PS4 y DualShock 4. La nueva propuesta de interacción de Sony

Manuel Gimeno · 29 diciembre, 2018
Hacemos un repaso a las características del nuevo controlador para PlayStation 4.

Hace más de dos semanas desde que en el PlayStation Meeting 2013 llevado a cabo en Nueva York Sony anunciara su salto a la siguiente generación con la presentación de PS4. Ríos de tinta han corrido desde entonces, en parte relacionados con las prestaciones que traerá la nueva consola; relativos a los primeros juegos que se anunciaron para su lanzamiento; pero también asociados a la peculiar forma de destripar un hardware sin mostrar su carcasa. Un hecho que a muchos les desconcertó, pues tal vez la existencia de un proyecto vaya íntimamente ligada a su representación física para un amplio espectro del sector de los usuarios.

Evidentemente, esta estrategia corresponde a una dosificación de la información que entra dentro de los márgenes de cualquier plan de marketing. Por eso tampoco se desveló una fecha precisa de lanzamiento ni tampoco un precio que se establece como dato fundamental para cualquier tipo de previsión de ventas, pues además de lo que comentamos la fluctuación del valor de los materiales de la consola es tal que adelantarse tanto en el tiempo puede llegar a ser contraproducente.

Sin embargo, Sony sí llegó a mostrar un elemento fundamental en el manejo de la consola, el enlace para la interacción necesaria entre el usuario y el nuevo hardware. El DualShock 4 aparecía en escena con el primer cambio físico más relevante desde que en 1997 saliera a la venta la primera versión de este modelo, añadiendo dos sticks analógicos al controlador inicial con el que contaba la primera PlayStation. Por el camino recordamos aquel prototipo fallido de un extraño mando para PlayStation 3 con forma de búmeran que fue repudiado rápidamente por la comunidad, el único intento de cambio drástico hasta que en el pasado día 20 se presentara una transformación que si llegará a consumarse.


Vídeo explicativo de uno de nuestros colaboradores

Cambios en el aspecto y en la forma

La transformación más evidente, lo que primero entra por los ojos. DualShock 4 se adentra en un cambio que en primera instancia es relativo a la forma que exhibe. Los trazos que definían al anterior modelo parecen estilizarse más, dibujando unas curvas algo más amables que en principio van enfocadas a hacerlo mucho más ergonómico de lo que era hasta ahora. Como curiosidad se puede observar que los soportes donde dejamos descansar las manos están mucho menos inclinados que los del DualShock 3, con lo que al cogerlo ocupará nuestras manos de una manera más natural de lo que lo hace el modelo actual.

También se puede ver cómo la transición entre la posición de los botones R1, L1, R2 y L2 y el resto del mando se produce de una manera mucho más fluida al estar más integrada a la carcasa. DualShock 3 y su antecesores contaban con un pequeño escalón al pasar a la parte de abajo, algo que desaparece totalmente en esta versión. Por otro lado, se observa en la carcasa trasera la existencia de un material antideslizante que recubre el mando, rompiendo así con la superficie lisa con la que contaban los anteriores modelos para aumentar en gran medida el agarre a la hora de jugar.

Modificaciones en los botones

Seguramente uno de los puntos más críticos siempre, y que en esta ocasión mayores cambios ha experimentado. La duda sobre la posición de los sticks y la cruceta se vio despejada al ver que la colocación era la misma, aunque no tanto la forma que estos dos elementos tenían ahora. La cruceta sí se mantenía con las características que tantos elogios recibe en comparación con las de la competencia, pues no cae en el uso de la membrana tan molesta e imprecisa. En cambio, los sticks aparecen ahora con una hendidura que facilita –de nuevo– el agarre del mando, y en este caso la colocación de los pulgares. La forma convexa que exhibían anteriormente estos pequeños joysticks no facilitaba una colocación óptima, y con esta medida se ve solucionado este problema.

Aunque el mayor avance relativo a una corrección de un defecto se produce con los botones R2 y L2. En el paso de DualShock 2 a Sixaxis y luego DualShock 3 se modificó la pulsación añadiendo más recorrido a estos botones. Sin embargo, la forma curvada empujaba por inercia a que el dedo colocado resbalara hacia abajo, convirtiéndose en uno de los grandes inconvenientes de este mando. Con las imágenes que pudimos ver del DualShock 4 este defecto parece haber sido subsanado, aplanando el botón totalmente para evitar este suceso. Incluso parece que el recorrido al presionar el gatillo pueda ser más ágil, pues la base en la que corre es algo más estrecha que la que disponemos ahora.

Por último, los famosos botones que dibujan esas ya tradicionales formas poligonales se mantienen inalterados. No ocurre lo mismo con “Start” y “Select”, que desaparecen por completo para dar paso a tres elementos llamados a ocupar su lugar y a añadir una serie de acciones nuevas que están íntimamente ligadas a las prestaciones de hardware que posee PS4.
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Nuevas funcionalidades

Tres elementos son los que llaman la atención a simple vista. Por un lado, en el lugar donde antes se colocaban “Start” y “Select” aparece un pad táctil similar al que posee PlayStation Vita en su parte trasera. El uso que se vaya a hacer de esta característica recae justo en las ideas que los desarrolladores tengan, así que su funcionalidad está totalmente abierta a los juegos que vayan saliendo y los elementos que en ellos se encuentren.

Flanqueando este soporte táctil se encontrarán dos nuevos botones. A la derecha estará “Options”, destinado a suplir de alguna manera la acción que correspondía a los dos desaparecidos. Y a la izquierda y más importante se encontrará el botón “Share”, que incluirá toda la captura de información y posterior integración en redes sociales, suponiendo ésta la mayor innovación que presentó PS4 en PlayStation Meeting 2013 y que en éste artículo publicado la semana pasada analizamos en profundidad.

En la parte posterior encontraremos una luz de tonalidad variante que realizará diversas funciones indicativas, o asignará un color dependiendo del usuario que esté utilizando dicho mando. Pero sobre todo supondrá una herramienta de posicionamiento del usuario con respecto al nuevo PlayStation Eye, desarrollándose a partir de aquí una serie de opciones también jugables. El objetivo no es sustituir PlayStation Move con esta implementación, sino dotar de una funcionalidad extra al mando y que vaya relacionada con el lugar que ocupemos mientras estemos jugando.

De la misma manera se habló del aumento de eficiencia en los sensores de movimiento que ya llevaba consigo tanto Sixaxis como DualShock 3, aportando tecnología más avanzada y desarrollada. En la misma línea actúa una vibración que, lejos de volver a quedar marginada como en el Sixaxis, ha sido trabajada para ofrecer una mejor experiencia adaptada también al ligero aumento de peso (210 gramos) con el que contará ahora el mando.

Para terminar, dispondrá también de dos opciones de recepción y emisión de sonidos. Por un lado tendremos una salida jack exactamente igual a la que tiene PlayStation Vita, para así acoplar unos auriculares adecuados para la recepción de sonido. Y por otro tendremos un micrófono incrustado en el propio controlador, realizando una combinación ideal para utilizar el chat de voz que disponga la consola de una manera apropiada. Además, la batería aumentará su capacidad hasta los 1000mAh, un incremento sustancial con respecto a los 300mAh de los de DualShock 3.

A la espera de tenerlo en nuestras manos

Todos estos elementos suponen un cambio bastante drástico después de más de 15 años de pocas innovaciones desde que aquellos dos sticks se añadieran al primer controlador de la consola. Muchas de estas opciones nuevas quedan a la espera del desarrollo que realicen unos estudios que cuentan ahora con muchas más herramientas de interacción, y cuya responsabilidad recaerá en exprimirlas para trasladar una mayor experiencia global de juego a los usuarios.

Como dato importante el botón “Share” sobre todo, pues representa toda una serie de opciones que Sony exhibió como una de las mayores novedades de las que haría uso PlayStation 4 en esta generación. Las redes sociales se antojan cruciales en el futuro, pues ya lo son en el presente, y la marca PlayStation trata con este movimiento de ampliar las ofertas que en este marco social se puedan realizar para usuarios que se muevan por ambos ámbitos.

Por último, los cambios físicos responden a multitud de exigencias de jugadores que en esta generación detectaron algún que otro problema en el manejo de ciertas acciones, como supone el caso de los sticks o los botones R2 y L2. Todo esto conforma una mezcla de errores solucionados al escuchar la comunidad y herramientas ofrecidas a los desarrolladores. Un mensaje que Sony se encargó de difundir con respecto a la consola, pero que supo también materializar sobre un mando que debe convencer a generaciones de jugadores acostumbrados a una determinada manera jugar.

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