¿Qué hace un hombre que decide que su saga estrella ya se le queda pequeña? O, en su defecto, que simplemente no quiere hacer más juegos de ella. Pues buscarse un nuevo reto y crear un nuevo proyecto. Con la conclusión de la saga Souls, Hidetaka Miyazaki, su director, dice que le da igual que su próximo juego se parezca o deje de parecer a Dark Souls.
En declaraciones a la revista Gematsu, Miyazaki explica cómo realmente buscar parecidos o evitarlos es algo que no le preocupa especialmente: «Dado que ya he empezado a trabajar en varios [proyectos], sería un poco spoiler si dijera algo [sobre la temática o ambientación de esos proyectos]. Lo que sí que puedo decir es que nuestra postura en cuanto a producción de videojuegos no ha cambiado. Al hacer un nuevo juego, no nos concienciamos de hacer algo que se parezca a Dark Souls, o en su defecto, que no se parezca a Dark Souls. Sin preocuparme sobre si se parece o no, planeo hacer el juego que quiera hacer ahora, y eso es interesante y vale la pena«.
Por favor, que nadie le quite esa idea de la cabeza. Se parezca o no, la última vez que le dejaron hacer algo nos dio Bloodborne y eso es razón más que suficiente.