SaiSaEr
Saisaer
Una constante dentro del mundo de los juegos con opciones PvP es el trolleo. El que nunca se haya reído viendo como a alguien le tocan las narices, que levanten la mano. Desde el puñetero que se pone en medio de una puerta y no te deja pasar al que simplemente aparece con algún vestuario ridículo y se pone a bailar. En el mundo de Dark Souls 3 tampoco podían faltar trolleos, como el que tenéis bajo estas líneas que pertenece al DLC del fin del mundo.
Ese escudo no es como el que había en Dark Souls 2, que eran dos piezas independientes, sino que es una sola arma que al usar la opción de usar las dos manos, pone una puerta en cada una de ellas, dejando la opción de crear una defensa casi impenetrable. Y la opción de trollear invadiendo en equipo, claro. Es divertido de ver, pero duro de sufrir.
Hay otros momentos de trolleo multijugador memorables, como aquel que daba de comer a los cocodrilos o, yéndonos a la parte más imaginativa, al que suplantaba al puñetero Patches, al que, por cierto, os recomendamos buscar en el último DLC. Oh sí, está por ahí. Patches ha conseguido llegar al fin del mundo, ¿quién lo iba a decir?
Ese escudo no es como el que había en Dark Souls 2, que eran dos piezas independientes, sino que es una sola arma que al usar la opción de usar las dos manos, pone una puerta en cada una de ellas, dejando la opción de crear una defensa casi impenetrable. Y la opción de trollear invadiendo en equipo, claro. Es divertido de ver, pero duro de sufrir.
Hay otros momentos de trolleo multijugador memorables, como aquel que daba de comer a los cocodrilos o, yéndonos a la parte más imaginativa, al que suplantaba al puñetero Patches, al que, por cierto, os recomendamos buscar en el último DLC. Oh sí, está por ahí. Patches ha conseguido llegar al fin del mundo, ¿quién lo iba a decir?
