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Aunque el claro ganador de la guerra de monstruitos digitales fuese el producto de Nintendo, Pokémon, no serán pocos los que aún recuerden Digimon. Siguiendo un planteamiento similar en la base pero que por lo demás se distanciaba de la competencia, la serie ha tenido muchas entregas y videojuegos, desde la primera Playstation hasta el juego que hoy nos ocupa, Digimon Story: Cyber Sleuth.
Al comenzar el juego, “vemos” una sala de chat, en la que unos deformes avatares representan a distintas personas que se encuentran conversando sobre programas malignos, Digimons, que parecen tener algún tipo de consciencia propia y hackers. Uno de estos hackers entra en escena y los invita, bajo amenaza de ser atacados, a ir al día siguiente a EDEN, un entorno de realidad virtual en el que la gente interacciona entre sí. Es así cómo escogemos nuestro avatar entre los dos disponibles, le damos un nombre y nos lanzamos a la aventura.
EDEN sustituye casi cualquier aspecto de la vida real con un mundo virtual perfecto, en el que se puede trabajar, pasear, hacer amigos, recados... un entorno completamente seguro en el que pseudovivir... o no. Muy pronto sufriremos un ataque informático y adquiriremos la capacidad de capturar Digimons y nuestra forma de vivir en EDEN se verá trastocada por completo, impulsándonos, cómo no, a una aventura por salvar el mundo digital.
Capturar Digimon no es simplemente entrar en combate y atraparlos, no. En este caso lo que tenemos que hacer es luchar varias veces contra una criatura en concreto, lo que hará subir su porcentaje de escaneo. Una vez haya alcanzado un determinado nivel, podremos hacerla aparecer como aliado y empezar a usarlo en combate, para hacerlo mejorar y, por supuesto, digievolucionar en otras y poderosas formas, que es donde por supuesto residirá el interés de más de uno de los aficionados.
Aquellos que sólo hayáis jugado al título de la primera Playstation no tenéis de qué preocuparos, no se transformará siempre en Numemon ni tendréis que dedicar casi todo el tiempo a entrenar. Al ir a digievolucionar a una criatura veremos todas las posibilidades que hay y los requisitos que tiene cada una. Como además siempre podemos volver atrás, podremos seguir por otro camino hasta dar con el que realmente estamos buscando y hay un par de centenares disponibles, así que es complicado que justo el que estáis buscando no aparezca. Puedes incluso revertir una evolución para seguir con otra de las posibilidades que tenga esa criatura en concreto. Quedamos más que satisfechos con el planteamiento de todo el entrentamiento y evoluciones, en el que no queremos detenernos más pero va mucho más allá de lo que aquí explicamos.
En lo que se refiere a la jugabilidad en sí misma, Cyber Sleuth se disfruta como un JRPG de corte bastante clásico. Tenemos zonas “neutrales” (EDEN y la ciudad) donde podemos hablar con NPC, conseguir objetos, acceder al DigiLab, etc. y luego están las diferentes mazmorras a explorar.. Sin embargo, lo que hacemos en cada zona está diferenciado claramente.
En la parte digital de este mundo será donde luchemos, hagamos uso de nuestras criaturas y vivamos la acción directa del juego. Por otra parte, en el mundo real será donde investiguemos los diferentes “casos” a los que nuestro personaje protagonista, convertido en detective algo en contra de su voluntad, tendrá que enfrentarse. En ocasiones, ambas cosas se entremezclarán. Por ejemplo, para acceder a una zona concreta puede que tengamos que colarnos a través del mundo digital, entrando desde un terminal y saliendo por otro. Da cierta variedad al desarrollo de la aventura, que se hace bastante amena y con unos capítulos relativamente cortos, lo que implica que no necesitamos dejar vacías varias horas de nuestro tiempo libre para poder avanzar, todo un acierto.
En cuanto a su su presentación, hay que decir que el juego nos recuerda a otros JRPG como por ejemplo la franquicia Tales, que sería una buena forma de que aquellos que la conozcan sepan inmediatamente a qué nos referimos. El acabado de los personajes es sobresaliente, con (evidentemente) una marcada estética anime y buen nivel de detalle. Sin embargo, por lo general, los escenarios son relativamente simples. En el caso de los entornos virtuales, eso sí, esto puede responder simplemente a la intención de hacernos pensar que las mazmorras son espacios de este mundo digital que no deberían ser accesibles y por tanto los responsables de EDEN no se molestaron en terminar, por decir algo.
Por supuesto los digimon han sido recreados con absoluta fidelidad, no se puede achacar ningún defecto a su acabado y animaciones. Reconoceréis sin problemas sus ataques y en especial, algo que muchos podrán identificar al instante, al hacer el ataque característico de cada uno de ellos, se recrea la animación de la serie con sus respectivos cambios y ángulos de cámara, para hacer que todo esto parezca un capítulo más. A esto ayuda que además, el devenir de la historia intercale el juego con diálogos de imágenes estáticas y ocasionales secuencias de anime creadas para la ocasión, un gran acierto.
Si hay algo mejorable es el apartado sonoro. Las voces están en japonés, algo que es de agradecer en un juego de estas características, pero la banda sonora no es especialmente llamativa, lo que no encaja muy bien con la calidad media tirando a alta del resto del juego. Es lo que llamaríamos música genérica de RPG, sin ningún tema que resulte especialmente destacable. No es que sea mala, como decimos, sólo que desentona un poco.
Es muy arriesgado coger un producto cuyo punto álgido tuvo lugar hace ya más años de los que parece y hacer algo aceptable con ello, pero Digimon Story: Cyber Sleuth es un juego perfecto, o casi, basado en la popular serie. Respetando el material original incluso hasta el punto de que para ciertas digievoluciones (las ADN) los dos digimon a fusionar deben “llevarse bien”. Con una cantidad inmensa de posibles criaturas y una presentación genial, sumada al hecho de que se trate de un RPG por turnos, tan reclamado por veteranos, que son a fin de cuentas el objetivo de este título, es complicado que te quedes con mal sabor de boca... salvo que no sepas inglés, porque por desgracia, el juego no viene subtitulado al español.
Al comenzar el juego, “vemos” una sala de chat, en la que unos deformes avatares representan a distintas personas que se encuentran conversando sobre programas malignos, Digimons, que parecen tener algún tipo de consciencia propia y hackers. Uno de estos hackers entra en escena y los invita, bajo amenaza de ser atacados, a ir al día siguiente a EDEN, un entorno de realidad virtual en el que la gente interacciona entre sí. Es así cómo escogemos nuestro avatar entre los dos disponibles, le damos un nombre y nos lanzamos a la aventura.
EDEN sustituye casi cualquier aspecto de la vida real con un mundo virtual perfecto, en el que se puede trabajar, pasear, hacer amigos, recados... un entorno completamente seguro en el que pseudovivir... o no. Muy pronto sufriremos un ataque informático y adquiriremos la capacidad de capturar Digimons y nuestra forma de vivir en EDEN se verá trastocada por completo, impulsándonos, cómo no, a una aventura por salvar el mundo digital.
Capturar Digimon no es simplemente entrar en combate y atraparlos, no. En este caso lo que tenemos que hacer es luchar varias veces contra una criatura en concreto, lo que hará subir su porcentaje de escaneo. Una vez haya alcanzado un determinado nivel, podremos hacerla aparecer como aliado y empezar a usarlo en combate, para hacerlo mejorar y, por supuesto, digievolucionar en otras y poderosas formas, que es donde por supuesto residirá el interés de más de uno de los aficionados.
Aquellos que sólo hayáis jugado al título de la primera Playstation no tenéis de qué preocuparos, no se transformará siempre en Numemon ni tendréis que dedicar casi todo el tiempo a entrenar. Al ir a digievolucionar a una criatura veremos todas las posibilidades que hay y los requisitos que tiene cada una. Como además siempre podemos volver atrás, podremos seguir por otro camino hasta dar con el que realmente estamos buscando y hay un par de centenares disponibles, así que es complicado que justo el que estáis buscando no aparezca. Puedes incluso revertir una evolución para seguir con otra de las posibilidades que tenga esa criatura en concreto. Quedamos más que satisfechos con el planteamiento de todo el entrentamiento y evoluciones, en el que no queremos detenernos más pero va mucho más allá de lo que aquí explicamos.
En lo que se refiere a la jugabilidad en sí misma, Cyber Sleuth se disfruta como un JRPG de corte bastante clásico. Tenemos zonas “neutrales” (EDEN y la ciudad) donde podemos hablar con NPC, conseguir objetos, acceder al DigiLab, etc. y luego están las diferentes mazmorras a explorar.. Sin embargo, lo que hacemos en cada zona está diferenciado claramente.
En la parte digital de este mundo será donde luchemos, hagamos uso de nuestras criaturas y vivamos la acción directa del juego. Por otra parte, en el mundo real será donde investiguemos los diferentes “casos” a los que nuestro personaje protagonista, convertido en detective algo en contra de su voluntad, tendrá que enfrentarse. En ocasiones, ambas cosas se entremezclarán. Por ejemplo, para acceder a una zona concreta puede que tengamos que colarnos a través del mundo digital, entrando desde un terminal y saliendo por otro. Da cierta variedad al desarrollo de la aventura, que se hace bastante amena y con unos capítulos relativamente cortos, lo que implica que no necesitamos dejar vacías varias horas de nuestro tiempo libre para poder avanzar, todo un acierto.
Un nuevo capítulo de la serie
En cuanto a su su presentación, hay que decir que el juego nos recuerda a otros JRPG como por ejemplo la franquicia Tales, que sería una buena forma de que aquellos que la conozcan sepan inmediatamente a qué nos referimos. El acabado de los personajes es sobresaliente, con (evidentemente) una marcada estética anime y buen nivel de detalle. Sin embargo, por lo general, los escenarios son relativamente simples. En el caso de los entornos virtuales, eso sí, esto puede responder simplemente a la intención de hacernos pensar que las mazmorras son espacios de este mundo digital que no deberían ser accesibles y por tanto los responsables de EDEN no se molestaron en terminar, por decir algo.
Por supuesto los digimon han sido recreados con absoluta fidelidad, no se puede achacar ningún defecto a su acabado y animaciones. Reconoceréis sin problemas sus ataques y en especial, algo que muchos podrán identificar al instante, al hacer el ataque característico de cada uno de ellos, se recrea la animación de la serie con sus respectivos cambios y ángulos de cámara, para hacer que todo esto parezca un capítulo más. A esto ayuda que además, el devenir de la historia intercale el juego con diálogos de imágenes estáticas y ocasionales secuencias de anime creadas para la ocasión, un gran acierto.
Si hay algo mejorable es el apartado sonoro. Las voces están en japonés, algo que es de agradecer en un juego de estas características, pero la banda sonora no es especialmente llamativa, lo que no encaja muy bien con la calidad media tirando a alta del resto del juego. Es lo que llamaríamos música genérica de RPG, sin ningún tema que resulte especialmente destacable. No es que sea mala, como decimos, sólo que desentona un poco.
El juego de Digimon que estabas esperando
Es muy arriesgado coger un producto cuyo punto álgido tuvo lugar hace ya más años de los que parece y hacer algo aceptable con ello, pero Digimon Story: Cyber Sleuth es un juego perfecto, o casi, basado en la popular serie. Respetando el material original incluso hasta el punto de que para ciertas digievoluciones (las ADN) los dos digimon a fusionar deben “llevarse bien”. Con una cantidad inmensa de posibles criaturas y una presentación genial, sumada al hecho de que se trate de un RPG por turnos, tan reclamado por veteranos, que son a fin de cuentas el objetivo de este título, es complicado que te quedes con mal sabor de boca... salvo que no sepas inglés, porque por desgracia, el juego no viene subtitulado al español.
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