7 juegos que superaron las expectativas
A veces te llevas una buena sorpresa
Estos últimos meses nos han ido trayendo cosas que desde luego no han cumplido las expectativas de todos. Mirror’s Edge Catalyst se ha alejado tanto del producto original que aunque sea un buen juego, está por debajo del primero. Mighty No.9 ha sido un batacazo de proporciones bíblicas. Incluso Platinum la ha cagado con las Tortugas Ninja. Pero no siempre es este el caso y de lo que hoy queremos hablar es de juegos que, contra todo pronóstico, superaron las expectativas. Obviamente esto es algo muy subjetivo y lo que para algunos puede ser más de lo que se esperaba para otros será insuficiente, pero en términos generales creemos que estos son casos en los que realmente el producto final fue más de lo que se esperaba.
Cuando Square anunció el desarrollo de Kingdom Hearts se alzaron muchas cejas a lo largo y ancho del mundo. La propuesta era de los más extraña y desconcertante, después de todo. ¿Unir personajes de la saga más fuerte de Square, Final Fantasy, con criaturas del universo Disney, teniendo además como coprotagonistas al pato Donald y a Goofy? ¿Pero esto qué es? La cosa no podía sonar ni más extraña ni peor, desde luego. Sin embargo, finalmente el juego salió a la venta y rápidamente se convirtió en un éxito entre los jugadores y la crítica, dando comienzo a una de las sagas más fuertes de los videojuegos. No en vano aún nos encontramos esperando el cierre de la trilogía troncal y la serie ya cuenta con más de media docena de juegos repartidos por varias plataformas. A base de remasterizaciones podréis jugarlos todos y haceros con la trama, porque desde luego la cosa se ha complicado bastante.
Hideo Kojima ha sido, es y sin duda será una de las figuras más relevantes del mundo de los videojuegos. No en vano, la falta de su mano en algunos de los compases de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain es más que evidente. Pero cuando los jugadores terminaron Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty, parecía complicado que la saga mejorase más. Incluso con Raiden de protagonista, cosa que no gustó a los fans de Snake, el juego se convertía en algo difícil de superar y, de pronto, apareció Naked Snake y su misión en Rusia. Varios años después sigue siendo considerado como uno de los mejores juegos de su generación y, para muchos de los fans de la saga, el pináculo de la franquicia Metal Gear y máximo exponente de la habilidad de Kojima para reinventarse y mejorar su propio trabajo.
Cuando salió a la venta, Bioshock supuso un gran cambio para los jugadores de FPS. La historia de Rapture contaba con una profundidad (chiste malo inintencionado) nada habitual en lo que en principio parecía un juego de disparos, y sus mecánicas sin llegar a aportar nada realmente nuevo, resultaban de lo más interesantes en un género que parecía condenado a ser lo mismo una y otra vez. Es por ello que quizás las expectativas en Bioshock 2, que ni de lejos cosechó el éxito del primero, eran altas y complicadas de cumplir. Sin embargo, Bioshock Infinite tenía que hacer que la saga remontase el vuelo (chiste malo intencionado) o se estrellase definitivamente. El escepticismo de muchos se demostró infundado cuando la compleja historia de Booker llegó a las consolas y ofreció uno de los finales más recordados de los videojuegos.
Hay dos cosas relacionadas con los videojuegos que no suelen salir bien: las películas y los reboots. El reboot (reinicio) de una franquicia suele ser la última carta que se puede jugar para intentar que una saga no muera y Tomb Raider ya había pasado por varios momentos en los que se había intentado resucitar. Después de El Ángel de la Oscuridad hubo ciertos problemas que terminaron con el primer reboot de la serie. Legend y Underworld quizás no llegaron a convencer y Anniversary fue un último intento por atraer gente. Y de pronto en 2013, Lara volvió a las consolas con un nuevo reinicio que muchos miraban con desconfianza y lo cambió todo. Ese componente de exploración real, no de entornos cerrados y muy pasilleros, sino una isla entera que tenemos que investigar, caló hondo. Ni siquiera llegaron a echarse en falta tanto como parecía los puzzles de entregas anteriores y el componente rolero y de mejora de armas ha conseguido que la señorita Croft tenga una vuelta más que digna al mundo de las consolas. Ya era hora.
From Software nunca había sido un estudio de perfil excesivamente alto. Sus juegos más conocidos por occidente son los Armored Core y la tercera entrega de la saga Tenchu. Pero allá en 2009 lanzaron un juego menor, sin importancia. De hecho las expectativas no eran muy altas y no iba a salir siquiera de Japón, ya que Sony no pensaba que fuera a funcionar en occidente. Hablamos de Demon’s Souls. Por suerte, Atlus decidió que sí que podría funcionar y el juego se convirtió en lo que se conoce como un sleeper: un título por el que no se dan ni dos duros y alcanza el status de juego de culto y éxito de crítica. Recordemos que, pese a no contar por ahora con una secuela directa, Demon’s es la semilla de la que ha germinado todo el universo Souls, que comprende las tres entregas de Dark Souls y Bloodborne. No está nada mal para un juego que no saldría del lejano oriente.
La saga Resident Evil sin duda ha visto muchos cambios. Cual Call of Duty, cada entrega desde Resident Evil 4 ha derivado más y más hacia la acción, pese a las críticas y quejas de fans que esperaban que, en el peor de los casos, se mantuviera el nivel de la cuarta entrega numerada de la saga. Pero por suerte, este año ha llegado el salvador, el que promete compensar todo. Umbrella Corps supone lo mejor que nos ha dado Resident Evil en los últimos años y… y bueno, para qué engañarnos. El simple hecho de que Umbrella Corps haya salido finalmente a la venta y no lo haga en formato free-to-play supera cualquier expectativa. Eso sí, tiene todas las papeletas de seguir el rumbo de Evolve.
Cerramos con uno de los mayores éxitos inesperados del mundo de los videojuegos, una leyenda que la mayoría de fans conoce. Pocos pueden presumir de haber sido el salvador de una empresa, Squaresoft (ahora Square-Enix) que a día de hoy se encuentra entre los grandes titanes del sector. Final Fantasy era literalmente la última jugada de una empresa que se enfrentaba a la bancarrota y de repente, como si alguien hubiera usado una Cola de Fénix, tenía una segunda oportunidad. Final Fantasy supuso no una despedida como se esperaba, sino el catalizador de una de las sagas más relevantes del entretenimiento digital, con docenas de títulos entre la saga principal, spin-offs, series, películas, merchandising, etc. Nada mal para lo que iba a ser una despedida.
Por supuesto, hay innumerables ejemplos de títulos por los que no se daba un duro y terminaron siendo grandes experiencias o juegos de culto.