PS4, el primer año de la nueva consola de Sony

Manuel Gimeno · 29 diciembre, 2018
Hacemos un repaso a la trayectoria de la consola en estos primeros doce meses desde que saliera a la venta en el mercado europeo

El próximo día 29 de noviembre, PlayStation 4 cumplirá su primer año de vida. Un año completo que ha comprendido los últimos estertores de 2013 y casi la totalidad de 2014 exhibiendo unos resultados que abarcan un amplio abanico de espectros. La nueva consola de Sony suponía el primer paso en la nueva generación para la compañía japonesa, uniéndose a una batalla que Nintendo había ya iniciado hacía dos años con Nintendo Wii U y a la que Microsoft acudía a prácticamente al mismo tiempo que PS4 con su controvertida Xbox One.

Aunque la historia de la salida de PlayStation 4 cobra importancia en dos momentos anteriores en el tiempo. En primer lugar, en el mes de febrero del año 2013, Sony anunciaba a través de su particular PlayStation Meeting el desarrollo de su nueva consola. Momento en el que se empezaban a vislumbrar las líneas de acción sobre las que iba a actuar la compañía y que, con la perspectiva que da el tiempo, podemos afirmar que se han seguido al pie de la letra. Toda la facilidad posible para que los desarrolladores plasmen su creatividad y una forma de jugar erigida sobre el componente social.

Además, dicho momento sirvió para ver algunos de los primeros juegos que nos esperarían en la nueva generación de consolas, situándose algunos de ellos como los elegidos para acompañar a la nueva máquina el día de su lanzamiento. Sin embargo, y como comentaremos más adelante, este aspecto sí que sufrió cambios importantes, pues juegos como DriveClub o Watch Dogs se retrasaban de forma indefinida a pocas semanas de la salida de PlayStation 4.

El otro momento importante previo al nacimiento de la consola fue el E3 de 2013. En aquella ya memorable conferencia, Sony sorprendía a propios y a extraños con un precio extremadamente competitivo para lo que se espera de una nueva consola. El impacto era todavía mayor al comparar el valor económico con el de Xbox One, anunciado horas antes y 100€ superior al de la máquina de la compañía japonesa. Un golpe importante que camufló de forma efectiva el cambio en la política del juego online, que obligaba a los jugadores a suscribirse al servicio PlayStation Plus para acceder a las funciones en línea de la gran mayoría de juegos.

Tras los meses que siguieron a estos dos acontecimientos, los anuncios de algunos juegos y los retrasos de otros llegaron a modificar un poco la puesta de largo de PlayStation 4. Como comentábamos anteriormente, el golpe más duro e importante fue el retraso de DriveClub sin fecha concreta de salida. Un título que había sido tratado como prácticamente el buque insignia de la compañía para el lanzamiento de la consola, sufría una serie de problemas que le obligaban a demorar su salida por tiempo indefinido, dejando solos y ante el peligro a Knack y Killzone: Shadow Fall como grandes títulos del catálogo exclusivo.

Sin embargo, también en la vertiente multiplataforma encontramos serios problemas para llegar a aquella fecha con todas las garantías posibles. Ubisoft, después de haber sorprendido al mundo entero en el E3 de 2012 con el primer tráiler de Watch Dogs, daba marcha atrás en la fecha de salida de su juego para acabar de pulir los detalles suficientes como para que el juego se acercara a aquellas grandes expectativas que se habían generado. Tal vez, además, la cercanía en el tiempo con Grand Theft Auto V hacía replantear la estrategia a la compañía gala, que de esta forma espaciaba en el tiempo la introducción en el mercado de otro sandbox de importancia.

Con todo esto, PlayStation 4 salía a la venta el 29 de noviembre con dos juegos exclusivos y de nueva generación como Knack y Killzone: Shadow Fall, y con el resto del apoyo de las third parties que únicamente se atrevían a cruzar la línea de la nueva etapa tecnológica con títulos que tuvieran cabida también en las antiguas consolas. De esta manera, podíamos encontrar juegos como Battlefield 4, Assassin’s Creed IV Black Flag, FIFA 14 o Call of Duty: Ghosts, detacando únicamente y por encima de todos el trabajo que realizó 2K Sports con NBA 2K14, que contaba con un trabajo específico realizado para PlayStation 4 y Xbox One. Un título que se convirtió realmente en el primer gran multiplataforma hecho para las nuevas máquinas y que derrochaba calidad por los cuatro costados.

Con todo esto, y el fiasco de DriveClub que también daba al traste con la promoción de la suscripción de PlayStation Plus por la cual se regalaba una versión limitada del juego a los usuarios que compraran el servicio, PlayStation 4 salía al mercado con un catálogo más que aceptable, pero que se veía lastrado por algunas promesas que no habían podido ser cumplidas. Sin embargo, la respuesta de los usuarios fue extremadamente buena. Tal vez debido al precio, a la campaña de publicidad, a la mala estrategia comercial de Microsoft o, simplemente, a la ganas que había de dar el paso a una nueva generación, lo cierto es que PlayStation 4 arrancó con mucha fuerza, contando con más de dos millones de consolas vendidas en todo el mundo una semana después del lanzamiento europeo. Aunque la tendencia se había podido deducir durante la salida de PS4 en Norteamérica el día 15 de noviembre, cuando la consola alcanzó la cifra de un millón de unidades vendidas en su día de lanzamiento.

Desde ese mismo momento, las buenas noticias para la compañía de origen japonés en cuanto a ventas no dejaron de sucederse, contando en estos momentos con más de 13 millones de consolas vendidas alrededor de todo el mundo una vez cumplido su lanzamiento en Estados Unidos. En España, las ventas han seguido ritmo en proporción muy similar, contándose 360.000 máquinas instaladas en los hogares a fecha del pasado mes de octubre, y arrojando un sorprendente ratio con respecto a Xbox One de siete consolas a una en nuestro país. Las expectativas de la compañía, además, son muy halagüeñas, esperando casi duplicar la cifra en el último trimestre del año con 300.000 unidades vendidas más.

En lo que respecta al software dispuesto por la consola, podríamos hablar de que PlayStation 4 ha contado con un catálogo notable dentro de lo que supone el siempre complicado primer año de una nueva máquina. Es cierto que existieron ciertas críticas en los primeros compases, sobre todo por la ausencia de los juegos que comentábamos anteriormente. Sin embargo, comparando los juegos de PlayStation 4 en su primer año con los de otras máquinas en otras generaciones, podríamos concluir que el repertorio ha sido bastante bueno. Pese a que tanto los juegos multiplataforma como los exclusivos no hayan contado con una calidad excesivamente alta.

[break=Página 2]Con respecto a las third parties, durante este primer año nos hemos encontrado juegos que no se han despegado del lastre tecnológico que puede suponer su aparición en consolas de dos generaciones diferentes. De esta forma, títulos como Watch Dogs, Destiny, Thief, The Evil Within, Alien: Isolation, Wolfenstein: The New Order o Metal Gear Solid V: Ground Zeroes, por poner un ejemplo, no han acabado de sorprender al usuario de la forma que se esperaba a nivel gráfico, y es que trabajar con el corsé que suponen ahora PlayStation 3 y Xbox 360 ha podido lastrar una experiencia que se esperaba más satisfactoria.

Pero por otro lado, encontramos que los juegos exclusivos de PlayStation 4 no han acabado de dar la talla en cuanto a su calidad general. Tal vez, únicamente inFAMOUS: Second Son se haya ganado el derecho a salirse de esta afirmación al exhibir un buen equilibrio entre diversión y potencia tecnológica -seguramente, el juego más representativo de lo que debe ser esta nueva generación-, pero no lo han hecho así juegos como Knack, Killzone: Shadow Fall, DriveClub y, en menor medida LittleBigPlanet 3, que trata de saciar la necesidad de juegos de plataformas tanto en PS3 como en PS4.

Aunque, para tener una conciencia global de lo que ha sido la lista de juegos aparecidos y su aportación al entretenimiento de los usuarios, no podemos olvidarnos tampoco de las remasterizaciones, una moda que empezó de la mano de Square-Enix con Tomb Raider: Definitive Edition, pero que continuó con PlayStation y The Last of Us: Remastered, Square-Enix de nuevo con Sleeping Dogs: Definitive Edition y Rockstar con Grand Theft Auto V. Algunos de estos juegos susceptibles de dar el salto, pero otros con cuestionables motivos que al final han ido ocupando parte del catálogo con títulos que ya habían sido disfrutados en PlayStation 3.

Sin embargo, lejos de suponer esto un problema, sí lo viene siendo el estado de algunos de los juegos de esta generación en el momento de salir a la venta. Pese a que la mala costumbre viene heredada de la generación anterior, hemos podido asistir en este primer año a una serie de despropósitos enormes al descubrir juegos prácticamente inacabados en el momento de ser metidos en la consola, necesitando urgentemente un parche que ya estaba disponible que acabara de pulir los defectos más importantes para que el título pudiera ser jugado, al menos, decentemente. Es mala moda ha tocado su punto más álgido en los últimos meses, con juegos como DriveClub o Assassin’s Creed Unity arrastrando graves problemas desde el primer día que impedían a los usuarios jugar de la manera que se les había prometido.

Pero dejando estrictamente los juegos como software, PlayStation 4 prometió y promete mucho más de lo que ofrecía su antecesora. Funciones como grabar nuestras partidas, subirlas a Internet o editar los vídeos estuvieron disponibles durante los primeros meses de vida de la consola, aunque otros servicios se hicieron mucho más de rogar. Hablamos por ejemplo, del caso del Share Play, una funcionalidad que permite compartir un videojuego con un amigo durante una hora, que fue anunciada hace mucho tiempo, pero que ha llegado hace escasamente un mes.

En el mismo sentido podríamos hablar de PlayStation Now, el servicio de juego en la nube de Sony que tratará de acercar los videojuegos a todos sus dispositivos sin necesidad de adquirirlos. De momento, no hay fecha de salida definitiva para territorio europeo, ni tan siquiera la confirmación de su aparición en el mismo, aunque todo apunta a que a lo largo de 2015 podría llegar al Viejo Continente. Más cerca parece en cambio su aparición en Estados Unidos, pues desde el día 31 de julio el servicio se encuentra en fase Beta.

Una tónica la del retraso de servicios anunciados como reclamo de la consola que también se ha extendido de alguna manera a su propio firmware, ya que no ha sido hasta hace escasamente un mes con la llegada de la actualización 2.0 cuando hemos podido encontrarnos con un sistema mucho más sólido y que ofrecía un diseño que lograba ampliar las posibilidades iniciales de una navegación que se encontraba demasiado simplificada.

Sin embargo, el mayor de los problemas lo hemos encontrado, de nuevo, con el servicio online de PlayStation. Parecía que con una nueva generación y la obligatoriedad de pagar para jugar en línea sería suficiente para dejar de lado los mantenimientos constantes o los problemas de seguridad, pero no ha sido así. Pese a que en ningún momento se ha llegado a tener un problema de gran envergadura como el ocurrido en el año 2011, sí es cierto que no se ha llegado a transmitir sensación de solidez, y no han sido pocas las ocasiones en las que los jugadores se han quedado sin poder llevar a cabo su actividad de ocio por algún que otro problema con PlayStation Network.

Con todo, y a pesar de que queda un largo camino por recorrer en este sentido, el futuro se antoja prometedor para los usuarios, sobre todo a nivel de juegos, que al final es lo más importante en una consola. Ya no sólo por lo que ofrecerá PlayStation 4, sino también por lo que nos espera en esta generación a nivel multiplataforma, el próximo año 2015 se antoja como uno de los más importantes de los últimos años. Grandes títulos de todos los géneros que harán que la consola acabe de despegar en cuanto a catálogo. Sobre todo porque hablamos de proyectos que sí estarán enfocados exclusivamente para la nueva generación de consolas.

2015 aguarda a la vuelta de la esquina con títulos de la talla de The Witcher 3: Wild Hunt, The Order: 1886, Evolve, Dying Light, Bloodborne, Tom Clancy’s The Division, Metal Gear Solid 5: The Phantom Pain, Batman: Arkham Knight, Mad Max, Dead Island 2, Battleborn, Star Wars: Battlefront Mortal Kombat X, No Man’s Sky, Uncharted 4: A Thief’s End o, presumiblemente, incluso Final Fantasy XV y Kingdom Hearts III, aunque desde aquí mostramos nuestro escepticismo al respecto. Sólo una muestra de todos los juegos que nos esperarán en el segundo año de vida de la consola, y que supondrán el despegue definitivo de la generación.

Sin embargo, todavía queda mucho por mejorar. Tanto PlayStation en su vertiente de hardware, como los proyectos que tiene Sony en cuanto a software, como las third parties que trabajando tanto para PS4 como para Xbox One, tienen la obligación de hacer de esta generación algo más que el campo de testeo perfecto usando para ello a los jugadores. No es suficiente con que un buen catálogo acompañe a la consola, también es necesario que todos los servicios que ofrezca cuenten con la calidad suficiente como para que el usuario simplemente se dedique a meter el disco en la máquina y disfrutar sin más de la experiencia visual, sonora y jugable de cada proyecto.

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