Se echaba de menos. Tras el parón veraniego son muchos los que deseaban que la temporada deportiva de los grandes clubes regresara, y su contraprestación virtual es, quizás, el otro gran reclamo, la vía de escape perfecta y la excusa universal para hacer deporte, compartir cultura y, en definitiva, socializarse con el mundo que nos rodea. Aunque os haya venido a la mente el fútbol, hay otros deportes que incluso presumen de copar prácticamente todo su protagonismo en ciertos países, y si hablamos de espectáculo y de circo mediático de altura se nos vienen tres letras a la cabeza: NBA.
Y es que el baloncesto, el otro deporte rey, aquel que consigue seguir la estela del fútbol cuenta, posiblemente, con el mayor referente jugable en términos de videojuego: la licencia NBA 2K. La excelente labor realizada por Visual Concepts, la adquisición más inteligente realizada por Take-Two en su historia más reciente, se ha convertido en una referencia para los amantes del baloncesto, y en un ejemplo a seguir para el resto del sector empeñado en buscar realismo sin tener en cuenta la naturalidad.
Año tras año los profesionales y el aficionado se encuentran con la inmensa duda de si la nueva entrega anual de la serie NBA 2K justifica su mera existencia, y por lo tanto incluye alicientes y adelantos técnicos suficientes para repetir su compra. La temporada del baloncesto virtual comienza este 29 de septiembre con la salida de NBA 2K16 en los principales sistemas del mercado y la ocasión es idónea para recibir en Madrid a Rob Jones, productor de NBA 2K que, con su particular sonrisa y traje informal, ha presentado a la prensa todas las novedades de la edición 2016 de esta importante franquicia.
El evento de presentación, sin embargo, contó inicialmente con la presencia de tres grandes profesionales de la comunicación que visten y adornan con sus palabras los comentarios de los principales partidos de la ACB y NBA en la televisión y radio de nuestro país. Históricos como Jorge Quiroga, Sixto Miguel Serrano y Antoni Daimiel, nos han contado sus anécdotas profesionales y han descrito, a su juicio, las características y ciertas curiosidades de los jugadores que componen la portada de NBA 2K16: Anthony Davis, James Harden, Stephen Curry, Marc y Pau Gasol, y el insuperable Michael Jordan (edición especial).
Dejando de lado anécdotas y opiniones, la presencia de Rob Jones (Productor) ha venido cargada de promesas e información exprimida en vídeos, gameplay puro y diapositivas ilustrando la nueva cara de la famosa licencia. Jones ha querido destacar cuatro pilares fundamentales de la nueva iteración del juego: la nueva visión del modo MiCarrera con el buen hacer del cineasta Spike Lee; las distintas portadas que tendrá el juego en el mundo; la completa banda sonora y la disponibilidad primero del juego en PlayStation Network el 25 de septiembre, informaciones que ya sabíamos de antemano pero que quiso recordar a los profesionales.
Pero, ¿por qué delegar a un director de cine la composición narrativa del modo MiCarrera? Rob Jones señala que «el único modo que queríamos y podíamos renovar es el modo Mi Carrera», dado que cada año «puede incluir a nuevos jugadores y nuevas historias que impulsen su importancia dentro del producto». Es por ello que la presencia del gran Spike Lee (Malcolm X) es garantía de disposición narrativa y equilibrio de agentes, porque la intención primordial con este modo es «crear una verdadera experiencia cinematográfica en un videojuego», algo sólo posible con estos profesionales.
Para ilustrar sus palabras nos ha mostrado un pequeño adelanto de este modo para observar el estilo narrativo que veremos en los capítulos. Lo más destacable del corto enseñado han sido los bien hilvanados cambios de ángulo de la cámara, la interesante disposición de los planos y ese toque narrativo, no sólo en las líneas de diálogo, sino también en unas imágenes que, por sí solas, sabían describir la situación expuesta.
Otro modo al que Rob Jones quiso dedicar bastante tiempo fue el 2K ProAM, una forma de ofrecer al jugador lo que siempre había querido: mayor protagonismo. Gracias a este añadido podremos editar cualquier elemento indispensable del juego como los pabellones (colores, marcadores, diseños, vallas…), las equipaciones (logos, marcas, colores, se nos permite importar imágenes propias…), y lo anterior adornado con un matchmaking flexible, eficiente, instantáneo, sin esperas y, en definitiva, partidas que comienzan al momento en un modo definido como «el futuro de las competiciones de los juegos».
Curiosamente los modos anteriores no estaban aún disponibles para prueba. Es por ello que la demostración jugable que teníamos a nuestra disposición únicamente estaba centrada en la participación en partidos rápidos con los equipos de la NBA, aunque suficiente para comprobar que NBA 2K16 no ha perdido su esencia y que sigue siendo tan bueno como sus anteriores iteraciones electrónicas.
Entonces, ¿qué ofrece NBA 2K16 para volver a justificar su compra?: «El mundo vivo es el mayor reclamo de este año, el mayor avance», nos aclaraba Jones. NBA 2K16 es un compendio de detalles, de realidad incrustada en un programa jugable. Este mundo vivo está representado por el movimiento exquisito y sumamente realista de los jugadores, en la participación del público, en la reacción propia de los componentes del partido -mucho más exclusiva-, en esa evolución dinámica de los partidos que nos ha sorprendido dado que los equipos, en conjunto y menos con individualidades, se amoldan a los tiempos de juego, a los momentos del enfrentamiento y de la competición.
El productor nos ponía un ejemplo bien claro: si un equipo está en los play-off y va perdiendo en la eliminatoria, en el siguiente partido saldrá más agresivo a ganar. Si por el contrario ha ganado el primer partido, es probable que en el siguiente se pueda relajar un poco más subestimándonos. Este dinamismo adaptado provoca que los consumidores reaccionen ante el juego, haciendo que nunca se ofrezca un producto pasivo y que «se pregunten si es realmente un juego o es real», considerando que, a su juicio, «los fundamentos del baloncesto nunca se habían reflejado con tanto realismo».
Pero para aquellos jugadores que tienen en los aspectos técnicos la verdad absoluta, también hay argumentos, y bien expuestos por Rob Jones. Al respecto de los gráficos ha afirmado que «año tras año los estamos llevando más lejos, y aunque parezca que poco pueden mejorarse, este año hemos incluido más novedades». Además de las mejores animaciones y de la viveza del mundo que rodea al juego, Jones se ha detenido especialmente en hablar de los distintos cuerpos de los jugadores, dado que «ahora hay diferentes para cada uno de los jugadores de la cancha […] la iluminación también se ha potenciado, y eso lo vas a ver mucho más claro si pones juntos el juego del año pasado con el nuevo, donde vas a ver las diferencias». Es tan enfermiza la búsqueda de la excelencia visual que «para los zapatos deportivos, el año pasado teníamos tres modelos. Ahora se ha capturado el pie entero, haciendo que su variedad sea mayor», nos interrumpía antes de realizar otra de las preguntas.
Entrando de lleno a la jugabilidad del programa ahora se observa un mayor equilibrio en el juego de ataque y defensa a la hora del desarrollo de las jugadas. Eligiendo uno u otro equipo, es fácil ver las señas de identidad de algunos jugadores y del conjunto en sí, con unas defensas que han sorprendido porque sabían adaptarse muy bien a los cambios de juego que realizábamos, provocando así que cada partido que se disputa, aún siguiendo una misma táctica, se desarrolle de una manera diferente. No es nada fácil mejorar un juego anual, y menos si es deportivo, exceptuando la presencia de equipos actualizados. Pero es tanta la ambición del equipo de desarrollo que, a pesar de ser conscientes de que «cada vez es más difícil mejorar las entregas deportivas», sí que Jones destaca una premisa por la que quizás se siguen vendiendo tan bien este tipo de juegos y es que, sencillamente, «siempre nos lo arreglamos para que sean mejores, año tras año».
Aparte de lo anterior, Rob Jones también ha nombrado, aunque muy por encima, otros modos como el MyGM al que se intentará dar un nuevo enfoque pero sin desvirtuar lo que conocemos en la gestión, y el MyLeague, que parece que cambiará muy poco y que nos permite crear nuestras propias ligas para disfrutar con la comunidad. También se ha nombrado la presencia de equipos de la EuroLiga, sin confirmar el compendio de conjuntos, la presencia de otros históricos, la inclusión del MyTeam o el modo NBA 2KTV para los verdaderos apasionados del baloncesto profesional.
NBA 2K16 es un título jugablemente excelente y difícilmente mejorable técnicamente que, sin embargo, hace un esfuerzo año tras año por incluir novedades y mejorar ciertos modos de última inclusión que aún requieren de mayor profundidad interpretativa. Era la primera vez que nos permitían disfrutar de esta nueva entrega y no ha defraudado, aunque nos hubiera gustado indagar mucho más en algunos modos de juego en particular para entender con mayor claridad ciertas interpretaciones de «viveza, realismo y dinamismo» que han copado muchas de las declaraciones realizadas en la presentación.