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FICHA TÉCNICA
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Título: Divinity II Ego Draconis
Género: Rol
Desarrolladora: Larian Studios
Distribuidora: Koch Media
Audio: Castellano
Subtítulos: Castellano
Pegi: +12
Precio: 59,95€
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CARACTERÍSTICAS:
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- 1 jugador
- 2 MB para guardar partida
- HDTV 720p/1080i/1080p
- La instalación en el Disco Duro ocupa 6 GB
[BREAK=Introducción]
La saga de rol Divinity se embarca en Xbox 360 con esta nueva entrega titulada Divinity II: Ego Draconis. Larian Studios se ha encargado en su totalidad de este desarrollo 'dual' (PC & X360), consiguiendo ofrecernos una experiencia muy inmersiva dentro del mundo que han creado para la ocasión, Rivellon.
Rivellon es un mundo inmenso que cuenta con una gran peculiaridad: los dragones. Con el primer contacto, vemos como nos instruyen para ser un caza dragones, ya que los alados están muy mal considerados entre la raza humana. Nuestra misión es la de dar caza al último guardián de dragón, que suele ser un ser humano que tiene la facultad de convertirse en un dragón.
Antaño, se consiguió echar a Damian, el malo por excelencia que poseía un ejército que hizo crecer en demasía una oscuridad permanente.
En Divinity II, Damian consigue liberarse y ahora se ha unido con los dragones para acabar con los pocos años que tuvo Rivellon de paz verdadera. Es aquí donde entramos de pleno para cortar de lleno los peligros que se prevén.
[BREAK=Rol Occidental en Rivellon]
Esta saga de rol es claramente de corte occidental, con lo que los usuarios que ya se hayan manejado en este género ya sabrán desde un principio por donde encaminarse. En otras palabras, desde un principio tendremos que crear a nuestro personaje al gusto y semejanza que deseemos. Lo cierto es que los rasgos físicos a editar son bien pocos, pues hay pocos estilos de peinados, y además del estilo de barba y si queremos cicatriz o no, poco más hay para editar, estamos sin duda ante una edición bien justita. Una vez tengamos claro nuestro aspecto, sexo, voz y nombre, da comienzo Divinity II: Ego Draconis.
Comenzamos siendo un aprendiz de caza dragones, con lo que nuestra primera misión es adentrarnos en un poblado para que nos adiestren en varios factores, como el de la lucha y la comunicación. Es en este momento cuando nos enseñan una habilidad que nos viene de maravilla para el resto de la aventura: leer la mente; con esta habilidad, a golpe de X podemos leer la mente en cualquier momento de la conversación, eso sí, al principio no podremos ejecutarla sobre todos ya que hará falta subir de nivel para mejorar y bueno, consume puntos de habilidad, puntaje que para nada tiene uno estándar, y es que según la relevancia que tengamos a la hora de leer la mente, conllevará más o menos puntos de experiencia.
Además, también nos adoctrinarán en el campo que queramos ser: mago, arquero o guerrero. Son pocas las variantes a elegir, pero cada una tiene un gran desglose de habilidades. Como siempre, lo más espectacular es ser mago, ya que tiene muchas magias poderosas, además de poder invocar a seres no vivos, etc. El usuario debe tener muy claro lo que quiere ser, pero en Divinity II, a excepción de otros muchos juegos de rol, con el tiempo y a medida que vayamos subiendo de nivel, podremos aprender habilidades de los otros dos campos, pudiendo alternar en cada momento de la aventura el cómo queramos enfocar la acción.
Esto tiene dos perspectivas, la positiva de que en una partida podamos experimentar todo tipo de acción y la negativa de que se aleja del toque rol en este aspecto, ya que no nos ceñiríamos en su totalidad a un único estilo. Eso sí, la parte negativa se puede subsanar de forma libre ya que es el mismo usuario el que si quiere alterna más estilos o se especializa sólo en uno.
Divinity II: Ego Draconis en el sentido de la acción es bastante arcade, ya que podemos aprender habilidades de todo tipo: saltar, manejar cualquier tipo de arma, ataques especiales mágicos, invocar espectros... el control es muy intuitivo y no conlleva muchas complicaciones -ayuda mucho el poder asignar varias acciones directamente en A, B, X, Y y en las cuatro direcciones de la cruceta-.
En un momento dado, podemos convertirnos en dragón a nuestro antojo y es aquí donde el título gana enteros, ya que es muy divertido de controlar tanto volando como tirando ráfagas de fuego a los enemigos. Este aspecto jugable es de lo mejor del título, de hecho parece que la desarrolladora haya destinado más recursos a este cometido.
No sólo de la trama principal -explicada en la Introducción a rasgos generales- vive este videojuego, el mundo de Rivellon cuenta con múltiples parajes y personas que nos irán encomendando diversas misiones secundarias. En la variedad dicen que está el gusto y en este apartado, Divinity II cuenta con un gran nivel; en ningún momento nos cansamos de realizar las misiones secundarias, que van desde recuperar unos cerdos para un granjero hasta liberar a un bandido... lo mejor es que para llevar a cabo algunas misiones tenemos varias posibilidades y el jugador es el que dictaminará sentencia para el porvenir de su personaje creado. Es muy fácil ser bueno o malo, y en determinadas ocasiones tendremos que apostar por gente en concreto, cosa que conllevará llevarnos mal con otro; este tipo de decisiones incrementa mucho la calidad de la aventura, por ejemplo, si una de las personas que nos encomienda una misión es un mercader, si queremos tener buenos precios, conviene que le hagamos caso y no ponernos del lado contrario.
En pocas horas ya vamos aprendiendo muchas habilidades, pero esto no es significativo de que sea fácil el poder seguir avanzando, y es que si bien hay zonas en las que sin mayores problemas damos caza a trolls y demás enemigos -la variedad de enemigos es digna del título que abarcamos-, en otra nos pueden 'crujir' sin complicaciones; la curva de dificultad no es nada lineal, así como hay zonas que van de menos a más, otras pueden comenzar muy fuerte para ir bajando de nivel. Esto nos ha gustado mucho ya que no se limita a cumplir el tópico de ir de menos a más, así, en cada zona tenemos que estar muy bien preparados y nunca tomárnoslo a la ligera.
Otro punto muy positivo es el mapeado de Rivellon, mientras jugamos, en pantalla cuenta con un minimapa en la parte superior que no sirve de mucho salvo para seguir la misión principal, ya que para las secundarias no nos marcan a donde debemos ir, tenemos que estar muy atentos a lo que nos dicen ya que nos insinuarán pistas de a dónde tenemos que ir. Es un aspecto muy rolero que está implementado a la perfección, sin duda es digno de elogiar y nos gustaría que sirviera para sentar una base, ya que en un juego de rol no debería ser tan fácil llegar a x sitio, cosa que suele pasar en la mayoría de los juegos de este género, salvo en el que nos ocupa.
[BREAK=Apartado Técnico / Sonoro]
El apartado técnico no es gran cosa. Gráficamente es muy corriente, no destaca en nada, en cambio si palidece el motor gráfico mientras controlamos al personaje -cuyas animaciones a la hora de, por ejemplo, atacar, parecen forzadas y bruscas-, la tasa de frames no creemos que sea la adecuada para el tipo de juego que es, detalle que se nota mucho más en los personajes secundarios que parece que vayan a trompicones en determinados momentos.
Los escenarios son extensos, las texturas tanto en inmuebles como en terrenos... cumplen sin más y los tiempos de carga suelen aparecer en cuanto entramos en casas, cavernas, etc.
Otro problema que hemos experimentado mucho son en las acciones contextuales, que viene a ser pulsar LB para hablar con personajes, coger algo... no está muy bien implementado, hay veces que tenemos que estar muy pegado a alguien para poder hablar y otras, en cambio, más alejados, es algo que también pasa cuando queremos recoger objetos -que son muchos si bien estamos limitados en un principio hasta 100-. Es un detalle que consideramos que debería de estar mejor resuelto.
Por otra parte, nos encontramos ante uno de los mejores apartados sonoros de lo que llevamos de generación. La Banda Sonora que acompaña a Divinity II es de gran altura, cuenta con muchas pistas melódicas -lentas, tensas, emocionantes...- adecuadas para cada zona/región. Su composición es de bella factura, de lo mejorcito que hemos podido escuchar.
Igualmente, Koch Media ha dispuesto de un gran doblaje en español para este título. Es mucho, mucho texto el que han tenido que doblar y las voces por norma general rallan a gran altura, tanto en pronunciación como en entonación. Cada actor de doblaje -muchas voces se reconocen enseguida- ha sabido plasmar con garantías su interpretación.
[BREAK=Conclusiones]
Divinity II: Ego Draconis es un muy buen juego de rol -horas y horas de duración- enfocado a una acción muy arcade en la que el ser Dragón repercute en aumentar la diversión y un control mucho más depurado. La libertad es total desde un principio, aunque como es normal para poder ver muchas más zonas habrá que ir avanzando en la trama principal. El apartado técnico no le hace justicia a lo que es el juego, que tiene muchas posibilidades pero que en su funcionalidad en algunos momentos deja que desear, una pena.
Los usuarios que no sean muy reticentes a apartados técnicos que no estén a la altura, sabrán ver todas las bondades que ofrece este título, que son muchas y de calidad.
Lo mejor:
- Espectacular localización para nuestro mercado.
- Mucha variedad de misiones, sobretodo en las secundarias.
- Controlar al dragón no tiene desperdicio.
Lo peor:
- Apartado técnico/gráfico muy flojo, entorpece en varios momentos a la jugabilidad.