Take-Two ha anunciado hoy que ha llegado a un acuerdo con World Wrestling Entertainment (WWE), THQ, y el estudio Japonés Yuke, para hacerse con los derechos de publicación de los videojuegos de lucha de la WWE.
Take-Two se convertirá ahora en la distribuidora y editora de los próximos juegos de WWE, que seguirán siendo desarrollados por Yuke, compañía conocida por crear junto a THQ los juegos de WWE desde el año 2008 junto a dos juegos de ka franquicia UFC Undisputed y el título descargable Real Steel.
El comunicado enviado por Take-Two para confirmar la compra reza lo siguiente:
El acuerdo entre las compañías anula los contratos existentes con THQ, permitiendo además la retirada de la demanda que WWE había presentado contra THQ, y en la que le solicitaba el pago de 45 millones de dólares por el contrato de licencia de WWE, que finalizaba en 2017. Mientras que tendrá que pagar 650.000 dólares en royalties por las ventas de juegos de WWE conseguidas durante el proceso de quiebra.
Yuke también ha acordado retirar la suya, en la que solicitaba entre 15 y 20 millones a THQ por el impago del desarrollo de WWE '13 y del nuevo juego de 2014. El estudio va a recibir a cambio acciones por valor de unos 4,5 millones y un pago de royalties de 250.000 dólares.
THQ traspasará también a Take-Two equipamiento de desarrollo por valor de 75.000 dólares junto a todos los contenidos (imágenes, vídeos, etc..) de WWE. Mientras que Take-Two se hará con 20 de los empleados de la compañía.
Take-Two se convertirá ahora en la distribuidora y editora de los próximos juegos de WWE, que seguirán siendo desarrollados por Yuke, compañía conocida por crear junto a THQ los juegos de WWE desde el año 2008 junto a dos juegos de ka franquicia UFC Undisputed y el título descargable Real Steel.
El comunicado enviado por Take-Two para confirmar la compra reza lo siguiente:
"Podemos confirmar que hemos llegado a un acuerdo para publicar los videojuegos de la serie WWE desarrollados por Yuke. En este momento, el acuerdo está pendiente de la aprobación del tribunal y esperamos que se complete en breve. Estamos muy entusiasmados con el potencial de este acuerdo y pronto ofreceremos nuevos detalles"
El acuerdo entre las compañías anula los contratos existentes con THQ, permitiendo además la retirada de la demanda que WWE había presentado contra THQ, y en la que le solicitaba el pago de 45 millones de dólares por el contrato de licencia de WWE, que finalizaba en 2017. Mientras que tendrá que pagar 650.000 dólares en royalties por las ventas de juegos de WWE conseguidas durante el proceso de quiebra.
Yuke también ha acordado retirar la suya, en la que solicitaba entre 15 y 20 millones a THQ por el impago del desarrollo de WWE '13 y del nuevo juego de 2014. El estudio va a recibir a cambio acciones por valor de unos 4,5 millones y un pago de royalties de 250.000 dólares.
THQ traspasará también a Take-Two equipamiento de desarrollo por valor de 75.000 dólares junto a todos los contenidos (imágenes, vídeos, etc..) de WWE. Mientras que Take-Two se hará con 20 de los empleados de la compañía.
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