Cuando me puse a preparar ésto y me dediqué a pensar sobre algunos momentos que me vinieran a la mente a lo largo de toda esta etapa consiguiendo trofeos, no tenía realmente intenciones de que terminase así. Sin embargo, dándole vueltas me he dado cuenta de que lo primero que me viene a la mente son los momentos que he pasado sacando ciertos trofeos online, aunque nunca he sido un fan de estas cosas. De hecho, suelo ser un jugador que más bien evita el juego online.
Seguro que muchos saben lo complicado que resulta, desde hace tiempo, conseguir todos los trofeos online de Assassin’s Creed: La Hermandad. No por dificultad real, sino por falta de movimiento. Muchos recurrimos a la quedada para conseguirlo y aquí comenzamos, con el grupo que al final fuimos montando, provenientes muchos de otra (entre los que están usuarios que muchos conoceréis, como abaddon 3.0, ElTirillas, TannerPES, diablito83…) a quitar de en medio estos pesados trofeos.
Realmente, la cosa empezó mal, muy mal. Los temibles problemas de “somos incompatibles”, por los que al juego no le daba la gana que dos personas estuvieran en la misma partida, nos dieron bastantes quebraderos de cabeza al principio. No obstante, después de un mes entero en el que casi todo fueron charlas, porque la quedada no daba para más, todos realmente quedamos más que contentos, pese a haber estado todo ese tiempo dándonos de puñaladas y puñetazos.
Si hay una persona con la que cada vez que hablo me acuerdo de varios juegos, es con otro compañero del foro, Arin1979. Diría que han sido mil batallas, pero seguramente, hayan sido más, muchas más. Lo que comenzó como un encuentro para quitar de en medio los trofeos online de un juego muerto (BlazBlue: Calamity Trigger) se ha convertido en quedadas para varios juegos en las que, en muchos casos, sabemos reaccionar sin comunicarnos prácticamente nada.
En especial, recuerdo dos. Por un lado, Resident Evil: Revelations. Tenía claro que si lo tenía de compañero, tenía la mitad del camino hecho: confianza y sincronización garantizadas. No necesitábamos esforzarnos lo más mínimo, ni siquiera utilizar micrófono, para avanzar oleada tras oleada de enemigos cubriéndonos las espaldas. Divertido ver sobre todo como al final casi podíamos hacer niveles con los ojos cerrados de haberlos repetido tantas veces y no haber cambiado de personajes casi desde el principio.
Pero por si no hubiésemos tenido suficiente, nos volvimos a encontrar en Armored Core V. Ahí yo no iba con intenciones de Platino (precisamente por tener el online muerto y hacían falta varias personas), pero él sí y en eso quería ayudarlo. Creo que él recordará los QUEVOOOOOOOOOOOOY!! que básicamente eran una maniobra en la que él disparaba y yo me abalanzaba sobre los enemigos en un ataque suicida para quitarlos de en medio de un golpe o caer en el intento. ¿Fácil? No. Pero sí muy divertido.
Para terminar, tengo que recordar Ninja Gaiden 3: Razor’s Edge, Payday 2, Lost Planet 3 y la saga Modern Warfare. En el primero, por pura casualidad (curiosamente, iba a jugarlo con Arin1979, pero por ciertos motivos no pudo ser), lo pasé realmente bien y eso que no conseguí todos los trofeos.
Me encontré con un usuario al que realmente no conocía y que ha terminado siendo un gran amigo, Brain, al que ya dedicó unas palabras mi compañero Joshua1975. Después de muchas horas sin conseguir avanzar, de algún bug relacionado con cadáveres ensangrentados inmortales y demás, decidimos que Ryu era más de lo que podíamos masticar.
Después nos pusimos a repasar juegos pendientes. Éste tipo, salido de la nada, estaba empeñado en ayudarme con juegos que tenía sin terminar. De aquí salieron mis Platinos de Modern Warfare 2 y 3, que no me había molestado en conseguir al no contar con un compañero de armas y que sirvieron para que él consiguiera también el de la tercera parte, después de superar con cierta dificultad alguna que otra fase.
Con Payday 2 llegaron los momentos de mayor diversión. Creo que es el juego al que más horas hemos dedicado en equipo y aunque al final ambos hemos terminado realmente hartos de él, ha valido la pena por lo que nos hemos reído. Sobre todo buscando la maldita fase del garaje… y además también compartimos partidas con Arin1979.
El extraño grupito que formamos los tres nos hemos visto por última vez en Lost Planet 3, que casi dimos por perdido por una definición errónea, pero al que terminamos dando una oportunidad que se volvió realmente interesante. Si bien al principio creíamos que tendríamos que esperar para jugar solos y conseguir todos los trofeos, descubrimos que era mucho más sencillo.
Durante los días que dedicamos a conseguir todos los galardones y llegar al máximo nivel, en las ocasiones en las que los tres hemos estado en el mismo grupo, fuimos sencillamente el terror de los jugadores extranjeros (los guiris, como comúnmente los llamamos muchos) que veían cómo partida tras partida perdían por decenas de miles de puntos. Sólo nos faltaba la risa maquiavélica al ver como algunos se retiraban antes del final de la partida.
Es curioso. Realmente creía que no me gustaba jugar online. Pero el hecho es que… creo que me gusta, me gusta jugar online siempre que la compañía sea la adecuada. Espero compartir muchas más batallas con gente como esta, que realmente hace de las partidas algo más divertido y que siempre están dispuestos a echar una mano.