La franquicia más prolífica del género del terror, que en los últimos años se ha ido transformando progresivamente al de la acción, tendrá en Mayo una nueva entrega, en este caso rescatada desde Nintendo 3DS, con una serie de novedades para esta remasterización.
Parece que Capcom ha querido satisfacer a los consumidores de Resident Evil 6, que no quedaron muy conformes con esta edición y su excesivo grado de acción en detrimento del cada vez más añorado terror, por mucho que los enemigos fuesen sacados de las peores de nuestras pesadillas. Para esta tarea de intento de reconciliación, han traído de vuelta un juego de principios de 2012, que gustó tanto a crítica como a público por ser en cierta medida «una vuelta a los orígenes».
Por tanto, para comprobar cómo de satisfactoria ha sido esta conversión nos metimos en la piel de la veterana agente de la BSAA y antigua miembro de S.T.A.R.S. Jill Vallentine, quien acompañada del agente Parker Luciani recorrerá el barco Queen Zenobia para ir descubriendo los misterios y horrores que sucederán esta vez en alta mar.
El capítulo probado, más concretamente el 4: «Retorno a una pesadilla», recorre el hall, el casino y unos laboratorios de investigación del barco. Tras una primera sección de aparente tranquilidad, observando la magnitud de la embarcación, llegamos al casino, donde comprobamos como regresa una de las señas de identidad de la saga al menos en su fase más clásica: los puzzles. En primer lugar debíamos accionar el interruptor de la fuente que hay en medio de la sala. Esto llena de agua contaminada con el virus T-Abyss y por tanto los peces se convierten en infectados, aumentan su tamaño y nos atacan. Al matar a uno en concreto, suelta unas fichas para la tragaperras, que usamos para conseguir monedas reales.
Obtenemos monedas de oro, plata y bronce, cada una con un peso determinado. Pues bien, para superar una puerta y seguir avanzando en el transcurso de la aventura había que depositar en una bandeja un peso exacto y calcular cuántas monedas de cada tipo había que dejar hasta llegar al peso marcado. Más tarde apareció otro puzzle de tipo geométrico al tener que reparar el cuadro eléctrico por medio de unos conectores que devolvieran la corriente eléctrica.
Desde el punto de vista de la jugabilidad, Revelations tiene un sistema de control muy similar al de Resident Evil 5. Sin embargo, posee un par de características que merece la pena destacar. En primer lugar, la mejora de las armas se hace con un kits que se encuentran repartidos por el escenario como un ítem más. Por otra parte, al encontrar un enemigo podemos rápidamente escanearlo con una especie de cámara fotográfica para obtener bonificaciones de daño con esa especie de enemigo en concreto.
Entrando a valorar el apartado técnico, Revelations está creado originalmente con el MT Frameworks, una revisión del motor gráfico utilizado en Resident Evil 5. Pese a provenir originalmente de una consola que no ha hecho gala precisamente de juegos con buenos gráficos como es 3DS, Revelations es la excepción que confirma la regla y sí cumplía con un nivel bastante aceptable. El paso a la alta definición le aporta los pros y los contras que ya se han visto en otras conversiones, un modelado correcto, pero un texturizado que termina quedando bastante pobre por lo borroso que queda, pero en líneas generales es bastante aceptable el resultado. En cuanto al sonido, como siempre en esta saga, una banda sonora genial así como sus efectos. Destacando además que en su momento Revelations fue el primer RE doblado al castellano, doblaje que también se mantiene en esta conversión para consolas de sobremesa.
Una de las novedades incluidas en esta reedición HD es el denominado «modo Asalto», una especie de Mercenarios con misiones contrarreloj en las que se nos valora al final de cada fase con una puntuación según ciertos parámetros como pueden ser: precisión, número de enemigos vencidos y el daño recibido así como el tiempo de superación de dicha fase. Al final de cada escenario, y según la puntuación obtenida se nos otorgan un número de puntos de experiencia que permiten mejorar y equipar a los personajes. Estas fases, pese a no estar demasiado trabajadas pues se realizan en los mismos escenarios de la campaña y no aportan mucho, son bastante divertidas y aumentan la rejugabilidad del título.
Como vemos (y como ya pudieran comprobar los usuarios de 3DS), este título es más lúgubre, más clásico en ciertos aspectos y puede ser perfecto para aquellos jugadores que no son muy de consolas portátiles y quieran probar algo a caballo entre lo clásico y los Resident Evil de los últimos años, pero con un nivel muy aceptable en líneas generales.