El rol o RPG lleva entre nosotros desde hace mucho tiempo. Es uno de esos géneros capaces de exprimir al máximo nuestras consolas o compatibles para meternos de lleno en una aventura cargada de acción, de fantasía y de elementos que han convertido esta particular forma de entretenimiento en uno de los estilos de juego más deseados por los usuarios. Y, de un tiempo a esta parte, el RPG desarrollado en Occidente ha conseguido posicionarse a la misma altura, puede que incluso superar, al realizado en Japón, que siempre ha gozado de buena salud, particularmente en el pasado.
Durante los próximos meses, los amantes de este tipo de juegos tienen motivos para alegrarse, ya que están previstos los lanzamientos de propuestas tan deseadas como The Witcher 3: Wild Hunt o Dragon Age: Inquisition. En este artículo intentaremos realizar un repaso a los juegos más recientes del WRPG que han hecho las delicias de los usuarios, confirmando el interés por el género y que europeos y norteamericanos están tan interesados en su desarrollo como los japoneses de más renombre.
La generación pasada, la de PS3 y Xbox 360, nos dejó una buena cantidad de títulos de rol occidentales, siguiendo la estela del PC y de propuestas que ya habían hecho sus pinitos en PS2 y Xbox. Conviene destacar en este punto que hay muchos títulos que ofrecen ingredientes propios de otros géneros, como la acción en tercera persona, siendo el caso de a franquicia Mass Effect. Si bien la obra de BioWare se enmarca dentro de diversos géneros, lo cierto es que la presencia de ingredientes propios del RPG se hace notar en las extensa conversaciones que podemos tener con los personajes que aparecen a lo largo de la trilogía, en las características de mejora y personalización del Comandante Shepard o en la posibilidad de elegir diversas formas de actuación en las misiones de la trama.
Siguiendo con esa interesante unión de rol y acción nos encontramos con el sobresaliente Deus Ex: Human Revolution, aunque en esta ocasión la trama se desarrollaba en primera persona. De nuevo, nos encontrábamos con una historia que permitía evolucionar las características de nuestro personaje, con situaciones que tenían varias soluciones posibles, un mundo vivo y repleto de secundarios con los que interactuar y una serie de misiones extra que alargaban la trama principal de manera considerable. La diferencia principal de Human Revolution con otros juegos similares era que sus jugabilidad estaba “cerrada” por capítulos, aunque eso no impedía una cierta libertad a la hora de explorar el entorno.
Otros títulos que han seguido esta tendencia de la primera persona han sido los de la franquicia Borderlands, añadiendo al componente rolero mucha acción, guasa y violencia políticamente incorrecta. Aunque si existe un juego RPG realizado en occidente que lleva la primera persona y la ciencia ficción por bandera ese no es otro más que Fallout (tranquilos, de The Elder Scrolls hablaremos más adelante). Su tercera entrega numérica se ganó por derecho propio ser uno de los títulos mejor valorados de la pasada generación, con una jugabilidad que ofrecía decenas de horas de juego y un universo tan rico como interesante. Su continuación, New Vegas, no innovó de la misma forma, pero se mantuvo fiel al éxito conseguido y logró convertirse en una notable muestra del género.
No nos olvidamos de RPGs de acción como Diablo III y su expansión Reaper of Souls, así como tampoco queremos dejar en el tintero Dragon Age: Origins y Dragon Age II. Resulta curioso, en este caso particular, comprobar como la primera entrega apostaba por un rol más tradicional, con creación completa de personaje principal, combates tácticos y duración extrema; mientras que la segunda parte se iba más directa al ARPG, con muchos combates que se podían resolver al estilo beat’em up (salvando las distancias) y un personaje protagonista casi predefinido por el propio título. Esto generó no pocas polémicas, aunque en términos generales nos encontramos ante una excelente franquicia. Evidentemente, hay muchos otros títulos RPG realizados en Occidente durante la pasada generación, pero queremos que habléis sobre todos ellos en los comentarios, además de para evitar hacer un artículo infinito.
A pesar de los títulos anteriormente mencionados, creemos que existe una saga que se ha hecho con el dominio de los RPG occidentales, y esa no es otra más que The Elder Scrolls. Si con su cuarta entrega numerada, Oblivion, nos podíamos perder durante horas y horas en su tremendo y amplio mundo repleto de vida y contenido por descubrir, Skyrim supuso el toque de distinción que llevó a los WRPJ a lo más alto, con una cantidad de copias vendidas a nivel internacional que a buen seguro sorprendió incluso a sus responsables. Mientras que Oblivion confirmó el interés del público por los títulos de rol desarrollados más allá de Japón con casi ocho millones de copias vendidas entre todas sus plataformas alrededor del mundo, Skyrim superó la cifra de los 17 millones de unidades vendidas, un éxito que confirmó el buen estado de salud de este tipo de propuestas entre los usuarios.
Pero, más allá de las cifras, encontramos una serie de factores que propiciaron el éxito de Skyrim en todo el mundo. Aunque la versión para PS3 del título ofrecía una cantidad de problemas que merecería un anexo a este artículo, las versiones para PC y Xbox 360 del juego arrasaron gracias a la posibilidad de disfrutar de una aventura que fácilmente podía requerir del jugador más de 200 horas para ser completada al 100%. Es cierto que la trama principal se podía terminar en una veintena de horas, pero era su contenido secundario el que generó la simpatía del público y sentó las bases para otros títulos similares.
Skyrim invitaba al jugador a descubrir un amplio mundo creado para su total esparcimiento y diversión, con una vida e historia propia que ocasionaba en más de una ocasión que pasáramos horas y horas intentando completar una misión secundaria. La tremenda cantidad de personajes que podían cruzarse en nuestro camino, así como las amplias opciones de exploración, hicieron de Skyrim un referente. No nos olvidamos, claro está, de su sistema de combate, de la posibilidad de alternar entre primera y tercera persona, de los contenidos descargables o de la extensa colección de textos que podrían llenar una biblioteca casi sin despeinarse. Desde luego, un trabajo titánico.
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La primera gran cita para los amantes del RPG en la actual generación, con permiso de Lords of the Fallen, no será otra más que Dragon Age: Inquisition. La puesta de largo del título de BioWare es más importante de lo que muchos pueden imaginar, ya que supondrá la prueba de fuego de la franquicia, que comenzó con mucha fuerza con su primera entrega y se desinfló con la segunda, aunque haya un grupo de defensores que disfrutamos con Dragon Age II casi de la misma forma que con Dragon Age: Origins, aunque es evidente que existen diferencias entre ambos títulos.
Inquisition seguirá creando ese mundo cruel y violento que BioWare ha ido dibujando en las dos primeras entregas. De nuevo, nos encontramos con un personaje protagonista diferente al de las entregas previas, lo que resulta realmente interesante puesto que permite descubrir más tramas, volver a ver a viejos conocidos y de paso abre las puertas a diversas formas narrativas. Si hacemos caso de los diferentes vídeos que se han publicado hasta la fecha de la propuesta, tendremos ocasión de editar a nuestro protagonista gracias a buena cantidad de opciones de personalización, algo que desapareció en la segunda entrega para ofrecer un personaje casi predeterminado. La edición del protagonista en un RPG puede llegar a ser primordial y todo hace pensar que en Inquisition volveremos a tener todas las posibilidades a nuestro alcance.
Otra cuestión interesante que pretende devolver la esperanza perdida a los que quedaron defraudados con Dragon Age II es un sistema de combate remodelado que toma lo mejor del utilizado en la primera entrega y la espectacularidad visual del visto en la segunda para configurar una jugabilidad que aunará, o eso podríamos pensar, lo mejor del beat’em up con la acción táctica. Pocos, muy pocos, RPGs desarrollados en occidente apuestan por el combate por turnos, pero no impide que obras como Dragon Age nos inviten a parar el tiempo durante unos minutos para intentar aprovechar las características y habilidades únicas de los personajes que acompañan a nuestro protagonista. Esto aporta un toque estratégico a la propuesta que a buen seguro hará las delicias de los que disfrutaron de Origins, a la vez que mantiene la posibilidad de intentar superar los combates sin aprovechar esta opción.
Otro aspecto que BioWare ha sabido cultivar más que cualquier otro estudio occidental en sus juegos es el de los compañeros. Acompañados por hasta tres seguidores, en Dragon Age: Inquisition volveremos a tener un grupo de personajes junto al protagonista durante su periplo, haciendo más rica la trama y dejando claro que los secundarios tienen mucho que decir en el desarrollo de un título. La relación que establezcamos con el resto de actores implicados en la historia nos permitirá contar con unos aliados de gran calidad, capaces de ofrecer lo mejor de si mismos por tal de defender y luchar por su líder.
Dragon Age: Inquisition promete contenido amplio y suculento, con una interesante selección de misiones secundarias que complementan las pertenecientes a la campaña principal. Los RPG suelen presentar una duración de lo más extensa e Inquisition irá a por todas en este sentido, con un escenario tan amplio como espectacular, donde BioWare sacará la artillería pesada e intentará aprovechar el potencial de las nuevas consolas, PS4 y Xbox One, en las que se estrenará la saga. Esto no significa que los usuarios que disfrutaron de las entregas previas de la saga no vayan a tener acceso al nuevo título, puesto que Dragon Age: Inquisition también saldrá para PS3 y Xbox 360, además de para PC, siguiendo la tradición. Podremos utilizar las partidas guardadas de las entregas previas para mantener nuestras decisiones y que el mundo de Thedas siga siendo de la misma forma que en nuestra última visita.
El RPG nos sumerge de lleno en un mundo de fantasía capaz de abstraernos de la realidad durante nuestra partida e Inquisition tendrá como objetivo que sigamos creando la historia de Thedas con nuestras acciones. Habrá viejos conocidos, nuevos personajes, un extenso mapa que explorar y mucho contenido por descubrir, ingredientes todos ellos que configuran uno de los RPG más interesantes de los próximos meses y que a buen seguro generará comentarios de todo tipo entre los usuarios. BioWare ya sabe lo que es encontrarse de frente con la polémica en sus juegos, como ya ha demostrado con Dragon Age II o el final de Mass Effect 3. Para bien o para mal, sus obras siempre han estado en boca de los usuarios e Inquisition no será una excepción. Sea como fuere, uno de los más esperados de la temporada.
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Ya en febrero de 2015, llegará el que posiblemente se haya convertido en uno de los juegos más esperados de PlayStation 4 (también estará disponible para PC y Xbox One). Hablamos, como habréis podido imaginar de The Witcher 3: Wild Hunt. Resulta curioso el hecho de que la propuesta de CD Projekt RED se haya ganado a pulso ser uno de los títulos más esperados de los próximos meses, no solo para los amantes del género RPG, sino también para todo aquellos que esperan encontrar una propuesta de duración considerable y capaz de sacar provecho de la potencia de las consolas actuales.
El estudio polaco ha sabido mover sus cartas y promocionar el título de tal forma que ha generado en los consumidores una necesidad de jugarlo que pocos otros títulos contemporáneos han promovido. The Witcher, como sabréis los iniciados en la materia, esta basado en las novelas escritas por el autor Andrzej Sapkowski, que con su saga protagonizada por Geralt de Rivia ha hecho del género fantástico un tesoro nacional en Polonia, llegando a ser incluso un ejemplo de lo que el país puede llegar a conseguir en materia creativa e industrial, siendo este último caso el de la franquicia de videojuegos, también un fenómeno cultural y profesional en Polonia, donde hasta los políticos promocionan su uso y disfrute.
La saga literaria presenta a diversos personajes que han tenido un gran peso en los videojuegos, como no podía ser de otra forma. Además de a Geralt, vemos a Triss, a Jaskier y, en esta tercera entrega, a Yennefer, imprescindible dentro de la trama general protagonizada por El Lobo Blanco. The Witcher 3: Wild Hunt supondrá el punto y final, al menos eso aseguran sus responsable, de la franquicia en el mundo de los videojuegos y parece que CD Projekt RED se quiere despedir por todo lo alto, con un juego que aspira, ojo al dato, a superar a The Elder Scrolls V: Skyrim como el referente del género RPG en Occidente. Un objetivo ambicioso y complicado, que de momento va por buen camino.
Y es que, durante la diversas promociones que se han llevado a cabo del juego en eventos y pases de prensa, los polacos han asegurado que habrá contenido de sobra, un mundo tan extenso que nos llevará horas recorrer, ciudades con más de 2.000 personajes, monstruos espectaculares con los que luchar, misiones secundarias, extras y coleccionables para todos los gustos… lo que viene siendo la base del buen RPG llevada al límite. CD Projekt RED está poniendo el listón muy alto y el hype que se está generando llega a límites estratosféricos, lo que podría derivar en una gran decepción si finalmente no se cumplen las expectativas. Lo bueno del asunto es que el estudio polaco sabe lo que hace y tiene una muy buena relación con los consumidores, por lo que ese temor queda en un segundo plano.
A pesar de todo, The Witcher 3: Wild Hunt será la verdadera prueba de fuego de CD Projekt RED en el mundo de las consolas. Nadie duda de su calidad a la hora de crear juegos para PC, pero otra cosa bien distinta es adaptar un título a consolas de forma sobresaliente. Con The Witcher 2: The Assassins of Kings tuvieron un primer acercamiento al mundo de las consolas de sobremesa, más concretamente, a Xbox 360. Aunque el título era notable en buena parte de sus apartados, presentaba diversos problemas que no se pueden volver a repetir en PS4 y Xbox One, como ralentizaciones y carga tardía de elementos del escenario. Si los polacos han tomado buena nota, seguro que no repiten esos problemas que impedían disfrutar al 100% de la obra anterior en consolas.
The Witcher 3: Wild Hunt también presentará un mundo abierto real, ya que en la segunda entrega tuvimos que vivir un sandbox por capítulos, a los que era imposible volver una vez completados. Las intenciones de CD Projekt RED son claras y ambiciosas y la puesta de largo de su juego está marcada en rojo en el calendario de muchos jugadores, que están esperando un título que realmente explote las posibilidades de las consolas actuales. The Witcher 3: Wild Hunt tiene todas las papeletas para conseguir alcanzar ese objetivo, aunque todos los que pongan sus zarpas sobre el juego lo analizarán con lupa. Los polacos se pondrán después con Cyberpunk, otro RPG, en esta ocasión de corte futurista, que provoca deseos irrefrenables de jugarlo solo con pensar en las posibilidades del título en manos de los polacos. Pero para eso, aún queda una larga espera.
El género RPG, occidental en este caso, pasa por un buen momento. El que se hace en Japón también tendrá exponentes de lo más interesantes durante los próximos meses y años, como demuestran ejemplos de renombre como Final Fantasy XV o Kingdom Hearts III, así como otros más cercanos en el tiempo, como Bloodborne. Sea como fuere, los amantes del rol están de enhorabuena y las partidas con cientos de horas y dedicación siguen siendo importantes para la actual generación. Dicho esto, abrimos el debate, ¿os gustan más los RPGs orientales o los occidentales? ¿Qué título estáis esperando con más ganas? Nosotros disfrutamos por igual con sus diferencias y similitudes, llegando a una conclusión clara: al género le queda mucha vida por delante.