Reseña – The Last of Us (Capítulo 2) | La hostilidad del mundo apocalíptico

José D. Villalobos · 23 enero, 2023
Desolación, rebeldía y esperanza.

Ya se ha estrenado el segundo capítulo de la serie de The Last of Us, siguiendo los eventos del primer episodio y su gran representación del prólogo del juego, tal y como te contamos en su reseña.

Este nuevo episodio (aviso SPOILERS), unos 20 minutos más corto que el primero, se enfoca en mostrarle al espectador la hostilidad del mundo apocalíptico, dirigido por el mismísimo Neil Druckmann, cocreador de la franquicia.

La joven Ellie sale por primera vez a campo abierto y ve la verdadera realidad de un mundo completamente destruido por el Cordyceps; y nosotros como televidentes hacemos exactamente lo mismo, desde su misma perspectiva.

El capítulo se divide, en esencia, en tres arcos de alta intensidad que nos muestran la desolación, fragilidad, rebeldía y, por último, esperanza de la humanidad frente al virus.

El inicio de un viaje complicado.

El capítulo tiene un prólogo de ocho minutos en el que nos trasladamos a Yakarta, Indonesia. Allí, presumiblemente, se produjo el primer brote de este virus de Cordyceps, en una molienda en los alrededores de la ciudad.

Una especialista en el estudio de hongos y sus efectos es tomada por las fuerzas militares del país para saber más de la infección y buscar una posible medicina o vacuna.

La académica, con pesar y lágrimas en los ojos, reitera que no hay cura ni vacunas para el virus fúngico. En su lugar, la profesora universitaria recomienda a los militares bombardear la ciudad para evitar el contagio, un plan que fue replicado en todas las grandes ciudades del mundo y falló estrepitosamente en la mayoría.

Salto a la realidad.

Durante el episodio, Ellie tiene su primer contacto con una gran ciudad totalmente demolida por los bombardeos y la presencia de infectados en los últimos 20 años.

Con desconfianza, Joel y Tess vigilaron a Ellie mientras dormía para evitar ser sorprendidos si comenzaba a mutar y convertirse en una infectada.

Ellie, sin ningún tipo de tacto, les cuenta sobre su inmunidad al virus; a la que aún permanecen ciertamente escépticos, sobre todo Joel, quien clama que ha escuchado lo mismo decenas de veces.

No obstante, deciden continuar con su viaje por la necesidad de conseguir la batería para el camión y encontrar a Tommy.

El cordyceps y la comunicación entre infectados.

La alta presencia de infectados en Boston hace que los protagonistas opten por cruzar un camino alterno para atravesar la ciudad y llegar al cuartel de las luciérnagas que les espera.

La tensión ha sido plasmada de forma magistral por parte de Neil Druckmann, mostrando la fragilidad del humano frente a las criaturas.

No obstante, el temple y la convicción de Joel y Tess les permiten seguir avanzando por la ciudad; mientras instruyen a Ellie con lo necesario para no convertirse en un estorbo.

En este punto, se explica que el Cordyceps no solamente infecta a las personas, sino que crece en forma de raíces bajo la superficie y que los infectados se conectan y sienten a través de ella todo lo que ocurre si algo llega a tocarla.

Un grupo de infectados a cientos de metros puede enterarse de tu posición si pisas un brote de Cordyceps en el suelo. Cada paso debe ser muy cuidadoso.

Además, por primera vez, Ellie comienza a mostrarse interesada por los orígenes de Joel; dejando un poco de lado su personalidad borde y comenzando así a construir la entrañable relación que conocimos en el juego.

De repente, un desolador paisaje repleto de cientos de criaturas cambia el curso de los protagonistas; mientras Ellie siente en carne propia por primera vez el terror causado por la epidemia.

La primera aparición de un clicker.

Joel decide atravesar Boston por el museo. Una vez dentro, Ellie encuentra un cadáver recién atacado por un infectado, aunque sus heridas son muy intensas; no parece un infectado normal.

Los protagonistas siguen su curso junto a Tess hacia el piso de arriba, en completo silencio. Entran a la sala y no se hace esperar la presencia de un ruido característico y aterrador.

El ruido de dos clickers que acechaban la zona, que a pesar de ser ciegos, se valen de su primitivo instinto auditivo.

El enfrentamiento entre los clickers y los humanos es adaptado de muy buena forma en la serie de HBO.

Una escena en particular, la de Joel recargando con el mayor sigilo posible, nos muestra como la serie permite tener un enfoque más realista que en el videojuego de The Last of Us.

Recargar el arma en el videojuego no era perjudicial a la hora de hacer sigilo frente a los clickers, pero en la serie sí; porque en el mundo real las balas suenan y recargar tiene un precio sonoro altísimo.

Los protagonistas, aparentemente, salen airosos del enfrentamiento y siguen adelante con su viaje. Todo esto, representó la desolación del mundo actual frente al virus, sin cura, sin vacuna, sin remedio.

La rebeldía de Tess.

El adiós de Tess arranca su confección. En la serie, la compañera de Joel se tuerce el tobillo al enfrentarse a los clickers; momento en el que también se revela que Ellie fue mordida por segunda vez.

En este punto, Tess empieza a creer en la inmunidad de Ellie y le pide a Joel lo mismo, tener fe en que la humanidad puede ganar. Se comienza a ver un atisbo de esperanza.

Por otro lado, su esperanza se derrumba al ver que el grupo de luciérnagas está desmantelado, con todos sus miembros fallecidos dentro de su sede.

Ya no es posible conseguir el motor para cruzar Estados Unidos, pero esa no es la peor noticia. Tess ha sido mordida en el cuello y su infección ya empieza a hacer efecto en su cuerpo.

Tess, en un acto de rebeldía y valentía, pese a su fatídico destino, utiliza su mordida para convencer a Joel de la inmunidad de Ellie y encargarle su primera y última petición: Llevar a Ellie a un mejor destino y así, de alguna forma, expiar sus pecados por todas las fechorías que cometieron todos estos años.

«Salva a quien puedes salvar«, fueron las palabras de Tess para despedir a Joel, quien se lleva a Ellie por la fuerza para continuar el viaje. Tess, por su parte, se sacrifica al explotar el museo para ralentizar el avance de los infectados.

Un sacrificio que enciende una esperanza.

Al final, Joel se convence a regañadientes de su nueva misión y, amenizado por la música de Santaolalla; vemos como el viaje que comenzó siendo de tres, ahora es de dos.

Ellie y Joel deberán buscar un nuevo destino para depositar esa esperanza, para cumplir la petición de Tess, para intentar salvar el mundo.

La travesía no será sencilla, pero simplemente no existe otra opción.


Así termina la reseña de este capítulo 2 de The Last of Us, que logró mantener el estándar de calidad de la producción, actuaciones y guion que nos dejó el primero.

La segunda mordida de Ellie y la extensión comunicada del Cordyceps quedan como esos nuevos elementos que varían con lo contado en el videojuego, al igual que el cambio en el método de contagio, ya que en la serie no hay esporas.

The Last of Us – Capítulo 3, próximo domingo 29 de enero.

De momento, no nos queda más que esperar al próximo domingo y seguir emocionándonos con esta entrañable historia que sigue apuntando a lo más alto.

¿Qué te ha parecido el segundo capítulo de The Last of Us?

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