El mundo de los videojuegos, al igual que otros sectores, no ha sido ajeno a las modas. Si en la generación de 8 bits triunfaron los plataformas, en la de 16 bits los juegos de lucha y con la llegada de las 3D se popularizaron los juegos de rol y de aventuras, en la generación actual, los juegos de acción, tanto en primera como en tercera persona, son los juegos que mayores ventas están consiguiendo. Estos juegos han cambiado la idea que teníamos de jugar a videojuegos, el poder jugar a través de internet, tanto a juegos online competitivos como en juegos cooperativos ha hecho que a partir de ahora todos los juegos tengan incorporados estos modos de juego que alargan la vida del juego ostensiblemente y que mejoran el aspecto multijugador de los títulos, porque, ¿acaso alguien echa de menos el multijugador a pantalla partida?
En cuanto a los juegos cooperativos, el referente sin duda alguna lo encontraríamos en Gears of War, juego que los popularizó hasta tal extremo que su campaña individual estaba condicionada al juego cooperativo. El éxito del modo cooperativo es fácilmente explicable ya que la sensación y la comodidad de jugar con un amigo, cada uno desde su casa, es muy superior a otras experiencias multijugador de anteriores generaciones. Su éxito ha hecho que compañías como Capcom sacaran la última entrega de su franquicia estrella, Resident Evil, apostando totalmente por el modo cooperativo.
Entre todos los juegos que han incorporado el modo cooperativo destacó especialmente Army of Two. Un juego que salió a principios de 2008 y donde se apostaba claramente por la experiencia cooperativa. El juego tuvo diversos problemas, como una duración algo corta, argumento y situaciones poco innovadoras y una inteligencia artificial del compañero bastante deficiente para el que lo jugara solo, pero fue bien recibido en general y tuvo los suficientes fans para que EA Montreal se pusiese manos a la obra para traernos casi dos años después su continuación.
En menos de un mes nos llega esta segunda parte en la que EA Montreal espera solucionar todos los problemas del original y mejorar la experiencia jugable para, esta vez sí, conseguir un juego redondo en todos los sentidos. Con el juego casi acabado, hemos probado dos nuevos niveles que se añaden a los ya vistos del inicio del juego, también se sitúan al principio del juego. Si al primer juego se le acusó de no saber exprimir todas las posibilidades del juego cooperativo, esta vez el trabajo en equipo va a ser fundamental para avanzar en el juego, no sólo en momentos puntuales sino también en los combates, mucho más difíciles esta vez, y en donde se nos exigirá mucha compenetración ya que el número de enemigos ha aumentado notablemente. La pauta de los enemigos se ha vuelto más agresiva, nos flanquean con facilidad, se reagrupan en la defensa y se reparten en el ataque sin darnos respiro, ya no serán simples dianas. Ante esto, sólo nos queda coordinarnos bien con nuestro compañero, siendo más fundamental que nunca sobre quien repartimos la atención de los enemigos. La atención, medida con una barra, variaría de uno a otro dependiendo quién dispare o se muestre más y hará que los enemigos se centren en él.
En un nivel teníamos que rescatar a una chica raptada en un edificio. Seguimos en la ciudad de Shanghái, donde se desarrollará todo el juego. Según nos abríamos paso a través de los pasillos nos iban apareciendo enemigos parapetados a los cuales atacar de frente en un acto suicida. Siempre podemos decidir mediante un mini juego de piedra, papel y tijera, quién entra en las salas o quién es el primero en avanzar, muy importante de cara a la estrategia. La mejor forma de salir de estos enfrentamientos es que un jugador dispare para llamar la atención y el otro aproveche que los enemigos apuntan a su compañero para irlos eliminando. Poco a poco se van abriendo los escenarios y con ello las posibilidades, permitiendo en muchos casos poder flanquear a los enemigos para matarlos a placer mientras el compañero hace de cebo. Para estos casos nada mejor que usar el escenario también con nuevas coberturas móviles. Otra táctica de distracción muy interesante es la de hacerse el muerto, pero muy peligrosa ya que los enemigos se darán rápidamente cuenta.
Ya que la cooperación es fundamental, el juego nos facilita algo las cosas con una cámara arriba a la derecha de la imagen donde se nos muestra a nuestro compañero, aunque también tenemos la opción de quitarla. Los escenarios interiores no destacan precisamente en detalles, ni tampoco hay muchos elementos destructibles, por lo que tras un tiroteo, una sala quedará prácticamente igual que antes del tiroteo. Tras llegar hasta la sala donde tienen cautiva a la rehén, llegamos a las partes más espectaculares del juego: el momento de salvar a los rehenes. Siempre custodiados por varios terroristas, tendremos que realizar una maniobra rápida y efectiva entre los dos compañeros. En nuestro caso, uno se mostraba con las manos levantadas en señal de rendición provocando su atención y caminando hacia ellos, mientras el otro compañero cogía por la espalda desprevenidos a los terroristas. Fácil y espectacular.
Tras rescatar a la chica en cuestión, se nos une en su huida, con arma en mano, como un miembro más de nuestro equipo. No deja de sorprendernos que un simple civil pueda defenderse tan bien en el combate, más aún viendo la gran puntería que tiene. Al salir del edificio volveremos a enfrentarnos a más grupos armados. Aquí también veremos nuevos añadidos jugables. Podremos romper objetos metálicos del escenario para usarlos de escudo, muy útil si lo usamos para cubrir a nuestro compañero y movernos sin recibir daño. También podemos disparar mientras colgamos de un saliente o apoyándonos en nuestro compañero. Ya en la azotea, tendremos un momento de respiro mientras decidimos como salimos del edificio, cabe destacar aquí que en los momentos de calma, los dos protagonistas se quitan las máscaras y se les puede ver los rostros, bien detallados. Nada increíble, pero gráficamente a la altura.
El siguiente nivel, continuación de este último, empezaremos de manera espectacular, huyendo del edificio bajando por una estructura de madera controlada por una grúa. Mientras bajamos, apoyados espalda contra espalda, el tiempo se ralentizará para darnos más tiempo a disparar. Según bajamos empezarán a salir enemigos de todos los pisos para impedirnos llegar abajo. La secuencia, de unos 5 minutos, es lo más espectacular de todo lo que hemos jugado del juego. A partir de aquí, volvemos a las calles de Shanghái, donde volveremos a enfrentarnos a nuevas oleadas de terroristas. Esta vez nuestras principales coberturas serán los coches desperdigados por las calzadas.
Hasta aquí llegaban los nuevos niveles mostrados. Este juego se acerca mucho a las aventuras de acción estadounidenses, llenas de acción. momentos tensos y muchos tiroteos. Es lo que pretende, ni más ni menos, pasar un rato agradable con un amigo. Pero hay que apuntar que en esta ocasión la estrategia y la cooperación entre los dos es más fundamental que nunca, el juego no es para nada sencillo, si no cooperamos vamos a encontrarnos muchas veces con la pantalla de game over. Parece ser que las promesas de hacer un juego donde la cooperación sea clave esta vez sí se van a cumplir. Sólo queda esperar a ver el resultado final el próximo mes. Sin duda el 2010 empieza muy fuerte.
En cuanto a los juegos cooperativos, el referente sin duda alguna lo encontraríamos en Gears of War, juego que los popularizó hasta tal extremo que su campaña individual estaba condicionada al juego cooperativo. El éxito del modo cooperativo es fácilmente explicable ya que la sensación y la comodidad de jugar con un amigo, cada uno desde su casa, es muy superior a otras experiencias multijugador de anteriores generaciones. Su éxito ha hecho que compañías como Capcom sacaran la última entrega de su franquicia estrella, Resident Evil, apostando totalmente por el modo cooperativo.
Entre todos los juegos que han incorporado el modo cooperativo destacó especialmente Army of Two. Un juego que salió a principios de 2008 y donde se apostaba claramente por la experiencia cooperativa. El juego tuvo diversos problemas, como una duración algo corta, argumento y situaciones poco innovadoras y una inteligencia artificial del compañero bastante deficiente para el que lo jugara solo, pero fue bien recibido en general y tuvo los suficientes fans para que EA Montreal se pusiese manos a la obra para traernos casi dos años después su continuación.
En menos de un mes nos llega esta segunda parte en la que EA Montreal espera solucionar todos los problemas del original y mejorar la experiencia jugable para, esta vez sí, conseguir un juego redondo en todos los sentidos. Con el juego casi acabado, hemos probado dos nuevos niveles que se añaden a los ya vistos del inicio del juego, también se sitúan al principio del juego. Si al primer juego se le acusó de no saber exprimir todas las posibilidades del juego cooperativo, esta vez el trabajo en equipo va a ser fundamental para avanzar en el juego, no sólo en momentos puntuales sino también en los combates, mucho más difíciles esta vez, y en donde se nos exigirá mucha compenetración ya que el número de enemigos ha aumentado notablemente. La pauta de los enemigos se ha vuelto más agresiva, nos flanquean con facilidad, se reagrupan en la defensa y se reparten en el ataque sin darnos respiro, ya no serán simples dianas. Ante esto, sólo nos queda coordinarnos bien con nuestro compañero, siendo más fundamental que nunca sobre quien repartimos la atención de los enemigos. La atención, medida con una barra, variaría de uno a otro dependiendo quién dispare o se muestre más y hará que los enemigos se centren en él.
En un nivel teníamos que rescatar a una chica raptada en un edificio. Seguimos en la ciudad de Shanghái, donde se desarrollará todo el juego. Según nos abríamos paso a través de los pasillos nos iban apareciendo enemigos parapetados a los cuales atacar de frente en un acto suicida. Siempre podemos decidir mediante un mini juego de piedra, papel y tijera, quién entra en las salas o quién es el primero en avanzar, muy importante de cara a la estrategia. La mejor forma de salir de estos enfrentamientos es que un jugador dispare para llamar la atención y el otro aproveche que los enemigos apuntan a su compañero para irlos eliminando. Poco a poco se van abriendo los escenarios y con ello las posibilidades, permitiendo en muchos casos poder flanquear a los enemigos para matarlos a placer mientras el compañero hace de cebo. Para estos casos nada mejor que usar el escenario también con nuevas coberturas móviles. Otra táctica de distracción muy interesante es la de hacerse el muerto, pero muy peligrosa ya que los enemigos se darán rápidamente cuenta.
Ya que la cooperación es fundamental, el juego nos facilita algo las cosas con una cámara arriba a la derecha de la imagen donde se nos muestra a nuestro compañero, aunque también tenemos la opción de quitarla. Los escenarios interiores no destacan precisamente en detalles, ni tampoco hay muchos elementos destructibles, por lo que tras un tiroteo, una sala quedará prácticamente igual que antes del tiroteo. Tras llegar hasta la sala donde tienen cautiva a la rehén, llegamos a las partes más espectaculares del juego: el momento de salvar a los rehenes. Siempre custodiados por varios terroristas, tendremos que realizar una maniobra rápida y efectiva entre los dos compañeros. En nuestro caso, uno se mostraba con las manos levantadas en señal de rendición provocando su atención y caminando hacia ellos, mientras el otro compañero cogía por la espalda desprevenidos a los terroristas. Fácil y espectacular.
Tras rescatar a la chica en cuestión, se nos une en su huida, con arma en mano, como un miembro más de nuestro equipo. No deja de sorprendernos que un simple civil pueda defenderse tan bien en el combate, más aún viendo la gran puntería que tiene. Al salir del edificio volveremos a enfrentarnos a más grupos armados. Aquí también veremos nuevos añadidos jugables. Podremos romper objetos metálicos del escenario para usarlos de escudo, muy útil si lo usamos para cubrir a nuestro compañero y movernos sin recibir daño. También podemos disparar mientras colgamos de un saliente o apoyándonos en nuestro compañero. Ya en la azotea, tendremos un momento de respiro mientras decidimos como salimos del edificio, cabe destacar aquí que en los momentos de calma, los dos protagonistas se quitan las máscaras y se les puede ver los rostros, bien detallados. Nada increíble, pero gráficamente a la altura.
El siguiente nivel, continuación de este último, empezaremos de manera espectacular, huyendo del edificio bajando por una estructura de madera controlada por una grúa. Mientras bajamos, apoyados espalda contra espalda, el tiempo se ralentizará para darnos más tiempo a disparar. Según bajamos empezarán a salir enemigos de todos los pisos para impedirnos llegar abajo. La secuencia, de unos 5 minutos, es lo más espectacular de todo lo que hemos jugado del juego. A partir de aquí, volvemos a las calles de Shanghái, donde volveremos a enfrentarnos a nuevas oleadas de terroristas. Esta vez nuestras principales coberturas serán los coches desperdigados por las calzadas.
Hasta aquí llegaban los nuevos niveles mostrados. Este juego se acerca mucho a las aventuras de acción estadounidenses, llenas de acción. momentos tensos y muchos tiroteos. Es lo que pretende, ni más ni menos, pasar un rato agradable con un amigo. Pero hay que apuntar que en esta ocasión la estrategia y la cooperación entre los dos es más fundamental que nunca, el juego no es para nada sencillo, si no cooperamos vamos a encontrarnos muchas veces con la pantalla de game over. Parece ser que las promesas de hacer un juego donde la cooperación sea clave esta vez sí se van a cumplir. Sólo queda esperar a ver el resultado final el próximo mes. Sin duda el 2010 empieza muy fuerte.