Overwatch: el shooter por equipos que llega a PS4

Manuel Gimeno · 29 diciembre, 2018
Blizzard lo deja todo listo para el aterrizaje del MOBA en la consola de Sony

2016 está ya marcado de antemano por la curiosa lucha que Take Two y Blizzard van a mantener dentro de un género como el MOBA dominado con mano de hierro desde hace años por dos gigantes como League of Legends y DOTA 2. Un oligopolio éste que llega hasta los e-Sports, y en el que Battleborn y Overwatch también van a intentar hacerse un hueco con sendas propuestas que, de por sí, son algo distintas a lo visto hasta ahora. Hace poco ya entramos a hablar en profundidad de Battleborn, tanto de su aspecto competitivo como de su campaña, y hoy toca hacerlo de Overwatch, un juego que si ya ha ganado la batalla al de 2K en algo es en puro carisma.

Y es algo que se puede apreciar a simple vista con la campaña promocional de ambos juegos, descubriendo en la de Overwatch dos cortos animados que lucen a un nivel cercano al que lo podrían hacer perfectamente creaciones de Pixar, y que te meten de lleno en toda la intrahistoria que rodea a este shooter por equipos competitivo. El último, concretamente, se pudo ver en la presentación a la que asistí ayer del juego en PlayStation 4, y que supuso la introducción perfecta para una sesión de juego divertida y muy amena.

Aunque me he referido al género MOBA desde un primer momento, en Blizzard parecen esquivar de alguna manera la palabra, de la misma forma que 2K Games, donde aseguran estar trabajando en un género bautizado por ellos mismos como “hero shooter”. En el juego de disparos competitivo por equipos al que se refieren desde Blizzard cuando hablan de Overwatch la compenetración entre los 6 integrantes de cada uno de los dos equipos que se disputarán las partidas supone el pilar principal alrededor del que gira absolutamente todo el juego.

Por ello justamente tiene importancia la enorme cantidad de héroes completamente diferentes que te ofrece el juego para defender o atacar y escoltar un objetivo, o simplemente batirte en duelo con el grupo rival. Hasta 21 con sus armas distintas, sus habilidades únicas y sus funciones específicas para desempeñar un rol determinado en cada momento. Me gustó especialmente, además, la facilidad con la que se podía cambiar de personaje para poder adaptarte a lo que el momento de la partida reclame, ya sea bien a alguien de ataque, defensa, tanque o apoyo.

Por ejemplo, tuve la ocasión de probar a Tracer, la heroína protagonista de la polémica más sonada de los últimos meses, y su carácter ofensivo me permitió ayudar a mi equipo a conquistar una determinada zona objetivo de la partida. La alta cadencia de sus armas duales, su rapidez y capacidad de retroceder unos pocos segundos en el tiempo son ideales para hacer la guerra por tu cuenta y acabar con cualquier enemigo. En cambio, en otra partida en la que la función de mi grupo era la de defender, opté por seleccionar a Reinhardt, personaje tanque que despliega un gran escudo para proteger a los demás y que machaca sin piedad a cualquier con su martillo pesado pensado para el combate cuerpo a cuerpo.

Es extremadamente útil tener un equipo con compañeros que curen, pongan trampas o se muevan ágilmente, y justo en ese punto el juego de Blizzard sube de nivel al mismo tiempo que lo hace la diversión.

Con el objetivo de defender seleccioné a Mei, un personaje que no se ha visto demasiado y que en cambio dispone de recursos muy interesantes. Congela a los enemigos con su pistola de hielo, crea muros enorme de agua congelada para impedir el avance rival y se puede meter en una especie de iglú donde se vuelve invulnerable y en el que se reestablece la vida poco a poco. Para el apoyó me decanté por Symmetra, que aunque su poder de ataque no es muy elevado, puede colocar un escudo de fotones sobre algún aliado, pero además tiene una habilidad definitiva extremadamente útil que permite crear un portal teletransportador desde la base hasta el lugar de la acción.

Estas habilidades definitivas también son únicas en cada héroe y solo se pueden usar cuando el medidor correspondiente llega al 100%. Tanto éstas como las más mundanas que se gastan tantas veces que se quiera o que el enfriamiento de las mismas lo permita, desarrollan sinergias con el resto de héroes si los miembros del equipo así lo quieren. Es decir, Overwatch premia la compenetración del equipo, la elección adecuada de un personaje para el beneficio global del grupo. Y es que, aunque lo más divertido pueda ser siempre eliminar a los rivales, usar un buen tanque o apoyo, por ejemplo, puede decantar definitivamente la partida hacia tu propio conjunto. Es extremadamente útil tener un equipo con compañeros que curen, pongan trampas o se muevan ágilmente, y justo en ese punto el juego de Blizzard sube de nivel al mismo tiempo que lo hace la diversión.

Desde la compañía, eso sí, se quiere cuidar mucho que no se produzcan desequilibrios en todo esto; que no haya un héroe que sea mucho más usado que los demás en el juego, o hacer a alguno de ellos de pago y dar al traste con la experiencia. Es por ello que los nuevos héroes y mapas que se irán introduciendo serán totalmente gratuitos y todo el mundo luchará en igualdad de condiciones. La progresión irá asociada a la personalización, que se podrá adquirir consiguiendo experiencia en forma de créditos o con dinero real. Algo que no afecta a todo el entramado del juego.

Donde Overwatch se acaba desmarcando de otros juegos de Blizzard es en el propio contexto, en los escenarios que suponen los mapas donde se producirán cada enfrentamiento. El juego transcurre en una representación cargada de ciencia ficción y toques de fantasía en un hipotético futuro en la tierra, habiendo jugado en reinterpretaciones de Estados Unidos, Gran Bretaña, México, Egipto o Japón.

Y en lo relativo al apartado técnico diría que es una sorpresa lo bien que funciona Overwatch en PS4, pero no lo es tanto viendo la compañía que hay detrás del mismo. Overwatch funciona en la consola de Sony a unos sólidos 60 FPS, y con una resolución de 1080p; algo que pude constatar en este primer contacto del juego en PlayStation 4. La estética cartoon le va bien a un juego que no se quiebra en absoluto ante los variados y pintorescos efectos de luces y partículas de cada arma o habilidad, y eso, además de ser una buena noticia, da una idea precisa de lo terminadísimo que está el juego a falta de poco menos de dos meses para que salga a la venta.

En definitiva, habiendo podido probar ya Overwatch en su fase Beta en PC y pudiendo comparar perfectamente ambas versiones, la experiencia en PS4 fue satisfactoria tanto a nivel técnico como jugable, demostrando que Blizzard ya tiene los deberes hechos de cara al lanzamiento del juego el próximo día 24 de mayo. Antes de eso, desde el día 5 hasta el 9 de mayo se podrá acceder a otra versión Beta que esta vez estará abierta para todo el mundo y en todas las plataformas (PlayStation 4, Xbox One y PC).

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