieza de forma muy idealista y la experiencia que tiene a través de Assassin’s Creed III le deja realmente cansado. Él está haciendo un montón de acciones que considera buenas, pero no las lleva a cabo de la forma correcta”.
Sin embargo, la trayectoria de Edward es completamente inversa a la de Connor, desvelando McDevitt que el equipo trató de hacer que cada miembro de la familia Kenway tuviera una personalidad extremadamente distinta. “Así que empecé con un tipo que estaba hastiado. Era cínico. Estaba fuera de sí mismo”, escribía. “Tiene un matrimonio inestable. Está lejos de su esposa. Trata de demostrar que es un hombre digno de su afecto, así que va a las Indias Occidentales para convertirse en un corsario, pero se desmorona rápidamente y acaba cayendo en la piratería”.
Este carácter tan inestable, e incluso su egoísmo, son capaz de verlo el resto de la Hermandad, aunque en el fondo saben que Edward Kenway tiene un buen corazón. “Él va a entrar en contacto con los Templarios al mismo tiempo que se sigue interesando por él mismo”, afirmaba. Edward quiere ser famoso, quiere ser rico y quiere ser un gran capitán pirata. “Ese es el conflicto central en nuestra historia: su actitud y las personas que quieren un trozo de él de diferentes formas, y como él se ocupa de todo eso”.