Guts y Griffith se ven las caras en un musou que repite patrones pero que aprovecha la brutalidad del manganime para volver a darnos horas y horas de diversión y espadazos.
Guts y Griffith se ven las caras en un musou que repite patrones pero que aprovecha la brutalidad del manganime para volver a darnos horas y horas de diversión y espadazos.