Últimamente el tema de los bugs está más presente que nunca. Problemas como los que está teniendo Sony con su DriveClub, que han llevado a la compañía a posponer, por el momento de forma indefinida, el lanzamiento de la PS Plus Edition del juego “hasta poder ofrecer un producto de calidad”. Luego está Ubisoft, que ha tenido problemas con dos de los tres grandes estrenos que ha tenido recientemente. De hecho, Assassin’s Creed Unity seguramente haya supuesto un antes y un después en la forma de hacer las cosas de la compañía francesa.
Una caterva de errores, desde lo nimio hasta lo más grave, pasando por problemas que sencillamente no deberían de ser aceptables a estas alturas, que ha llevado a Ubisoft al extremo de que, a aquellos que compraron el Pase de Temporada de Unity, se les regalase un juego de estreno (The Crew o Far Cry 4, o bien alguno con algo más de tiempo) para compensar.
Sin embargo, lejos de centrarnos en los aspectos puramente jugables o técnicos, nosotros, como siempre, nos vamos a centrar en el tema que nos interesa ahora mismo: los trofeos. Alguna vez hemos comentado por encima, como cuando hablábamos de los “tramposos” que en ocasiones un juego nos presenta trofeos “bugueados”. ¿De qué estamos hablando exactamente? Entendemos que un trofeo se ha bugueado cuando, una vez hemos cumplido con las condiciones para las que se desbloquee un trofeo, éste no salta. Dentro de las posibilidades de bug de un trofeo, tendríamos que hacer dos diferenciaciones: un bug de definición o un bug de diseño.
El bug de definición, poco frecuente, es aquel en el que la propia descripción del trofeo es errónea, por lo que podemos pasarnos un buen rato haciendo algo sin saber que, realmente, no es eso lo que deberíamos hacer. Por ejemplo, que nos digan que tenemos que realizar cincuenta bajas con una pistola, cuando en realidad es un subfusil. No supone ningún riesgo, más allá de no descubrir que el error está en la definición.
El bug de diseño, por su parte, es el más habitual y el más temido por la mayoría de jugadores. Se trata de darse de bruces con un error de programación que hace que, por algún motivo, no consigamos nuestro ansiado trofeo. Ante esto, el cazador tiene tres opciones.
En algunos casos, basta con insistir. Por todos es sabido eso de “Si no consigues el trofeo a la décima, sigue haciéndolo, antes o después saltará el trofeo”. Repites intentos, rezando porque el siguiente sea el último necesario.
Otros, bastante más molestos, sólo podrán evitarlos aquellos precavidos o bien prevenidos del posible error. El pendrive es el arma más eficaz del cazador cauteloso. Una partida guardada y un respaldo en una memoria externa (o bien en la nube, a través del Plus) te puede salvar en más de una ocasión. Sobre todo en el caso de los típicos trofeos de “Alcanza el nivel máximo” y de repente te encuentras con que no lo consigues. Tiras de respaldo de tu partida justo antes de llegar al nivel máximo… Y repites.
La tercera opción es la menos agradable de las tres, con diferencia. ¿Qué pasa si no conseguimos el trofeo insistiendo y tampoco tenemos una copia de nuestra partida guardada? ¿Qué podemos hacer, si no nos queda ninguna solución? Exacto. Reiniciar nuestra partida. En ocasiones esto no supone un gran problema, pero si estamos hablando de un RPG, por ejemplo, el problema puede suponer varias docenas de horas de juego.
Ahora bien, un bug, en el sentido más estricto de la terminología, es un error. Un error no tiene por qué ser siempre perjudicial para nosotros, es sólo un fallo. Dicho fallo, bajo determinadas circunstancias, puede ser usado en nuestro propio beneficio. Es aquí donde tenemos que meternos con el vocabulario endémico a los cazadores de trofeos, un poco de palabrería básica. Si bien no hay un consenso “oficial”, tenemos varias palabras que nos permiten clasificar los bugs.
“Bug” es el término a evitar. Indica trofeo que da problemas, un error, un fallo, algo no está bien. Después, tenemos “glitch”. Por lo general, se usa para indicar un error de programación que se puede usar en nuestro beneficio. Sin embargo, cuando decimos que un trofeo está “glitcheado” estamos haciendo referencia a lo mismo que con el bug.
Los glitches que se pueden usar en beneficio propio suelen ser parcheados por las compañías, ansiosas por hacernos jugar de la forma que ellos querían y no de la que hemos descubierto. No obstante, hecha la ley, hecha la trampa. Si ellos han sacado un juego con un error por no haberlo testeado… Nosotros podemos jugar sin su actualización. Es tan sencillo como jugar desconectado a dicho juego. No obstante, en cuanto instalemos el parche, nos olvidaremos de volver a usar ese glitch: por norma general, un juego de la versión 1.02 no nos permitirá jugar sin dicha actualización.
Hasta aquí, son cosas de cada uno. Encontrarse con un bug es algo que puede darse de forma puntual, hacer uso de un glitch para conseguir un trofeo, si bien puede alterar nuestra experiencia de juego, es una decisión personal de cada uno de nosotros.
[break=Página 2]El problema viene con el siguiente término. “Exploit” es la palabra que suele usarse cuando un jugador, en una partida online competitiva, hace uso de un glitch en beneficio de él y su equipo. Aquellos que jueguen a juegos de disparos en primera persona se han encontrado sin duda con jugadores de éste tipo. Gente que desaparece, que está escondida bajo el suelo y aún así nos dispara, con recarga instantánea, que parecen moverse sin tocar el suelo…
Esta es una práctica que desde aquí, sin duda, no aprobamos y las compañías tampoco suelen hacerlo. Hacer uso de un glitch en tu beneficio en tu propia partida, sin alterar la de otros jugadores, no supone algo que vaya en contra de la “ética” del cazador de trofeos. Sin embargo, cuando lo hacemos en una partida online, podemos tener problemas.
Es habitual encontrarnos con jugadores que afirman haber sido expulsados de los servicios online de un juego, lanzando rayos y truenos contra el estudio. El problema viene cuando les preguntas qué es lo que estaban haciendo cuando fueron expulsados, y te encuentras con que aquel estaba consiguiendo dinero infinito para el modo online, ese otro usaba un arma que, bajo una determinada circunstancia, mata de un tiro…“Vive y deja vivir”, que suelen decir. “Pero no des por saco”, añadimos nosotros.
¿Son aceptables los bugs en los trofeos? Sin ninguna duda, no, de la misma forma que no son aceptables dentro de la propia jugabilidad y apartados técnicos del juego. Los estudios suelen tener tiempo más que suficiente para probar sus juegos antes de ponerlos a la venta pero, como pasa con el resto de cosas, la llegada de internet a todas las consolas hace que, por desgracia para nosotros, no suponga ningún problema lanzar un juego sin testear. Siempre pueden poner un parche después.
Ya estáis más que puestos en materia, ¿verdad? Seguramente muchos no hayan descubierto nada nuevo, si acaso, refrescado la memoria sobre la terminología o sonreído al recordar alguna anécdota relacionada con bugs, con trofeos que saltan cuando no deben o, peor aún, que no saltan cuando deberían y no hay manera de hacerlo. Así que es el momento de curiosear y hablar de algunos de los bugs y glitches más conocidos de los últimos tiempos.
Destiny, sin duda, ha sido el filón de lo últimos tiempos. Algo tan grande, tan ambicioso… ¡Si es que era imposible que todo saliese bien! El más conocido, sin duda, es el tema del farmeo constante de drop enemigo. Las llamadas “cuevas del tesoro” (que Bungie parece haber desistido en eliminar completamente) que aparecen en el juego, principalmente en el Cosmódromo. Básicamente, se trata de situarse en un punto concreto y matar enemigos, uno tras otro, que van respawneando. El problema está en que eso no debería de ser así (de ahí que lo consideremos un bug, no deja de ser un error de programación), por lo que Bungie decidió ponerle solución.
La primera Cueva del Tesoro, después de un parche, presentaba una interesante modificación. Un montón de cadáveres enemigos que, al interactuar, nos daban a entender que se acabó el conseguir drop enemigo de ese punto. A farmear legendarios a otra parte.
Relacionados directamente con trofeos de Destiny tenemos más bugs pero, por suerte, son todos de los que podemos aprovechar en nuestro beneficio. Por todos es sabido que conseguir el Platino es, actualmente, más complicado que al principio, al haber desaparecido la posibilidad de arrojar al vacío al Templario y Atheon.
Esto no es más que un compendio de errores reciente, por supuesto. Un ejemplo de procedimiento práctico fue el de Tomb Raider (2013). Uno de los trofeos del modo online nos exigía comprar todos los personajes de los modos en línea y esto implicaba hacerse con el General, que nos exigía llegar al nivel 60, el máximo, varias veces. Sin embargo, mediante un glitch, era posible adquirirlo independientemente de que cumpliésemos el requisito de ser Prestigio 3. ¿Cuál fue la decisión? Eliminarlo de los requisitos del trofeo. Si, aún quedaban otros glitches que usar para comprar cosas, pero ese en concreto, que era el más usado, fue eliminado de un plumazo.
Bastante conocida en éste campo, para bien o para mal, es Bethesda con Fallout y The Elder Scrolls. Raro es encontrarse con uno de estos juegos que, mediante un bug, no nos facilite el juego permitiendo alcanzar el nivel máximo aprovechando algún procedimiento sencillo. Ah, el Oghma Infinium, que permitió a muchos ser auténticos dioses caminando por Skyrim antes de tiempo…
Claro que Skyrim también nos traía un bug que hacía imposible conseguir cierto trofeo, que tardó un tiempo en recibir solución pero que, por suerte, llegó y permitió que alcanzasemos el Platino de éste magnífico juego.
Y luego, como no podía ser de otra forma, está Wanted: Weapons of Fate. No es la primera vez que hablamos de éste juego, pero es que es inevitable. Un bug en forma de disco si hablamos de los trofeos. Todo demasiado aleatorio, coleccionables que no cuentan, muchos, muchos trofeos que no saltan cuando deberían. Huid de éste juego si no queréis tener que repetir varias partidas completas.
Por lo general, hay que decir que los estudios se aseguran de poner solución a los bugs relacionados con trofeos que son reportados por la comunidad de jugadores. Pero siempre quedarán casos de trofeos imposibles, que quedan relegados al olvido y hacen que muchos no consigan el Platino que ansían de ese juego, que quedará siempre a las puertas del Platino y que, por mucho que hagamos, legalmente o conseguiremos.
Esto es solamente una minúscula muestra de lo que son los bugs en los juegos, que podamos o no sacar en nuestro provecho. Nos dejamos por supuesto algunos bastante conocidos, como el de The Last of Us que nos permite conseguir todos los trofeos de la historia en dos partidas, el de Alice: Madness Returns que nos da la opción no tener que pasar todo el juego en Pesadilla… mención especial a Battlefield 4 que, al menos en su versión de PS3, tiene una lista de trofeos caprichosa, que en ocasiones nos jugará una mala pasada…
Una minúscula muestra de todo lo que hay ahí fuera. Y vosotros, ¿qué otros bugs recordáis en vuestra carrera de cazatrofeos?