JUST CAUSE 2
Destruir, pilotar, disparar… un imposible salto de adrenalina y
acción desenfrenada.
Salvaje, como un gigantesco disparo de adrenalina en plena cara. Así es Just Cause 2, probablemente la saga de videojuegos más “pasada de rosca” de la actual generación de videoconsolas. Descubre los 1.000 kilómetros cuadrados de Panau, salta desde lo alto de sus montañas, destruye sus instalaciones… Siembra el caos.
embra el caos.
Ya vamos por el tercer avance sobre Just Cause 2, y es que el videojuego de Avalanche Studios presenta un aspecto francamente prometedor, y lo inabarcable de su jugabilidad puede resumirse en un solo número: Los 1.000 kilómetros cuadrados de la superficie de Panau, el lugar donde se ambienta.
En esta ocasión nos centraremos en ese verdadero protagonista del juego que es este pequeño archipiélago de islas. Un lugar ideal para pilotar lanchas, viajar en avión, saltar en paracaídas…
Paraíso Tropical
Lo primero que llamará la atención del jugador cuando se disponga a jugar a Just Cause 2 por vez primera será el espectacular aspecto que el videojuego presenta. La primera parte ya nos regaló unos efectos climáticos y una iluminación verdaderamente sensacionales, lo que unido al brutal tamaño de su mapeado lo convertían en un título asombroso en lo visual.
La secuela, sin embargo, toma nota de las flaquezas que el original presentaba en términos de texturas, animaciones, modelado de personajes y desertización de los escenarios, para trabajar en conseguir un Panau mucho más vivo. Se han multiplicado los poblados, las bases y las ciudades que podremos explorar y en las que podremos interactuar, y se ha fulminado prácticamente por completo la sensación de reciclaje que transmitían las selvas de la primera parte.
Además se ha incrementado también la variedad de los escenarios, alternando las paradisíacas playas y junglas tropicales con los parajes nevados de las cumbres más altas del mapa.
En el mundo de Panau, por otra parte, ahora todo se rige por el caos. Contaremos con un medidor que recogerá nuestras “travesuras” tanto en misiones como en los momentos de libertad y que según el baremo que alcancemos desbloqueará nuevas misiones que podremos llevar a cabo. Se trata de lograr incentivar al jugador para que entre misión y misión tenga algo interesante que hacer y que no se limite a la exploración de la primera parte.
Claro que un mapa tan profundo y trabajado también requiere de unos gadgets que nos permitan sacarle el mayor partido. El control del paracaídas era algo torpe en la primera parte, y por lo que hemos podido ver resulta mucho más preciso en la secuela, permitiéndonos llevar a cabo acciones con mucha más velocidad como giros de 180º, por ejemplo, que resultarán fundamentales a la hora de apuntar a objetivos móviles que deseemos derribar.
El gancho vuelve a hacer acto de presencia y, al igual que el paracaídas, de una forma mucho más completa y detallada. Ahora incluso podremos acabar con enemigos con éste, consiguiendo algunas maniobras muy divertidas y nuevas formas con las que aumentar las posibilidades de la acción. Sin embargo no sólo ha ganado en este sentido sino que ahora también tiene una fuerza espectacular; por poner un ejemplo podremos incluso levantar en el aire jeeps si se diera el caso de que estuviéramos en un helicóptero.
Just Cause 2 llegará a las tiendas de todo el mundo en un momento todavía por determinar del próximo año 2010, a pesar de que estaba inicialmente previsto para finales de este mismo 2009. Los retrasos siempre son dolorosos, pero en un título del tamaño y prisma del que nos ocupa parece, cuanto menos, un mal menor con tal de que su acabado sea tan fantástico como apunta.
Destruir, pilotar, disparar… un imposible salto de adrenalina y
acción desenfrenada.
Salvaje, como un gigantesco disparo de adrenalina en plena cara. Así es Just Cause 2, probablemente la saga de videojuegos más “pasada de rosca” de la actual generación de videoconsolas. Descubre los 1.000 kilómetros cuadrados de Panau, salta desde lo alto de sus montañas, destruye sus instalaciones… Siembra el caos.
embra el caos.
Ya vamos por el tercer avance sobre Just Cause 2, y es que el videojuego de Avalanche Studios presenta un aspecto francamente prometedor, y lo inabarcable de su jugabilidad puede resumirse en un solo número: Los 1.000 kilómetros cuadrados de la superficie de Panau, el lugar donde se ambienta.
En esta ocasión nos centraremos en ese verdadero protagonista del juego que es este pequeño archipiélago de islas. Un lugar ideal para pilotar lanchas, viajar en avión, saltar en paracaídas…
Paraíso Tropical
Lo primero que llamará la atención del jugador cuando se disponga a jugar a Just Cause 2 por vez primera será el espectacular aspecto que el videojuego presenta. La primera parte ya nos regaló unos efectos climáticos y una iluminación verdaderamente sensacionales, lo que unido al brutal tamaño de su mapeado lo convertían en un título asombroso en lo visual.
La secuela, sin embargo, toma nota de las flaquezas que el original presentaba en términos de texturas, animaciones, modelado de personajes y desertización de los escenarios, para trabajar en conseguir un Panau mucho más vivo. Se han multiplicado los poblados, las bases y las ciudades que podremos explorar y en las que podremos interactuar, y se ha fulminado prácticamente por completo la sensación de reciclaje que transmitían las selvas de la primera parte.
Además se ha incrementado también la variedad de los escenarios, alternando las paradisíacas playas y junglas tropicales con los parajes nevados de las cumbres más altas del mapa.
En el mundo de Panau, por otra parte, ahora todo se rige por el caos. Contaremos con un medidor que recogerá nuestras “travesuras” tanto en misiones como en los momentos de libertad y que según el baremo que alcancemos desbloqueará nuevas misiones que podremos llevar a cabo. Se trata de lograr incentivar al jugador para que entre misión y misión tenga algo interesante que hacer y que no se limite a la exploración de la primera parte.
Claro que un mapa tan profundo y trabajado también requiere de unos gadgets que nos permitan sacarle el mayor partido. El control del paracaídas era algo torpe en la primera parte, y por lo que hemos podido ver resulta mucho más preciso en la secuela, permitiéndonos llevar a cabo acciones con mucha más velocidad como giros de 180º, por ejemplo, que resultarán fundamentales a la hora de apuntar a objetivos móviles que deseemos derribar.
El gancho vuelve a hacer acto de presencia y, al igual que el paracaídas, de una forma mucho más completa y detallada. Ahora incluso podremos acabar con enemigos con éste, consiguiendo algunas maniobras muy divertidas y nuevas formas con las que aumentar las posibilidades de la acción. Sin embargo no sólo ha ganado en este sentido sino que ahora también tiene una fuerza espectacular; por poner un ejemplo podremos incluso levantar en el aire jeeps si se diera el caso de que estuviéramos en un helicóptero.
Just Cause 2 llegará a las tiendas de todo el mundo en un momento todavía por determinar del próximo año 2010, a pesar de que estaba inicialmente previsto para finales de este mismo 2009. Los retrasos siempre son dolorosos, pero en un título del tamaño y prisma del que nos ocupa parece, cuanto menos, un mal menor con tal de que su acabado sea tan fantástico como apunta.