E3 2016: Impresiones FIFA 17
Frostbite para cambiar todas las reglas, el FIFA más innovador y preciso de los últimos años
Cambiar de motor gráfico a una saga anual como es FIFA supone cambiarle por completo el tacto del juego. Eso pasa con FIFA 17, solo de nueva generación y que estrena Frostbite Engine, como tantos otros títulos de Electronic Arts. Y, tras haberlo jugado a fondo, realmente EA Sports ha hecho lo que mejor podía hacer: el nuevo FIFA 17 se ve de lujo, se juega de lujo, y se siente muy fresco. El cambio de Messi por otros jugadores como James, Hazard y los aún confirmar para protagonizar la portada, supone el final de una era y principio de otra nueva, etapa donde la marca solo mira hacia delante en materia de IA, precisión, tácticas, licencias y, también crucial e importante, nuevos modos de juego como el inesperado The Journey, que promete dar que hablar. FIFA 17 se ha enseñado en Madrid, en el Santiago Bernabeu, en un evento súper secreto que coincide con lo que se verá de él en el E3 que ya está teniendo lugar en Los Ángeles y que os recomendamos seguir en directo en este hilo.
Empecemos por el gran cambio y motor de revolución de este FIFA, el Ignite se queda en el pasado y ahora todo el juego se mueve con Frostbite. Éste es el motor gráfico de juegos como Battlefield, Star Wars Battlefront, Mirror’s Edge Catalyst, Dragon Age Inquisition o Need for Speed. Un engine trilladísimo por EA y que conocen de sobra, pero que EA Sports estrena y, por ello, tendrá supervisión de otros estudios. Este cambio se nota en cuanto coges el mando y empiezas a hacer unos pases, las físicas no son las mismas del año pasado, tampoco las animaciones de carrera, patada o deslizamiento de los jugadores, ni la fricción que produce el césped o los resbalones del campo mojado. En asuntos más de entorno, el público está muchísimo mejor acabado con diseños poligonales para las miles de personas que abarrotan la grada, y es verdaderamente impresionante la iluminación, diurna con agudas sombras y claroscuros, o la nocturna con los focos alógenos reflectando todo el campo y creando destellos o bruma. Las cinemáticas de entrada al partido, con el vestuario o los pasillos son otras que salen bien paradas gracias a la mejora y cambio de motor. Pero el plato fuerte viene en los rostros de los jugadores, sobre todo lo más conocidos, acabados al milímetro y que calcan cada arruguita o vello de las cabezas reales, también con sudor o el brillo de los ojos.
Para que todo encaje en una nueva búsqueda de hiperrealismo, las sesiones de motion capture con las estrellas se han llevado un poco más lejos y se han repetido en muchos casos, actualizando animaciones, dando más dinamismo a las arrugas y pliegues de la ropa, o añandiendo nuevas celebraciones de goles y quejas a los árbitros. Y todo esto aprovechado como nunca en The Journey, el nuevo modo historia singleplayer que funciona como Mi Carrera en NBA 2K, modalidad que está plagada de secuencias cinemáticas con planos muy cercanos para disfrutar del espectáculo gráfico al tiempo que llevamos a un jugador ficticio, Alexandre Hunter, desde lo más bajo hasta los mejores equipos del mundo en las ligas profesionales. Decisiones importantes, partidos únicos, retos adaptados, sensaciones transferidas, y mucha trama para un formato de juego que ya ha demostrado funcionar en otros títulos deportivos y en el que EA Sports ha contado con el apoyo de Bioware, creadores de la saga Mass Effect.
Hunter pertenece a familia futbolera, y pretende hacerse un nombre en los principales equipos del mundo, compartiendo vestuario con los mejores, recibiendo llamadas de partners y moviéndose entre los fichajes de entrenadores como Mourinho, estrella que pone la voz a la narración de este viaje vital. Asi, poco a poco cada jugador creará a un Alexandre Hunter único, guiado por las decisiones que tome, su forma de progresar en habilidades o los éxitos y fracasos profesionales con que se encuentre sobre el terreno de juego, derivando todo en distintos finales. El trato con la prensa y los seguidores, las relaciones con sus compañeros, los cambios de los acontecimientos de forma muy dinámica y viva… afectan a lo que consigamos al final. Pero claro, los partidos que jugará generan retos muy distintos y hacen de The Journey un modo perfecto para ir tomándole el puslo a esta nueva jugabilidad, de la que pasamos a hablar despacio porque tiene mucho que comentar como nueva y sobre nuevo motor que se sostiene.
Dos estadios se han visto de momento, el del Liverpool para la prueba de The Journey en una misión donde Hunter se enfrenta a una bajada de popularidad y recibe una llamada alarmante, y el Old Trafford en el siempre central partido rápido o Kick Off. El acabado de ambos va un paso más allá a lo que teníamos hasta ahora en juegos de fútbol. Pero lo que más se nota está en físicas e IA, con un balón en todo momento coherente y que pierde la sensación de imantado a los pies del jugador, un balón que se puede perder más fácil pero que al mismo tiempo se controla mucho mejor y con una gran cantidad de animaciones, todas fluidas y encadenadas con soltura entre sí. Y eso soportado en unos compañeros de equipo que se colocan perfectamente y saben ver los huecos, ayudar a preparar la estrategia de gol que queríamos o readaptarse de forma dinámica a la situación. Mando en mano, hay retoques muy fuertes en la forma de tirar penaltis y saques de córner, con una nueva cámara para colocar la pelota justo donde queramos, con la fuerza y efecto que queramos. Resulta raro al principio, totalmente satisfactorio en cuanto se llevan cuatro o cinco pruebas y se descubre un nuevo potencial. Los rebotes, los tiros a puerta, los pases en profundidad, etc. ganan en complejidad también, con más movimientos e inercias para el balón, en carrera y en parado.
El careo entre jugadores, el llamado uno contra uno, tiene ahora nuevas formas de resolverse y engañar, con más regateos, con pasos en falso, con más apoyos de pies… En general hay una nueva capa de control del esférico que se siente en seguida y habilita nuevos comandos y controles para dar al jugador más oportunidades de accióin, sea defensor o atacante y con gran abanico de distinciones entre centrocampistas y delanteros o defensas. Ahora bien, qué ocurre con los porteros, el gran reto de todo juego deportivo porque no puede dejarlos ni excesivamente tontos ni todopoderosos, deben estar humanizados. Y, claro que sí, el Frostbite supone que los porteors también cambien y ahora presenten comportamientos que parecen bastante realistas, con fallos lógicos y paradones imprevisibles pero posibles en la realidad, con más animaciones también para hacer su actitud y gestos más creíbles. En la versión final del juego podremos ver si, de verdad, hablamos de algo revolucionario en este sentido y jugados 200 o 300 partidos. Es pronto para sacar conclusiones pero sí se puede entrever por dónde irán, apuntan bien.
Por supuesto, vuelve FIFA Ultimate Team, o FUT, renovado con otros desafíos y nuevos jugadores, además de algunas nuevas posibilidades de creación de equipos que pretenden dar un nivel de mayor profundidad a este formato tan exitoso. Y un último apunte crucial para nuestro mercado, la Liga Española BBVA se queda en exclusiva en FIFA 17, es decir, que PES 2017 no contará con esta licencia y que los equipos de primera y segunda divisiones de nuestro país han sido acuñado de manera única por el juego de EA Sports, un aliciente importante, sin duda, para los que disfrutan de las licencias oficiales y las plantillas actualizadas al dedillo. Queda mucho por saber de FIFA 17 en estos tres meses hasta su lanzamiento. Pero, de momento, parece un partido claramente ganado.