LaPS3 juega: Sangre, magia y mucha oscuridad

Redacción LaPS4.com · 29 diciembre, 2018
El equipo de LaPS3 desgrana sus elecciones para acompañar al fin de semana de pinceladas de ocio digital

Arrancamos una nueva sección especial en LaPS3. Los miembros del equipo de redacción queremos compartir con todos vosotros los títulos a los que vamos a jugar durante el próximo fin de semana. Castlevania: Lords of Shadow, Metro: Last Light y The Elder Scrolls Online son algunas de las propuestas a las que les vamos a dar un buen repaso y las encargadas de inaugurar esta sección.

Cuando una gran cantidad de usuarios tienen sus ojos puestos sobre lo que deparará el futuro a lomos de la recién estrenada generación de consolas, no somos pocos los que decidimos mirar atrás para resarcirnos de no haber podido jugar a ciertos títulos que en algún momento han guardado una importancia capital en la evolución del sector o en el propio género en el que se atrevían a adentrarse.

Es el caso concreto de Castlevania: Lords of Shadow. Es mi caso particular. Una de las pequeñas espinas que siguen molestando de vez en cuando tiene sabor a trabajo español, regusto de sangre joven. Mercury Steam se enfundó el mono de faena para realizar un hack&slash que rescataba una licencia histórica para renacer como uno de los símbolos más consistentes de la Konami de hoy.

Ahora, y tras la inminente llegada de la segunda y última parte de esta aventura, llega el momento de saldar cuentas pendientes. Qué mejor forma de hacerlo que aprovechando la ocasión para disfrutar de aquella primera parte junto al título aparecido en 3DS y remasterizado para las consolas de sobremesa PlayStation 3 y Xbox 360, Castlevania: Mirror’s of Fate.

Hace varios fines de semana que comencé mi andadura por el subsuelo de Moscú. Metro: Last Light llevaba un tiempo esperando en la estantería y tras comenzar la segunda aventura interactiva de Artyom puedo garantizar que el estudio ucraniano 4A Games sabe lo que hace con esta adaptación de las novelas escritas por el ruso Dmitry Glukhovsky, que además de escritor de ciencia ficción es compañero de profesión.

Se que Metro: Last Light está ahora disponible para los usuarios con suscripción a PlayStation Plus, pero la propuesta estaba desde hace meses esperando en mi colección para ser disfrutada en su plenitud. También se que la versión para PC es superior a la de consolas, pero cuando uno no tiene en casa un buen bicho para mover esta bestia gráfica se tiene que conformar con lo que está más a mano.

Las novelas de Glukhovsky resultan imaginativas y opresivas, algo que 4A Games plasma notablemente en pantalla. Por no mencionar lo interesante de la propuesta a nivel argumental, con el metro de Moscú como un personaje más, capaz de causarnos el mismo terror e inquietud que los terribles mutantes que habitan el subsuelo, víctimas de la desolación nuclear. Si todo marcha según lo previsto y no me quedo sin filtros de aire, descubriré el final de Metro: Last Light durante los próximos días.

Como enamorado de los juegos del género MMORPG que me declaro, no puedo pasar un fin de semana sin tocar un título de mi extensa colección de juegos de rol online. Admito que tengo muchos y en estos momentos son varios los que tengo instalados en mi PC: Final Fantasy XI, Final Fantasy XIV, The Lord of the Rings Online y The Elder Scrolls Online. Como véis, todo puro y duro PvE.

Aprovechando las últimas oleadas de reparto de betas por parte de Bethesda y mis anteriores incursiones en la impresionante recreación del continente de Tamriel, pretendo pasar mis dos días de ¿descanso? paseando por la región de Morrowind y combatiendo contra otros jugadores en Cyrodiil. Habrá que quitarse el estrés de alguna manera, ¿no?

Aunque lo cierto es que Outlast, el título de terror aparecido en PlayStation Plus anteayer me llama, y mucho, debo confesar y confieso que cuando encendí mi PlayStation 4 y ejecuté el juego la presión me pudo y no logré caminar más allá de la primera puerta. Esa tétrica figura asomando tras una ventana hizo que me echara atrás. Soy un miedica, ¡lo sé!

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